6.¡Yupi!

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Logramos alcanzar a Eva y se nos lanza a nuestros brazos y llora.

—No creí que sucedería…–dice llorando

–Me enamore de… e-el-l com-mo una tonta–dice tratando de explicarse. –Shh, tranquila respira–le dice Amy, llora y llora, pasan unos minutos hasta que se calma

–Lo siento por no decírselo, se que no se lo esperaban, pero no podía–dice arrepentida

— Tranquila no te regañes, estas en tu derecho, se que fue duro para ti, no te culpes–dice Ada.–

—Tiene razón Ada, Eva estabas en tu derecho, a veces es dura la realidad–dice Amy

—No te culpes, el que tiene la culpa fue el idiota ese, por dejar ir a una increíble persona, ya vera lo que se pierde, estamos para ti–digo.

–Gracias, no se que haría sin ustedes–dice abrazándonos, le seguimos el abrazo.

—Creo que es hora de irnos a nuestras casas, ya es tarde, todas estamos cansadas de tantas emociones.–digo, todas concuerdan, físicamente estamos bien, pero mentalmente estamos demasiado ¿no?, terriblemente mal.

—Si, nos vemos, hablaremos mañana sobre todo–dice Ada.

—Noah, gracias por tu ayuda, nos salvaste–dice Eva en nombre de las tres.

–No tienen nada que agradecer todo por las amigas de Kiara–dice sonriendo

—¡Ah!, si no fuéramos amigas de Kiara ¿no nos harías el favor?!, ¡Ya vimos por quien lo haces!–dice Amy fingiendo indignación, en lo ultimo yo ruedo los ojos, mis amigas solo se ríen.

—No me malinterpreten, claro que les ayudaría siempre, ya las considero mis amigas–dice Noah y las cuatro sonreímos. ¿Por qué sonreí?.

—Bueno, cuídense y descansen nos vemos–digo despidiéndome, Noah y yo nos vamos ¿Por qué me sigue?.

Tal vez por que va hacia su lugar y hablar con tus padres ¡dah!–dice mi amada conciencia.
Gracias por tu apoyo–digo

Me doy cuenta de que ya estoy en la mesa.

—¿Cariño donde estabas?, ¡me tenias preocupada–dice mi mamá.

–Tu madre tiene razón, Kiara, estábamos preocupados–dice mi papá.

—Lo siento, estaba con mis amigas, paso el tiempo, además estaba Noah con nosotras–digo, la mayoría es verdad.

–¿Es cierto eso Noah?–pregunta mi papá

–Si es cierto Luca, estaba con ellas, Kiara me presento a sus amigas y nos quedamos platicando un largo rato–dice Noah , bueno al fin hizo algo bueno.

—Ok, te agradecemos por cuidar a nuestra niña–dice mi papá

—No se preocupen, yo haría todo por ustedes, son mi familia y como familia debemos de cuidarnos–dice Noah

–Tienes razón, ya es tarde ¿nos vamos?–pregunta y asiento

–Buscaremos a Ximena–dice mi papá.

—Oye pá puedo ir con Noah, es que quiero aprovechar el tiempo perdido, en lo que estuvimos con mis amigas no pude platicar como se merece—trato de convencerlo

–Bueno… no se–hace una pausa

–Esta bien pero cuídala con tu vida, Noah, por favor–dice mi padre, el asiente
—La cuidare más que a mi vida–dice.

–Gracias pá, nos vemos ahí–lo abrazo.

Caminamos hasta la salida del hotel, Noah le da un boleto al del valet parking, no hablamos mientras esperamos, siento que es larga la espera, hasta que ¡por fin!, llega el auto, es una camioneta azul. Me subo al copiloto y arranca.

La mentira que siempre soñéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora