Josefine caminaba por los pasillos de su nueva escuela. Su largo cabello oscuro se ondulaba y sus ojos también cafés contrastaban con el brillante verde del nuevo uniforme que su madre había lavado y planchado para que ella lo utilizara en su nueva escuela. El viento frío le golpeaba el rostro con fuerza cuando caminaba cerca de una ventana abierta dándole loa sensación de que su piel se tornaba aún más pálida y que su nariz y sus mejillas se ponían coloradas. La pequeña chica de 16 años seguía mirando hacia sus piernas y pies mientras estos la llevaban a su salón.
La situación no le parecía graciosa; ella era española y ahora había tenido que dejar la comodidad de su hogar, sus amigos y hasta la lengua que había conocido toda su vida, todo porque su familia se había mudado a Alemania. Sabiendo solo un poco del lenguaje también Josefine – Finny para sus amigos – había tenido que comenzar desde cero en una nueva escuela. No conocía a nadie y se sentía miserable tras darse cuenta de que aquel país estaba lleno de pintorescos parques aquí y allá, y todo era tan diferente de Madrid como podía ser, ella quería ver los grandes edificios por todas partes y el parque en alguna que otra esquina. Tendría que acostumbrarse.
Los padres de Josefine se dedicaban a los negocios y trabajaban en distintas compañías en Madrid, pero para poder seguir a su padre a Alemania, su madre había dejado su empleo, ahora sin más opciones, tenía que encontrar un nuevo trabajo en Hamburgo tan pronto como fuera posible mientras su esposo se dedicaba a acostumbrarse a las nuevas responsabilidades que su ascenso le había dado.
La chica había llegado tarde a la escuela debido a que su madre se había perdido en lo que había sido un desafortunado día. Ni siquiera el GPS fue capaz de ayudarles porque estaba configurado en alemán y de todas maneras la mujer no conocía los nombres de las calles. Así que Finny no pudo hacer más que llegar tarde en su primer día de escuela.
Cuando la joven chica encontró finalmente su salón de clases miró hacia abajo y revisó su uniforme, poniendo la falda rojo oscuro de vuelta a su sitio justo a tiempo para ver como una bonita mujer abría la puerta. Un par de brillantes ojos azules la miraban desde arriba, ella puso su mano en su hombro donde la cinta de la mochila roja estaba. Sintió el nudo en su garganta y se convenció a sí misma de tragar con fuerza a pesar de éste antes de que la maestra de cabello rubio la dejara pasar; el calor dentro del salón de clase fue de inmediato bien recibido al mismo tiempo que Josefine se sintió ridícula vistiendo la chaqueta con el escudo de la escuela y una bufanda blanca que su madre había tejido para ella el pasado Diciembre.
De algún modo Josefine fue capaz de entender las silenciosas instrucciones que la maestra estaba dando mientras ella se acercaba al escritorio y preguntaba por su nombre antes de pedirle que se presentara a la clase. Todo en un difícil y extraño idioma muy distinto para un nativo hispanoparlante.
- Hallo – dijo agitando su mano en un triste intento de saludar a la gente joven sentada frente a ella, arrepintiéndose de esto, inmediatamente la volvió a dejar colgando a su costado. – Mi nombre es Josefine, – algunos chicos en la parte de atrás parecían estar hablando, aquello le dificultó la tarea de concentrarse en la batalla de lenguas que ocurría en su mente. Usualmente pasaba que cuando trataba de decir algo en alemán, la lengua que había aprendido antes hacía una feo cameo para llenar los huecos en sus oraciones, cosa que a ella le molestaba mucho. Forzó su lengua a torcerse al hablar en aquella lengua extraña, - o Finny, para los amigos. Soy de España, nueva aquí y…eso es todo.” Después de terminar su pequeña e incómoda presentación volvió la mirada sobre la maestra que estaba ya sentada al frente de la clase detrás de su escritorio. La mujer le dijo que tomará asiento en la parte de atrás, cerca de aquellos que estaban murmurando momentos antes.
El día siguió su curso y sorpresivamente se terminó rápido. Al siguiente día Josefine se encontró a si misma parada afuera del salón de clase con el resto de sus compañeros de curso, los exámenes estaban por comenzar y los maestros estaban haciendo los arreglos de lugares para sentar a sus estudiantes por orden alfabético. Josefine Jurado fue sentada después, tras encontrar el pupitre en el fondo y poner sus cosas en el suelo, se sentó, dejando su lápiz y plumas cuidadosamente ordenados sobre la pequeña superficie de madera. Un chico de cabello negro peinado en pequeños picos sobre su cabeza y una generosa cantidad de gel puesto en un mechón para ocultar la mitad de su rostro, con delineador negro enmarcando sus ojos color café en una perfectamente pálida tez blanca caminaba perezosamente con un chico que se le parecía bastante pero a la vez no; su cabello parecía ser de un tono café oscuro con un poco de rubio en las puntas y estaba peinado en gruesas rastas que permanecían unidas en una coleta cubierta por un pañuelo negro y una cachucha, el uniforme se veía enorme sobre su cuerpo.
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1. Who are you now? *Español* (Tokio Hotel/Tom Kaulitz fanfiction)
FanficJosefine estaba lidiando con una fea situación... Qué tal si te enamoras de tu mejor amigo? Qué tal si él te quiere también? Pero si los dos estan demasiado asustados para darse una oportunidad...? Qué puede hacer Jo cuando su mejor amigo esta recib...