Enamorandote de Camino

Inmarcesible

                                                                                  INMARCESIBLE

                                                         En lo oscuro el amor no puede verse...

—Yo solo quiero olvidarme de todo... cuatro años y aún sigue doliendo como ayer...

Murmuró, salió al balcón del bar donde a duras penas había sido llevada por Shaina y Marín para que conociera y compartiera con los caballeros dorados que ese día estaban de civiles.

—Creo que todos deseáramos olvidar cosas que marcaron nuestra vida linda, pero de eso se trata aprender...no cometer los mismos errores y dejar de arrepentirse, ya sabes que todo fluya.

Saga la había visto salir, entendía por que estaba ahí y el dolor que habitaba su corazón desde la partida del joven Andrómeda, ella se giró, quedando en silencio ante el caballero de géminis.

—Si deseas puedo llevarte al recinto para que descanses.

June lo pensó por un momento, no se arrepentía de nada, pero debía seguir su vida, conocer gente, vivir de verdad como tantas veces se lo repetía su maestro Albiore.

—No es necesario, además creo que usted y mi maestro tienen razón... no se trata de olvidar, se trata de aprender a vivir con lo que nos da dolor... y seguir adelante.

Sonrió recibiendo una igual como respuesta.

— ¡Afuera esas caras largas¡

La charla había sido interrumpida por un feliz escorpio que llevaba consigo dos cocteles de vodka

—Uno para ti hermosa... y otro para este viejo géminis que ya no quiere emborracharse.

—Yo no tomo —June tomo la copa pero lo pensó varias veces.

—Pero deberías—dijo Milo pasando la mano sobre sus hombros— solo por hoy para olvidar las penas y dormir como una bebé...

—Sabes que el vodka no va conmigo

— ¿Saben qué? Ambos, yo los llevare hasta sus respectivas camas y mañana será otro día

Sonrió el griego, llevando a empujones a la pareja hasta perderse entre la gente.

                                                                                               —x—

—June...

Abrió sus ojos, primero la visión fue borrosa, sentía sus ojos cargados de la arena del desvelo, su cabeza palpitaba ligeramente y a pesar de sentirse cómoda entre unas gruesas sabanas rápidamente se dio cuenta que algo no andaba bien, comenzando por la voz ronca que le había hablado mientras mecían su cuerpo... desnudo.

Se incorporó precipitadamente de esa cama, mareada, envuelta en las sabanas que le cubrían, haciendo que el inevitable vomito inundara su boca y sin saber dónde estaba simplemente se desplomo esparciendo el contenido aun alcoholizado de su estómago sobre el suelo y todo lo que se encontraba cerca de ella.

Se sentía terrible, confundida y enferma, no era eso lo que había llegado a buscar cuando fue llamada para unirse a la fila de amazonas por su diosa, y esa bienvenida por parte de su equipo le estaba pasando una factura demasiado costosa.

Se serenó aun sentada en el suelo, a pesar que su cabeza le martillaba cada vez más fuerte ya había recobrado parte de su visión y su mente unía cabos formando una cadena de acontecimientos, de repente se quedó quieta como si pudiese tener una visión clara de lo que realmente pasaba, recordando justamente lo último que había vivido antes de encontrarse a sí misma desnuda en la cama de un extraño, pero no había nada, un beso que la hizo desvanecer, un par de palabras en su oído que le estremecieron y luego, oscuridad.