Aprèss Le Guerre. [Drarry]

Deuxième chapitre

□ Amigos reales □

"Los amigos reales se preocupan,
los amigos reales hacen locuras por ti,
los amigos reales siempre están ahí"
–A.M.M

Harry pasó los siguientes dias como siempre: aburrido de vivir.

Un dia 30 de julio, sabado para ser más exactos, a las 9:37 Harry estaba recostado en su cama, leia ese libro que tanto le gustaba y se comia las golosinas que Ron y Hermione le habian enviado hace un par de semanas atrás. Iba en la parte más emocionante del libro cuando escuchó unos golpes en su ventana. Se levantó maldiciendo entre dientes y fue a su ventana, y lo que vió lo dejó sorprendido, pero felíz.

Abajo en la vereda estaban sus dos amigos con piedras, lanzandolas a su ventana, idea de Hermione, pensó Harry. Ron y Hermione pararon su tiroteo de piedras para saludar a Harry, quien abrió la ventana y les dijo:

— ¿Que demonios hacen aquí? Los Dursley podrián haberlos escuchado —dijo Harry desde su ventana, regañando a sus amigos.

— Se dice de nada, malagradecido, venimos a salvarte de esos muggles —dijo Ron, llevandose una risita por parte de Harry y Hermione.

— Lo siento, es que no estoy de humor como para estar en la madriguera, necesito tranquilidad y...

— Y por eso te llevaremos a Grimmauld Place —interrumpio Hermione, poniendo sus manos en su cintura y con la frente en alto.

— Asi es, asi que apurate y arregla tus cosas compañero, nos vamos en diez minutos —dijo Ron, mirando el viejo reloj, abollado y dorado desteñido, que le habia dado su familia en su cumpleaños número diescisiete.

Harry asintió y rapidamente fue a ordenar sus cosas.
Metió camisas, pantalones y ropa interior que heredo de su primo Dudley, además de ropa que la señora Weasley habia hecho para él.

Cuando se aseguró de que no le faltaba nada de ropa (que no era mucha a decir verdad), bajó a buscar sus cosas para la escuela. Bajó cuidadosamente las escaleras para que sus tios y primo no lo escuchen, se dirigió a su alacena bajo las escaleras, sacó su baúl para Hogwarts con mucho cuidado, lo encogió con un hechizo y se encaminó hacia la puerta, puso la mano en la manilla, pero algo lo frenó, un sentimiento, no, un instinto que le decia que debia despedirse, pues se suponia que no los volveria a ver...
Justo en ese momento, Ron dijo un Alohomora y abrió la puerta de entrada, haciendo que los Dursley se sobresaltaran y levantaran de su asiento. Harry miro con reproche a Ron y este dijo:

— Uy. Eemm... hola, soy Ron Weasley, ya nos habiamos conocido —dijo Ron mirando a los Dursley, mientras Harry ponia dos de sus dedos en en el puente de su naríz—. Y ella es...

— Hermione Granger, un gusto —lo interrumpió Hermione—. Soy amiga de Harry, y les queriamos decir que ya no van a tener que preocuparse de él, se irá con nosotros a la casa que heredó de su padrino Sirius...

Hermione no llegó a terminar de decir el nombre de Sirius porque fue interrumpida por unos sollozos, provenientes de Petunia Dursley, que fue a abrazar inmediatamente a Harry.

— Harry... yo... yo le prometí a Lily que te cuidaria hasta que decidas irte pero... nunca pensé que seria tan pronto —dijo tia Petunia, poniendo su cabeza encima de la de Harry, pues era más alta que él.

— ¿Q-que? Tia Petunia, no logro entenderla. Ustedes me maltrataron toda mi vida —dijo Harry, removiendose en el abrazo.

— Es que... no queria ser una mala esposa y madre. Desde pequeña odié la magia... porque a mi no me llegó mi carta a Hogwarts a pesar de hacer magia sin varita —dijo Petunia, separandose de Harry (el cual se sorprendió por lo dicho por su tia), y apoyando sus manos en los hombros de Harry, acariciandolos—. Por eso me casé con Vernon, después de que naciera Dudley, Vernon y yo le enseñamos que la magia era mala... Hasta que llegaste tú, me acordaste a mi hermana, con sus hermosos ojos verdes y también a Potter, a decir verdad estaba un poco celosa de mi hermana, ese tipo era realmente guapo —dijo soltando una risita al ver la expresión sorprendida de Harry—. Te pareces mucho a ambos, estarian orgullosos de tí... Si quieres irte... no te detendré —acunó el rostro de Harry entre sus manos, el cual ya tenia un par de lagrimas silenciosas corriendo por sus mejillas— Cuiden de él, siempre esta lleno de sorpresas —dijo Petunia, soltando a Harry y mirando a Ron y Hermione, ambos asintieron.

— No se preocupe señora Dursley, lo cuidaremos como si fuera un hermano, bueno, en mi caso como si fuese un hijo, en serio es adorable —dijo Hermione, limpiandole algunas lagrimas a Harry, pasando su brazo al rededor de sus hombros para atraerlo hacia ella.

— Ey, ey, ey, ya mucho abrazo ¿no? —dijo Ron, atrayendo a Hermione con su brazo al rededor de los hombros de la castaña, acto que fue correspondido, con unas pequeñas risitas y rodadera de ojos.

— ¿Siempre seré el mal tercio, cierto? —dijo Harry más calmado, divertido por la situación.

— Sip —dijo Ron soltando a Hermione—. Ahora vamonos rapido, el translador no es eterno ¿saben?

— Cierto, ¿tienes todo listo, Harry?

Harry asintió.

— Bien, entonces, porfavor ten modales y despidete de tus tios —dijo Hermione, sacando su lado mamá, cruzandose de brazos.

— Los unicos con modales son los sangre pura, excepto Ron, el es todo lo contrario —dijo Harry, mirando a su amigo.

— Deberia sentirme alagado, si no me pareceria a cierto rubio oxigenado.

— Ni que hablar —dijo Harry soltando una leve risita, ahora volteando a ver a sus tios y primo.

— Tios, gracias por cuidarme, o bueno, mantenerme con vida en lo que estaba aqui, ¿sabian que esta casa tenia una seguridad magica? Bueno, eso no importa ahora, cuando morí en la guerra ese campo de fuerza se esfumo —dijo ignorando las miradas sorprendidas de los Dursley— Dudley, por favor deja de golpear a niños pequeños, no lo merecen —Harry hiso una pausa, suspiró—. Adios.

Petunia le dió un ultimo abrazo a Harry, para después soltarlo y dejar que sus amigos se lo lleven a la casa de su padrino.

Continuara...

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