Capitulo 11

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El menor se estremeció al sentir la áspera lengua del alfa sobre su cuello y en ese mismo momento decidió apartar lentamente el pesado cuerpo del alfa, pues poco a poco la razón empezaba a tomar control en su cuerpo y más rápido la razón volvía a su ser, pues empezaba a sentir el miembro del lobo sobre su vientre y eso lo abochornaba.

Lastima que el mayor no tenia planeado separarse del cuerpo del menor y sin ningún tipo de consideración o amabilidad decidió echarse completamente sobre el menor tratando de no aplastarlo con su peso, lo que causo que el menor se removiera debajo suyo en busca de una salida, pues esa situación le estaba avergonzando de sobremanera.

-Salte, estas pesado- Dijo el menor recibiendo como respuesta un ladrido juguetón.

El lobo sin contemplación alguna había empezado a lamber el rostro del menor siguiendo un camino de lambidas desde el cuello de este hasta su pecho logrando que el menor se tensara, pues parecía ser que el alfa estaba queriendo provocar su celo.

-Fuera pulgoso- Dijo Jimin mientras apartaba el hocico del alfa de su pecho y para eso tuvo que sostener la cabeza del can.

El lobo al escuchar ese insulto frunció el ceño y a su vez inclinaba su cabeza para luego soltar un ladrido que demostraba su enojo, pues se sentía muy ofendido y sin esperar mucho cambio a su forma humana, aun con el ceño fruncido, mientras su rostro seguía siendo sostenido por las pequeñas manos del menor. 

-No soy un pulgoso- Dijo enojado, aunque claro, era un enojo falso, pues le resultaba cómica la situación.

-Si, si lo eres ahora salte de encima- Dijo el menor soltando el rostro del alfa.

-No, no lo haré- Dijo decidido el mayor.

-Salte, estas desnudo- Dijo Jimin mirando para otro lugar, pues le era incomodo sentir el miembro del mayor sobre su vientre.

-Así te gusto más- Dijo coqueto el mayor mientras admiraba la belleza del menor.

-Iluso- Dijo burlonamente el más bajito.

-¿Enserio?- Inquirió intrigado el mayor, pues era más que obvio que ambos sentían una gran atracción por el otro y esa era el momento para demostrarlo- 

-Si, ahora, permiso- Dijo Jimin tratando de levantarse, siendo retenido en el momento.

-¿Qué tal si hago esto?- Dijo el mayor colocándose entre las piernas del menor para luego simular una embestida y esa acción provoco un agudo gemido en el menor- Hagamos cachorritos. 

-Basta- Dijo el menor completamente rojo, sintiendo el calor de la excitación invadir su cuerpo.

-¿Seguro?- Dijo el más alto simulando otra embestida.

-Al diablo- Susurró el menor besando desesperadamente los labios del alfa.

Ambos empezaron una guerra de besos y a su vez restregaban sus cuerpos con el otro sin tener ningún tipo de descaro. Las feromonas que ambos liberaban daba a conocer el gran nivel de excitación que recorría sus cuerpos, pero obviamente la parte racional de Jimin tenía que hacer acto de presencia para evitar una catástrofe.

-Hasta aquí termino el juego- Dijo Jimin mientras le daba un rodillazo en la ingle al mayor.

-Deja vu- Siseo el alfa mientras se retorcía de dolor a un lado del menor.

En ese instante el menor soltó una sonora carcajada, al escuchar las palabras del alfa con el que casi fornicaba, mientras sentía como su cuerpo volvía a su temperatura normal y la excitación se disipaba.

En un rápido movimiento el menor se levanto del pasto para luego tomar la camisa del mayor y colocársela. Aunque el alfa sintiera un gran dolor en la ingle no negaría que el menor se veía maravilloso con su camisa puesta

-¿Donde están las toallas? Sigo mojado y no quiero enfermarme- Dijo con total inocencia el menor.

-En el auto, iré por ellas- Dijo el alfa tratando de pararse, pues el dolor que sentía era grande y debía admitir que el menor si que tenia fuerza.

-Descuida, iré yo, tú recupérate- Dijo con burla el menor- ¡Enseguida regreso!- Grito lo ultimo, pues ya había empezado a dar marcha en busca de su auto.

Con total tranquilidad el menor caminaba por el extenso sendero que lo dirigiría hasta su auto. Cuando lo encontró no dudo en abrir el baúl, pues ahí se encontraban las toallas que el alfa había comprado. Sin esperar mucho agarro una para luego sacarse la camisa del alfa y así poder secar su cuerpo y su cabello.

Cuando termino con su deber sintió un frio metal en su cintura. Sabía que la persona atrás suyo era un alfa, pero no era Yoongi, pues el aroma lo delataba. La persona atrás suyo hizo más presión con el arma logrando que el menor se estremeciera.

-Sube al coche- Demando el otro alfa mientras colocaba una toalla sobre los hombros del menor- No quiero que te enfermes, el jefe se enojaría mucho conmigo.

Sin decir ni una sola palabra el menor hizo lo que el otro le ordeno mientras sentía sus manos ser esposadas para luego ser empujado hasta una camioneta que estaba a unos metros de donde estaba su auto y sin ningún tipo de delicadeza el alfa lo metió a la parte trasera de la camioneta. 











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Gracias por leer.

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Un Amor Letal- YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora