La llave

Capítulo 1

Todo se remonta al peor día de mi vida, la desaparición de mi hermana. Me dirigía al salón cuando escuché una conversación que siempre recordaré :
- No voy a seguir vuestra vida, no soy vosotros y Clara tampoco será vuestro conejillo de indias, no somos un experimento , somos vuestras hijas joder .
- Iréis las dos y no hay más que hablar , cada una a su debido tiempo.
- ¿Y si no quiero pertenecer a eso , y si creo que hay otra manera de hacer las cosas. ¿Qué vais a hacer, me vais a matar ?
-No digas tonterías, iras voluntariamente o no, bastante castigo nos has dejado ya quedándote embarazada .
- No me arrepiento de nada.
Se fue llorando, y me vio espiándolos
-Clara ¿Lo has escuchado todo?
Asentí y le di un abrazo, nuestro ultimo abrazo.
- ¿ Por qué no me dijiste nada sobre el embarazo?
Cogió aire
- No lo sé, lo siento.
- Está bien, no pasa nada, antes tu me cuidabas ahora es mi y por cierto, si decides tener al bebé, serás una gran madre.
- Gracias Clara, ahora me tengo que ir a hacer unas cosas, luego hablamos.
No volvió, había sido su forma de despedirse supuse. Pasaron días, semanas incluso meses pero para mi el tiempo seguía paralizado en nuestra última conversación, no era capaz de hacerme a la idea que no formaría más parte de mi vida, me preguntaba cómo lo estaría pasando con el embarazo, si lo había decidido tenerlo o no, cada vez que pasaba por una tienda de bebés me imaginaba a mi hermana y a mi comprando los pañales , yo siendo la tita Clara y de un flechazo me obliga a volver a la dura realidad en la que mi hermana ya no estaba.
No paramos de buscarla y yo no me pensaba rendir hasta encontrarla, pero llegó un momento en el que las autoridades decidieron dejar de buscarla  y darla por muerta "Es muy difícil que aparezca ya, lo sentimos" en ese momento todo mi mundo que prendía de un hilo se derrumbó por completo, no podía culpar al policía habían hecho todo lo que estaba en su mano, pero el dolor no hacía más que crecer.
Mis padres decidieron organizar un funeral, se supone que era para honrar su memoria pero sabía que me estaban ocultando algo , no le di más vueltas y acepte ir. Cuando entramos a la iglesia la gente se fue sentado y se llenó el edificio , lo cual era muy raro porque mi hermana nunca fue una chica muy sociable ni tenía un gran grupo de amigos, luego comprendí habían venido para apoyar a mis padres. Tras un tiempo me tocó dedicarle unas palabras
-Querida Maya:
Eres la mejor hermana que podría haber tenido y te voy a querer para siempre, no olvidaré tu sonrisa , tu mirada llena de ilusión, incluso tu manera de caminar , nos recordaré en todos nuestros momentos desde las peleas tontas por quien ser cuando jugábamos a las winx como cuando hacías de niñera mientras nuestros padres se iban de viaje de negocios , hubieras sido la gran madre que querías ser.
Me aclare la garganta.
Y es extraño porque todo el mundo ha perdido la esperanza , pero tú me enseñaste a conservarla y a saber que todo va a ir mejor. Aunque esto parezca un adiós y estamos de luto yo se que no te has ido, te sigo sintiéndo como cuando éramos unas niñas. Así que no, me niego a pensar que estas muerta y que no nos volvamos a ver, se que es un hasta luego, así que volveremos a vernos te quiero .

Después de eso no pude más y me fui para casa me sentía mal por no estar ahí y sabía que eso traería consecuencias pero necesitaba salir de ahí.
Y así fue cuando llegue a casa tuve cierta conversación con mis padres.
-¿ A que ha venido decir eso de que no está muerta? exclamó mi padre indignado.
- ¿ Tienes una idea de lo mal que no has dejado niñata? Siguió mi madre.
- Me da igual como os hayáis quedado, he dicho lo que sentía , igual que Maya hubiera querido.
-Tu hermana era una insensata ya deberías saberlo .
Estaba indignada pero sobretodo dolida, había algo que no acababa de entender y no me iba a quede con los brazos cruzados.
Entre en el cuarto de Maya, que próximamente iba a ser mío ,tenía una estantería gigante con un montón de libros típicos de una bibliófila como mi hermana ; muchas fotos nuestras, la gente nos dice que somos iguales lo único que nos diferencia es que ella tiene el pelo rubio y yo castaño. ¡Que que felices éramos en ese momento ! Y entre los libros estaba la joya de la corona , su diario ,gracias  a él podría averiguar más cosas acerca de su paradero ; solo me quedaba encontrar la llave. Y eso no iba a se tan sencillo, pero no imposible.