>Los omegas y los alfas tienen un periodo de apareamiento, el de ambos dura menos de una semana. Y es durante este periodo que su cuerpo pasa por varios procesos, siendo en ambos la búsqueda de procrear.
>Ambos pueden reproducirse con quien deseen, pero existe una persona destinada para cada uno; cuando se está con esta persona, los cuerpos congenian perfectamente y se tiene un fuerte amor por el otro.
> Para reforzar este lazo, el alfa puede marcar al omega durante su celo. La marca implica una unión muy fuerte, por eso no se debe tomar a la ligera.
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- Oye bro ¿qué harás mañana?- preguntaba aquel amigable chico pelirrojo.- Es viernes, entonces podríamos salir.-
- No.- fue lo único que respondió Bakugou.
- Vamos Bakugou.- le canturreo Denki.
- Dije no.-
- Bueno, lo intentamos.- hablo la pelirrosada encogiéndose de hombros. Así que después de fracasar en su misión, el resto del BakuSquad se dirigió a la salida, dejando a aquel chico explosivo con sus estudios.
- ¿No les pareció que Bakugou estaba muy tranquilo?- dijo Sero mientras salían.- Me refiero que normalmente nos gritaría e insultaría.- mencionó, y todos asintieron.
-¡Los estoy escuchando bastardos de mierda!- se escucho desde el interior del aula, logrado asustar a sus amigos, los cuales salieron corriendo antes de recibir alguna agresión por parte del cenizo.
Lo que pasa aquí es lo siguiente: Bakugou, así como sus compañeros, estaban cursando el último año de universidad. Sin embargo hace unos días había llegado un misterioso chico de intercambio; este chico tenía el pelo bicolor y ojos heterocromáticos, siendo su nombre Todoroki Shoto. Tan pronto llego causo sensación entre mujeres y hombres, pues además de ser sumamente apuesto, era un alfa de élite. Y desde que ambos intercambiaron miradas, un una rara tranquilidad y calidez invadía al cenizo.
Y como sólo unos cuantos saben, Bakugou Katsuki es un omega. El ojirubí jamás se sentía menos por ser omega, ya que era extremadamente fuerte, valiente, duro e inteligente como cualquier alfa. De hecho muchos lo creían como tal. El punto es que aquellas cualidades no cambian la biología del menor, el cual justo cuando conoció a este chico nuevo sintió esas raras cosas.
Tanto Todoroki como Bakugou lograron sentir esa sensación de cariño y pasión al ver al otro, y eso sólo podía significar una cosa: eran una pareja destinada.
Pero nuestro gran Katsuki se negaba a creerlo. Él no creía en todas esas tonterías del amor del destino y que un omega necesita a un alfa, después de todo, sus padres eran betas.
