capítulo único

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— ¿que somos, kuroko?

el sonido del balón rebotando en el piso se detuvo en aquel momento. kagami se vio rápidamente arrepentido de esas palabras, insultandose interiormente, pero no había vuelta atrás en aquel momento. era un todo o nada total y el lo daría todo.

estaba sentado en una banca, con una toalla cubriendo su cabeza, por lo que kuroko no podía ver la expresión avergonzada de su rostro en aquel momento. el más bajo había insistido en que kagami lo ayudara con sus tiros hacia la cesta, pues aomine no había sido el mejor profesor para aquello. el chico de cabello azul oscuro tenía una personalidad que fácilmente se quebraba, y su paciencia era prácticamente inexistente, por lo que finalmente tetsu había desistido de la idea de que el lo ayudara. quería mucho a aomine, pero no podía con su personalidad a veces.

kuroko dejó que el balón descansará en el hueso de su cadera, sujetado por uno de sus brazos. se dio media vuelta para observar a kagami, quien miraba el piso, le recordaba meramente a número 2 cuando se hacía pipí en su cama y el lo retaba por ello, el cachorro bajaba la cabeza en lo que interpretaba cómo un modo de disculpa. solo que kagami era un perro grande y con más personalidad que número 2.

la preguntá lo había tomado desprevenido, de un segundo paso de ser regañado por la forma en qué ponía su brazo para encestar a sus conflictos amorosos con su luz. por primera vez en su vida, quería hacerse el tonto, quería salir corriendo (aunque sus músculos estaban bastante adoloridos ya por el esfuerzo físico), quería que llegará una pandilla de aliens y que abducieran, lo llevarán a su planeta y lo cenaran. así no tendría que ver el rostro de kagami, no tendría que observar cuál expresión tenía.

quizás las cosas en estados unidos eran diferentes a las de aquí. quizás allá las miradas, los roces de las manos, las sonrisas y la conexión en el juego tenían un significado mucho más profundo y especial que aquí. tal vez declarase su sombra había sido tomada cómo una declaración de amor y cuando kagami respondió que sería su luz, había correspondido sus sentimientos.

cabía la posibilidad de que kagami estuviera pensando en ello durante un tiempo, quizás desde su último partido, quizás desde la semana pasada, quizás desde ayer, o tal vez desde que se conocieron, desde que jugaron juntos por primera vez, desde que ganaron su primer partido en conjunto, ¿siempre habían mantenido aquellos sentimientos?, ¿siempre tuvieron aquella química?, incluso sus superiores decían que ellos hacían una linda pareja, se los repetían constantemente, también kise y momoi, quien parecía entre decepcionada y feliz al decirlo.

si entonces eso era cierto, ¿a qué venía era pregunta?, estaban entrando el terreno peligroso, muy peligroso, porque kuroko dudaba si había una respuesta correcta o definitiva a eso. ¿que eran?, eso también se lo preguntaba. había visto bastantes dramas románticos para darse cuenta que ellos no entraban en esos estándares, no se parecían a una pareja de ese tipo en absoluto. para empezar, los dos eran chicos, los dos pensaban que el basquet era prioridad y tampoco se habían visto interesados romanticamente en otras personas. 

volviendo al tema principal, los dos eran chicos, adolescentes aún, en pleno proceso de descubrimiento de las cosas que querían, las que deseaban, las que les atraían y las que les gustaban. ¿a él le gustaban los hombres?, ¿se sentía atraído hacia ellos?.

kuroko había reflexionando al respecto, pensado en que si alguna vez en su vida se había sentido atraído hacia una mujer. después de analizarlo por un rato y darse cuenta de los únicos 2 intereses amorosos (uno platónico, el otro kagami) habían sido chicos, llegó a la conclusión que sí, era gay.

no fue muy difícil aceptarlo, no había crecido en un hogar en contra de los homosexuales, para ser sincero, ese tipo de temas nunca fueron tocados, ni como algo bueno pero tampoco cómo algo malo, simplemente que la gente hiciera lo que se le diera en gana, hasta cierto punto obviamente.

hands [kagakuro] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora