Maestra, ¿Qué es gustar? (Única parte)

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1º grado.

Harry movía sus piernas de adelante hacia a atrás, alternándolas. Para tener cuatro años, eran muy largas, ¡incluso tocaban el suelo!

La maestra Lauren había decidido -de manera muy injusta, si se le preguntara- que merecía ser echado del aula de clases porque le quitó un crayón a su compañero Louis.

¡No era su culpa que ese enano fuera tan odioso! ¡Él sólo le pidió de forma amable -bueno, tal vez no tanto- que le diera el crayón rojo!

Él solo quería pintar el bonito lazo que Taylor tenía en su cabello rubio. Se veía muy linda con aquel vestido del color de sus ojos.

Se habría quedado pensando en ella durante todo su castigo, de no ser porque Louis salió por la puerta del aula, sólo sacando la mitad de su cuerpo. Divisó a Harry, y apretó con fuerza el crayón en sus manos.

Cuando Harry apenas giraba su cabeza para mirarle, sintió como algo golpeó su frente con fuerza. Instintivamente, un grito agudo nació del fondo de su garganta.

En ese momento, una asustada Lauren salía del aula con una expresión de preocupación.

"¡Eres un bobo! ¡Le diré a tu mami que eres malo!" Gritó el ojiverde con la furia latente en sus venas y dos ríos en sus ojitos. Louis sólo le sacó la lengua con una sonrisa burlona dibujada en su rostro.

La maestra alzó en sus brazos a Harry mientras secaba con sus manos las mejillas del niño. Y dirigió una mirada amenazante hacia el pequeño castaño, que sólo atinó a encogerse en su lugar.

"Louis Tomlinson. Cuando regrese, tendremos una charla muy seria, muchachito." Y sin más se dirigió a la pequeña enfermería del jardín de niños.

2º grado.

El patio de la escuela estaba lleno de mamás tomadas de la mano junto a sus pequeños. En cada aula, un pequeño letrero con la inscripción “¡Feliz Día de las Madres!”.

"Mami, ¿puedo usarlo?" preguntó el ojiazul señalando el pequeño accesorio colocado en el cuello de su madre, con un poco de timidez en su voz.

Johanna volteó a verlo. La mujer llevaba un bonito vestido verde menta con estampado floreado que resaltaba su figura. Y el accesorio en cuestión, era un collar de plata con un dije mariposa. Siempre había tenido cierta fascinación por ellas.

"Claro, cariño." Sus suaves manos alcanzaron el broche del collar, retirándolo de su cuello. Se puso de cuclillas y lo colocó justo debajo del cuello de la camisa de su hijo.

Louis acarició en sus manos el pequeño dije, mirándolo con sus ojitos brillantes de alegría.

"¡Gracias mami!" Dijo dando saltitos de emoción. "¡Iré a jugar con Liam!" Liam era su mejor amigo desde la guardería. Un niño un poco más alto que él, con mejillas pellizcables y eternamente sonrojadas.

Corrió alejándose de su madre, ignorando las advertencias de ésta. No iba a jugar con Liam, iría a presumirle a Harry que su madre le había prestado algo importante para ella. Lo que para alguien de su edad significa que es lo suficientemente grande para que su madre le confíe algo así.

Cuando llegó al rizado, éste estaba comiendo un pastelito con betún color rosa junto a la mesa de bocadillos. Era un niño de cinco años, obviamente tenía el betún por todo el contorno de sus labios y barbilla.

"¿Acaso no sabes comer bien? Mi abuelita Rose dice que es de muy mala educación mancharse la boca" Comentó el ojiazul con malicia.

Harry simplemente paso su lengua por sus labios quitando un poco de betún.

Maestra, ¿Qué es gustar? || Larry OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora