No pronunció palabra alguna en largo rato. Si su primera confesión le había dejado extrañado y completamente confuso, eso último simplemente había terminado de trastocarle. ¿Cómo se supone que pudiera reaccionar rápidamente cuando vienen a decirte algo como eso?¿Y por qué justamente tenía que ser en ese momento?¿De qué manera se supone debía de reaccionar?
—Lo siento, creo que he escuchado mal –expresó él en automático, como si de verdad pensara que estaba malinterpretando las palabras de esa chica.
—No has oído mal Daiki. De verdad me gustas y quisiera una oportunidad contigo…Pero sé que de momento eso no me es posible ya que estás saliendo con esa mujer –agregó con enorme pesar. Era como si de verdad ese hecho le molestara de verdad.
—Así es, estoy saliendo con alguien en este preciso momento –rectificó-. Y por ahora lo único que me interesa es solventar ese problema. No quiero más dolores de cabeza en los cuales pensar.
—Por supuesto que te entiendo. Perdona por haber sido tan precipitada y darte más problemas innecesarios…Por favor, finge como si esto jamás hubiera ocurrido –ambos sabían que algo como eso era imposible de hacer.
Durante un largo rato nadie dijo absolutamente nada. Lo único que había era intercambio de miradas e insinuaciones de que alguien diera pie a la tan ansiada charla. Por lo que el único sonido perceptible eran aquellas manecillas del reloj que se movían con avidez, enmarcando que pronto serían más de las ocho de la noche.
Y nuevamente las tazas fueron rellenadas de café. La señorita que atendía aquel restaurante de 24 hrs no comprendía por qué había una atmósfera tan pesada en aquella mesa. Aunque tampoco le molestaba atenderles, ya que tanto para ella como para el resto de las camareras, esos jóvenes eran sumamente atractivos.
—Bueno, esto es algo incómodo, ¿saben? –Marko no fue el único que opinaba lo mismo, los otros cuatro que le acompañaban se sentían igual.
—No nos molesta salir con todos ustedes y pasar un buen rato, pero no comprendo muy bien la razón de todo esto –comentaba Hadrien bostezando tenuemente.
—Está claro que se relaciona con Axelle –aseguró Leo completamente.
—¿Qué fue lo que hiciste en esta ocasión, Aomine? –Kagami no se enteraba de nada al parecer.
—Te dijimos que nada bueno saldría de que te relacionaras tanto con Kido-kun, Aomine-kun.
—¡Tú jamás me dijiste nada, Tetsu idiota!
—Entonces, ¿qué fue lo que ocurrió? –preguntó con intriga el peli blanco-. Axelle ha estado muy cortante con nosotros en estas últimas dos semanas y nunca había sido así.
—Rechazó todas mis invitaciones para salir –comentó con enorme pesar el alemán-. Íbamos a divertirnos en grande en las fiestas de mi universidad.
—A mí sólo me dijo que tenía más trabajo y tarea de lo usual, por lo que debía esperar si deseaba ir a visitarla –suspiró con desilusión y tristeza el italiano.
—Todo es consecuencia del cabezota de Aomine-kun. Él ha estado engañando a Axelle-kun con una de sus ex novias –soltó Kuroko muy tranquilamente. Si será gilipollas.
—Explícate, Aomine –sentenciaba el oji dorado con muy mal tono. Aquella faceta de hermano sobreprotector había aflorado y si no obtenía respuestas rápidamente, no se tomaría las molestias de contenerse.
—Yo no engañé a Axelle –objetó.
—Solamente preferías salir y estar con Kido-kun en vez de esar con ella –Tetsu, esa noche simplemente estaba muy parlanchín y muy fastidioso.
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Addicted to U [EN EDICIÓN]
FanfictionNo había manera de que él, Aomine Daiki, perdiera contra ella; contra aquella chica que apareció repentinamente en su vida para imponer sus normas y burlarse de su persona cada vez que tenía la oportunidad. Definitivamente él no iba a ceder ante alg...