Que empiece la fiesta

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-Si no es mucho pedir, no le menciones que fuimos nosotros quienes te dijimos, nos va apalear- Tom rogaba a Leen

-Mejor finge no saber. Si le nombras a mi tía, puede ponerse peor. El último que insultó su recuerdo terminó sin extremidades- Shel tenía escalofríos al recordar el pasado

Leen se quedó sin palabras y se levantó de la silla para ir tras su esposo. El par de hermanos veían como les dejaban el trabajo de guardianes de Yoshi hasta el regreso de la pareja.

Ross terminó de mojarse la cara en un bebedero para tranquilizar sus emociones cuando Leen llegó corriendo y lo abrazó fuertemente. El comportamiento de su esposa era confuso y a menos que quisiera obtener algo de él, no se pondría mimosa.

-Qué pasa mi amor? Viste algo que quieres comprar?- Ross volvió a su yo habitual

-Rusty, hoy puedes hacer lo que quieras. Reclama tu premio hasta quedar satisfecho- Leen enterró su rostro en su pecho

-Premio? Hice algo que amerite tal cosa?. Creí que estaba castigado?- se rascaba la cabeza pensando en sus acciones

-No te acuerdas? Te casaste conmigo-

-Ya en serio. Que ocurre con...- Un beso frenó sus palabras

Leen terminó siendo cargada hasta el stand de Spectrum para seguir vigilando a Yoshi mientras besaba el cuello de Ross que se estaba incomodando por recibir tanto amor.

Una esquina del lugar fue designada para apilar todo lo que Yoshi recibió por parte de pago, desde aparatos electrónicos, libros y varios planos de fabricación que eran trasladados con cuidado por el personal.

-En qué momento se desbordó su lista de deseos? Me fui unos minutos y el ya tiene un montículo de cachivaches- Ross se estaba cabreando

-Cómo piensa llevarse todo eso?- Leen miraba el desastre

-Quedaron en que mañana por la mañana, los de Kiddo Co., vendrían a buscar la colina de chucherías. Suena bastante gracioso, cierto Ross?- Shel se burlaba

Miraban con asco a Shel que se lavaba las manos sobre el asunto del transporte. Ross quería disuadir a Yoshi para volver al hotel y descansar pero los líderes de las triadas estaban más entusiasmados que nunca, incluso más personas aparecieron de repente.

Cada quien llamó a sus técnicos y mecánicos para tomar nota y aprender del maestro que seguía explicando y respondiendo sus dudas. Ya eran casi las 11pm cuando los liberaron y Serge al querer resguardar su presentación del día siguiente, le pidió casi rogando a Yoshi que lo acompañara en el escenario. La negativa fue contundente pues el tenía mucho que hacer y al ser testigo de los trabajo que llevaron a cabo, vió inútil siquiera el estar presente.

Lo dejaron ir, no sin antes darles sus tarjetas personales y pedirle que viniera a verlos en cualquier momento. Yoshi aceptó y prometió hacerlo cuando tuviera tiempo o cuando se le acabaran los dispositivos con que jugar.

Ahora los líderes tenían las claves para fabricar algo maravilloso y que hasta hace un día parecía imposible sin correr riesgos. Se pusieron manos a la obra y esperaban verlo cuando viniera a buscar su pago al día siguiente.

Cuando volvieron, Ross primero llevó a casa a sus parientes mientras Yoshi, seguía interactuando con Román y Gonzalo que decidieron hospedarse en el mismo hotel para obtener más de él.

Luego de una noche salvaje, Ross apareció a las 4am en la habitación de Yoshi para regresarlo. Se dirigieron al stand para recoger todo y lo llevaron a la casa de Tsuki, quien desayunaba tranquilamente con su familia cuando fueron interrumpidos.

El Hada Madrina mató al Príncipe Azul (Reboot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora