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Luzio y las chicas entraron por la gran puerta de hielo que había abierto Trundle, el lugar era oscuro, y el frio abundaba, peor que antes, haciendo temblar a las chicas y a Luzio sorprendiendo a las chicas

Gwen: - mira a Luzio con preocupación – durante todo el viaje, has estado muy tranquilo... pero ahora estas temblando, que pasa Luzio?

Luzio: bueno, no soy inmortal, y tampoco de fuego, así que de vez en cuando el frio me gana

Cuando termino la frase soltó una gran sonrisa cálida, haciendo que las chicas se sonrojaran un poco, pero ese sentimiento cambio rápidamente, cuando se escuchó un gran rugido, los tres se pusieron alerta y se dirigieron hasta el origen del sonido, pasaron por diferentes habitaciones, hasta la llegada de un gran trono, donde se sorprendieron bastante al encontrarse nuevamente con Volibear, pero este se encontraba molesto, ya que soltaba unos rugidos hasta que hablo

Volibear: - molesto – escúchame bruja, tu sabes que si abres las puertas a los vigilantes, estos no traerán nada bueno a Runaterra, si no entiendes por las buenas, tendré que castigarte otra vez Lissandra – solto un rugido –

Diana: - mira a Luzio – hey... esa persona es la que estamos buscando cierto?

Luzio: - serio – parece que sí, pero (no parece no quiera que quiera hablar con nostros) debemos tener cuidado, no... no estamos en nuestro terreno

Gwen: - preocupada – mmm, talvez no podamos hablar con ella, ese oso grandote que le salvamos la vida la otra vez, nos trató mal, pero no estaba enojado, en cambio con ella se ve que no le agrada ni un poquito... - curiosa – a que se referirá con castigo?

Todos se quedaron callados cuando Lissandra se estaba levantando de su trono

Lissandra: sé que no confías en mi... pero pelear entre nosotros no será lo correcto, los vigilantes están a segundos de ser despertados, y la única manera de vencerlos es usando el hielo oscuro, solo no me interfieras en mi trabajo – miro molesta a Volibear –

Volibear: eres un maldita bruja del hielo, piensas que usar el hielo oscuro arreglara algo, regresare y si encuentro que sigues trabajando con el hielo oscuro, te castigar

Cuando termino la frase soltó un rugido sobre Lissandra, para luego retirarse por una gran puerta, la dama de hielo, solo soltó un suspiro, para luego mirar en la posición de nuestros aventureros

Lissandra: mmm – suelta un suspiro y mira a otro lado – que rayos hacen aquí

Esto sorprendido bastante a los chicos, pero antes de que se pudieran mover sus pies estaban congelados, no se podían mover, fueron movidos por el hielo hasta la ubicación de Lissandra

Lissandra: que hacen aventureros como ustedes en este lugar?

Luzio: - suelta un suspiro – no... no venimos por problemas, solo... solo queríamos hablar con usted Lissandra – hace una reverencia – pero no buscamos problemas

Lissandra: mmm, creen que soy una idiota – apuntando a... -

Luzio: - confundido – eh... porque estas apuntando a la nada?

Lissandra: - nerviosa – eh... - apuntando a otro lado – te estas burlando de mi

Luzio: - aún más confundido – eh... (otra vez apuntando a otra dirección)

Lissandra: - nerviosa – eh... - baja la cabeza – si no puedo ver nada, soy ciega – levanta la cabeza – como sea, ustedes que hacen aquí, como entraron a este lugar, Trundel debió haberlos espantado, o que está haciendo ese troll, ni para asustar a unos viajeros sirve

Gwen La costurera sagradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora