—¿Estás molesto conmigo?
Newt me había recibido en su dormitorio, más sin embargo, no me dirigía la palabra.
—Scamander...
Sin respuesta.
—Entiendo, no te molestaré más, no quiero incomodarte...
Me levanté de su cama y me dirigí a la puerta, apenas iba a abrirla cuando Newt me lo impidió.
—Yo... —murmura evitando verme a la cara —Yo...
—¿Tú...? —intento hacer que me mire a los ojos, pero es en vano.
—Solo me preocupa que te juntes con chicos como Tom ¿de acuerdo? —suspira y regresa a su escritorio, dándome la espalda.
—Entiendo, pero ignorandome no es la forma de solucionar los problemas, Scamander... —lo abrazo por los hombros.
—Si, si, lo sé y lo siento, _____ —se pasa la mano por el cabello —Lo lamento, enserio.
—Descuida, —me encojo de hombros con una sonrisa —con que no se repita está bien.
—De acuerdo...
—Y tampoco es necesario que te sigas preocupando por mi, —mis manos descansaban en su pecho las cuales él empezó a acariciar —no tengo nada con Riddle.
Sentí como sonreía levemente.
Ambos nos quedamos un rato en silencio hasta que habló:
—¿Harás algo hoy por la tarde?
Mi corazón se aceleró por la emoción.
—No.
[. . .]
Alegremente me preparaba para mi salida con Scamander.
Terminaba de atar las agujetas de mi zapatos cuando dieron dos suaves golpes a mi puerta.
—¿Quién? —cuestioné en voz alta.
—Luna, ¿Puedo pasar, linda?.
—¡Si Lunita, adelante! —respondí lo suficientemente alto para que me lograse escuchar.
Mi mejor amiga entró a mi dormitorio y me escaneo de pies a cabeza.
—Ha pasado mucho tiempo desde que te vi así de entusiasmada —una sonrisa se forma en su rostro —¿Cuál es su nombre?
Joder, Luna me conoce perfectamente bien.
Sonrio divertida y le lanzó un muffliato a la puerta.
—Voy a salir con Scamander en un rato.
Su sonrisa se agranda.
—Newt es muy buen chico, no se mete en problemas y le toma mucha importancia a sus estudios —se sienta a mi lado —Hacen muy linda pareja, me alegro por ustedes.
—Es una salida de amigos, Lunita —explico, tratando de no sonar frustrada —pero aún así, estoy emocionada, siempre me siento bien con Scamander.
—Eso es lo importante —aseguró acariciando mi hombro —es cuestión de tiempo, verás que pronto será más que una cita de amigos.
Solo asentí.
—Ya debo irme, recuerda, estás en tu habitación —dejo un beso en su frente y me retiro después de que ella asienta.