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En una tranquila tarde, la vida parecía haber encontrado su equilibrio. Después de superar diversas adversidades, finalmente habían decidido dar un paso más en su relación y habían decidido casarse. Sus vidas se llenaban de una energía cálida y llena de amor, una sensación que ambos compartían y disfrutaban juntos.

El pequeño hijo que habían adoptado, un niño encantador de 7 años, había traído una nueva luz a sus vidas. Juntos, formaron una familia sólida y cariñosa, encontrando en la paternidad una satisfacción y felicidad que nunca habían imaginado.

La relación de Mahiru y Katsuki, que en un principio había estado marcada por sus desafíos y desencuentros, se había transformado en una hermosa historia de amor y compañerismo. Juntos habían aprendido a enfrentar los obstáculos de la vida, apoyándose mutuamente y encontrando fuerza en su unión.

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En una soleada tarde, Shoto se encontraba caminando por la ciudad, perdido en sus pensamientos. A pesar de haber pasado tiempo desde que su relación con Mahiru no funcionó, aún había momentos en los que recordaba su historia juntos y se preguntaba qué habría sido si las cosas hubieran sido diferentes.

Decidió entrar en una acogedora pastelería para tomar un descanso y disfrutar de un delicioso postre. Pero, cuando entró, sus ojos se encontraron con alguien que nunca esperó ver en ese lugar.

Mahiru estaba allí, parado en frente del mostrador, con una sonrisa en el rostro mientras miraba con cariño a su hijo, quien le acompañaba con entusiasmo. El corazón de Shoto dio un vuelco al ver la escena, y un sentimiento de nostalgia y añoranza lo invadió.

A pesar de haber terminado su relación con Mahiru, Shoto no podía evitar sentir una conexión especial con él. Recordaba los momentos felices que compartieron, así como las dificultades que los llevaron a separarse. Pero ahora, verlo como padre, junto a un niño, despertaba una mezcla de emociones en su interior.

Se quedó observando desde un rincón, con el corazón acelerado, mientras escuchaba fragmentos de la conversación entre Mahiru y el niño. Era evidente que estaban disfrutando de su tiempo juntos, compartiendo risas y complicidad. La ternura y el cariño que Mahiru mostraba hacia su hijo llenaban el ambiente de calidez. Shoto se dio cuenta de que Mahiru había encontrado la felicidad en su matrimonio con Katsuki y en la formación de una hermosa familia. Aunque una vez fue su pareja, ahora veía a Mahiru como un hombre lleno de amor y dedicación, comprometido con el bienestar de su familia.

Una mezcla de sentimientos lo invadió. Por un lado, se alegraba de que Mahiru hubiera encontrado la felicidad que merecía. Pero, por otro lado, no pudo evitar sentir un atisbo de tristeza y añoranza al darse cuenta de que su relación con él había quedado en el pasado.

Tomando una decisión, Shoto decidió acercarse. Se armó de valor y caminó hacia el mostrador donde Mahiru estaba. La sorpresa en los ojos de Mahiru al verlo allí era evidente.


Shoto: Hola, Mahiru.

Mahiru: Shoto... ¿Eres tú?

Shoto asintió con una leve sonrisa, sintiendo que las palabras se le quedaban atascadas en la garganta. Mahiru también lo miraba con una mezcla de emociones, como si los recuerdos de su pasado juntos también lo estuvieran invadiendo.

Shoto: Veo que tienes una familia hermosa. Me alegro por ti.

Mahiru: Gracias... ha sido un camino complicado, pero al final encontramos la felicidad.

Shoto: Me alegra escuchar eso.

Hubo un momento de silencio incómodo, pero Mahiru decidió romperlo.

Mahiru: ¿Cómo has estado?

Shoto: Bien, he seguido adelante. La vida sigue su curso.

Mahiru: Me alegra escucharlo.

La conversación continuó de manera amistosa, ambos compartieron pequeñas actualizaciones de sus vidas y se mostraron genuino interés por cómo les iba. Aunque el pasado seguía presente en sus pensamientos, ahora podían hablar con madurez y sinceridad.

En la tranquila pastelería, el encuentro casual entre Mahiru y Shoto desató una mezcla de emociones en ambos. Aunque habían pasado mucho tiempo desde su última conversación, la conexión que una vez compartieron se hizo presente nuevamente, aunque ahora teñida de nostalgia y nuevos sentimientos.

La noticia de que ambos habían adoptado hijos fue un giro inesperado. Mahiru compartió con entusiasmo la noticia sobre su hijo, mientras que Shoto reveló con timidez que también había dado un hogar a un niño de 7 años.

El encuentro despertó una chispa en Shoto, que sintió cómo su corazón se aceleraba ante la posibilidad de que sus hijos se conocieran y, tal vez, fueran amigos. Pero la sorpresa más grande llegó cuando Mahiru, con una sonrisa pícara, mencionó que podrían incluso ser pareja en el futuro.

Aquellas palabras provocaron un leve sonrojo en el rostro de Shoto, quien sintió una mezcla de sorpresa y emoción ante la idea. A pesar del tiempo que había pasado y las dificultades que enfrentaron en el pasado, el sentimiento de amor hacia Mahiru seguía presente en su corazón.

Al salir de la tienda, Shoto no pudo evitar sentirse abrumado por la emoción. "Te amo", susurró en su interior, deseando que Mahiru pudiera escuchar sus pensamientos. Sabía que debía tomar la oportunidad de reencontrarse con él y, tal vez, explorar una nueva etapa en sus vidas.

En su camino de regreso a casa, Shoto reflexionó sobre lo efímero que puede ser el amor. A pesar de que en un momento dado parecía que duraría para siempre, la vida a veces tiene otros planes y nos separa de las personas que creíamos que estarían siempre a nuestro lado.

Shoto pensó en cómo el amor entre él y Mahiru, una vez tan fuerte y apasionado, se había desvanecido con el tiempo y las circunstancias. Aunque la vida los había llevado por caminos separados, el encuentro en la pastelería demostró que los sentimientos no se habían desvanecido por completo.


"El amor puede no durar para siempre", pensó Shoto, "pero tal vez, en ciertos momentos de nuestras vidas, podemos volver a encontrarlo y darle una segunda oportunidad".

Con un nuevo sentido de determinación, Shoto decidió que debía tomar acción para reencontrarse con Mahiru. Aunque no sabía qué depararía el futuro, estaba dispuesto a enfrentar lo que viniera y luchar por el amor que una vez compartieron.

"Amor" no define lo que siento por ti / Todoroki Shoto X Male¡Reader (Rescripto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora