Capitulo 1: El Departamento

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Finales del verano y una fuerte tormenta está irrumpiendo en la ciudad donde vivo, yo como en todos los días haciendo la comida para cuando regrese mi padre.

-Y esta pasta ya está al dente. -Aplasto la pasta caliente con mi dedo, -

Es raro hablar sola, aunque siempre lo hago cuando no hay nadie en la casa y estoy cocinando, me siento como en aquellos programas donde les enseñan a las personas a cocinar.

-Suena mi alarma en el celular dando las 8 PM-

-me pregunto cuando regresara mi papá, desde que le dieron un ascenso no ah podido salir de su oficina. -miro el reloj con preocupación, -

Mi papá... Pobre siempre trabajando hasta el cansancio desde que murió mi madre, recuerdo que no dejaba su trabajo ni un segundo, recuerdo todos los festivales de la escuela a los que no asistió solo por su empleo, pero no lo culpo, el nos saca adelante a mí y a mi abuela, aunque de vez en cuando es demasiado estricto.

Mi abuela y yo siempre hemos sido unidas, aunque no compartamos ideas o ideales nos divertimos junto a mi padre y mi madre, aun lo recuerdo como si fuera ayer recuerdo los brazos de mi padre, la risa de mi madre y los comentarios de la abuela, que buenos tiempos...

-La salsa comienza a burbujear y salta a la mano de Elisa, - ¡Maldición! Mi mano. – Apago la salsa, - debo de dejar de meterme en mis recuerdos tanto tiempo.

-Se escucha la puerta abrirse, -Que rico huele aquí. –

- ¡Papi! – Voy a sus brazos con mucha rapidez, -

-Me detiene al instante, - No, por favor, me duele la espalda. –

- ay perdóname no lo sabía, ya la cena esta lista... - me agarro las manos por los nervios y la pena que sentí al ver a mi padre rechazándome un abrazo, pensando en que le fue mal en su trabajo, -

- Gracias, Elisa, siempre haces mi día mejor con tu comida. – se agarra la panza y mira su plato con hambre, -

Al sentarnos sentí un aura muy pesada viéndolo a él, al contrario de sentirme bien por el elogio de mi comida la sentí vacía, sin chiste, amo a mi papá, pero enserio que frio se ah vuelto desde la muerte de mi madre, me dice por mi nombre, ni una muestra de afecto, es más exceptuando mi mejor amiga no me deja tener amigos, es horrible, amo a mi madre y la extraño demasiado, pero eh llegado a saber que la vida sigue y es triste pero mi papá al parecer no la quiere soltar y me castiga a mí sin darse cuenta.

-Mi papa come su plato con mucha rapidez, -

Jamás había visto comer a tal velocidad a una persona ¿habrá comido lo que le puse? ¿no le gusto lo que le puse para comer?

-Dejo de verlo y le pregunto, - ¿Comiste lo que te serví de almuerzo? – Lo miro con sospecha, -

- No me dejaron comer nada en el almuerzo, tuve mucho trabajo hoy, lo lamento. – Sigue comiendo como si no hubiera un mañana y acaba su plato de pasta, -

-Si que tenías hambre ¿te sirvo? -Sintiéndome preocupada porque no comió; empiezo a servir su ensalada, -

-Por favor, solo quiero dormir, ya que, mañana me necesitan a las 6 de la mañana. –Se estira en la silla, -

-Le sirvo su carne y se lo doy en la mesa, - Come, mañana me levantare para hacerte el almuerzo. –

-Gracias Elisa eres la mejor. -Me alza la mano para darle los 5 y se lo contesto, -

En menos de lo que canta un gallo termina su plato, se levanta y comienza a lavar los trastes y yo termino mi plato de pasta algo desanimada, sinceramente me duele ver a mi papá tan apresurado, siempre comía lo que debía y lo que le mandaba ¿por qué los ascensos hacen eso? te dan tanta responsabilidad que no pueden ni comer, eso debería ser llamado esclavitud...

Corazón EspectralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora