Alcohol, inseguridades y celos.
Una muy mala combinación para Tamaki Amajiki.
|| Los personajes de Boku no Hero no me pertenecen ||
|| Contiene NSFW ||
|| TamaOcha ||
Disclaimer: Los personajes de Boku no Hero no me pertenecen; créditos correspondientes a Kōhei Horikoshi. Posible (o mucho) OoC en los personajes. Este fic contiene escenas explícitas sexuales, lenguaje fuerte, temas adultos tratados de modo detallado y escenas fuertes; se recomienda discreción.
Pareja principal: TamaOcha.
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El optimismo en grandes cantidades puede ser peligroso para la persona que lo posee y para quienes lo proyectan. Tamaki Amajiki pensaba que ser demasiado optimista podría hacer a las personas más vulnerables, que el positivismo en exceso era un arma de doble filo a la que a él no le gustaba nunca arriesgarse.
Era por eso que él no podía silenciar los pensamientos negativos y, por algún motivo retorcido, tampoco quería silenciarlos.
Además, las personas en extremo positivas le producirá un poco de molestia. ¿Cómo podían andar así siempre? ¿Cómo podían ser tan confiados? ¡¿Cómo podían decir que "si lo pides con más fuerza, seguro que se logrará"?!
Las personas demasiado positivas eran raras y peligrosas, así que trataba de no involucrarse demasiado con ese tipo de gente. ¡Sin embargo...!
El mundo estaba lleno de estas personas y, cómo claro ejemplo, estaba FatGum y Red Riot.
Ambos destilaban un aura de positivismo que a él lo deprimía.
Tuvo que adaptarse y a vivir con esto, pues no era culpa de estas personas que él fuese un ser tan inseguro y deprimente, sin embargo, seguía sintiéndose molesto y un poco incómodo cada vez que tenía que interactuar prolongadamente con alguna de estas personas.
Por eso, cuando Uraraka Ochako apareció en escena y le mostró su dulce, aguerrida, fuerte y optimista forma de ser se quedó en blanco.
¿No era eso todo lo que lo hacía sentir inseguro?
Pues descubrió que no, que ella en especial lo hacía sentir una extraña fuerza que antes no poseía. Lo hacía sentir invencible, lo hacía sentir que podía contra cualquier cosa que lo acomplejara o hiciera sentir nervioso.
Ella, con su inigualable forma de ser, le mostró cómo ser más fuerte y de alguna manera su optimismo —que por cierto no era del todo absurdo— lo hicieron sentir un poco mejor.
No iba a decir que ahora estaba totalmente renovado, que ya no habían cosas que lo hicieran sentir inseguro o ansioso, pero Uraraka había sido una gran ayuda en su progreso para mejorar esa parte de su vida.
Desde que llegó a él en una misión en conjunto de las agencias de FatGum y Ryukyu, supo que no quería que ella se fuera. Le costó mucho al inicio poder acercarse, su naturaleza tímida le impedía hablar con ella como quería, pero Uraraka se había percatado de aquello y le tuvo una infinita paciencia que le ayudó a darle la suficiente confianza para acercarse de forma lenta —pero firme— a ella.
