Conociendo

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"Saldrás de aquí hoy" - dijo el hombre alto acomodándose sus lentes

"¿En...enserio?" - le pregunté confusa

"Si. Te darán ropa ahí adentro, ropa holografica del espejo. Cuando termines sal, te estaré esperando en el auto."

"Entendido" - le dije asintiendo la cabeza.

Él no respondió y simplemente se fue, sin decir una palabra.

La tela cubría mi cuerpo, el algodón se sentía suave, al fin me cambiaba de ropa, de esa fea pijama blanca que parecía de un manicomio.

La gente me trata como escoria por un simple número de coeficiente de criminalidad...

Me vestí con una camisa, un traje de vestir, saco y pantalón negros, me dejé mi cabello suelto es ondulado color café claro, después de todo no tengo nada para recogerlo.

El sol se partía por el medio y se sentía una suave brisa, me aseguré de respirarla para que impregnara mis pulmones, eran mas o menos las cuatro de la tarde. Me dirigí al auto donde Ginoza estaba apoyado con los brazos cruzados..

"¿Estas lista?" - me preguntó

"Si..." - le respondí un poco tímida

"Entra" - me dijo. Yo abrí la puerta y entré en la parte delantera del auto.

Veía la ciudad después de años, todo se veía brillante, las luces resplandecian, el ambiente ocupado de la ciudad, había olvidado todo eso...absolutamente todo, como si fuera un mundo nuevo al cual estaba entrando.

El viaje fue muy incómodo y silencioso, Ginoza no decía nada, ni siquiera pestañeaba, este tipo de miedo.

Llegamos a un edificio, muy alto, de unos setenta pisos. Bajé del auto junto con Ginoza, apenas si decía una palabra. Me dijo que lo siguiera. Entre para ver una estructura gigante, oficinas muy bien organizadas, personas ocupadas con un sin número de situaciones. El inspector Ginoza me llevó a una oficina, había cuatro personas sentadas en sus respectivos escritorios.

La verdad es que estaba muy nerviosa, no había interactuado con personas desde hace mucho tiempo, ¿como se supone que lo iba a hacer ahora? Además pensé...estos ejecutores deben ser adoradores del sistema sybil, pero....me equivoqué.

"Ella es Nishikawa Mitsuki, es la nueva ejecutora de la que les hablé." - dijo Ginoza sin cambiar de expresión

"Ooohh pero que lindura trajiste Gino!" - me volteé para ver a un chico pelirrojo, mmm no...de cabello naranja con el cabello alborotado. Al lado izquierdo de su cabello le agarraban sus mechones 4 orquillas para el cabello y tenia un traje el cuál casi todo era negro, excepto su corbata y sus dos cinturones...

"Me llamo Kagari Shusei, encantado de conocerte...Mitsuki..." - me dijo con una mirada tan atrayente, tan llena de vida que....me encantó

"Igualmente, Kagari. Encantada" - le respondí con una mirada tierna, a lo que él sonrió

"Kougami Shinya, ejecutor" - dijo un hombre alto, con ojos azules, de cabello negro, como si estuviera cansado de la vida

"Kunizuka Yayoi, ejecutora" - dijo una mujer con unos ojos celestes hermosos, cabello negro atado en una cola de caballo, muy seria, casi tanto como Gino

"Soy Masaoka Tomomi, encantado de conocerla señorita..." - me dijo un hombre mayor de cabello café, parecía tener experiencia en el campo.

Estaba por responderle pero...

"Ya basta de formalidades!! Kagari, mustrale a Nishikawa su cuarto.." - dijo el inspector mal humorado interrumpiendo

"Por supuesto" - dijo el chico de cabello naranja levantándose de su silla y dirigiéndose a mi "Sígueme, Mitsuki" - se acercó.

Yo solo lo seguí a ver a donde me llevaba.

Bajamos al sexto piso, estas ya no eran oficinas, más bien eran muy diferentes, había tapizado y la decoración era diferente, parecían departamentos....

"Mitsuki ¿eh? Me gusta tu nombre..." - me dijo Kagari

Solté una pequeña risa y respondí "Gracias Kagari, eres muy amable"

Al final llegamos a una puerta...

"Este es tu cuarto, Mitsuki. Antes de que entres tengo que darte esto..." - me dijo sacando un bracelete, más parecía una especie de reloj ancho, una cadena...

"¿Que es?" - pregunté curiosa

"Es el comunicador de los ejecutores. Sirve para guardar información de los casos y hacer llamadas, pero...su función principal es que es nuestro rastreador" - dijo Kagari

"¿Como se pone?" - le pregunté

"Asi...¿puedo?" - me preguntó sosteniendo el comunicador

"Si, por supuesto" - le respondí estirando mi mano para que me lo ponga.

Cuando me lo pusó sentí un poco de dolor ya que estaba muy ajustado y se sentía pesado

"¿Y como me lo sacó?" - pregunté

"No se puede....por eso es difícil de sacar, para que no nos escapemos, generalmente no nos lo sacamos. Otra maravilla del sistema sybil..." - dijo bajando la cabeza

"¿Tu también odias al sistema sybil?" - le pregunté extrañada

"Si, lo odio. Me quitó mi libertad. Y por la pregunta parece que tu también.."

"Si, lo mismo" - le respondí

"Creo que nos vamos a llevar bien, Mitsuki"

Psycho Pass: Monstruo Sin NombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora