Mami Luzu's Kindergarten

Picnic, juegos y algo más... [Especial 1.000 lecturas :3 3/5]

Samuel (Vegetta) PoV

Apenas habíamos llegado a la plaza había corrido a las hamacas ya que solo quedaba una libre. Guille y Frank se habían sentado un poco más lejos con mi unicornio; me sentía mal por ellos, se veían realmente desanimados por no poder subirse a los juegos... Pero me habían hecho una broma horrible para mi gusto, así que en cierta forma se lo merecen. Aunque desde que nos habíamos vuelto bebés sentía que había cambiado mucho: lloraba por todo, incluso por bromitas que se supone que se que no son reales, y tenía miedo a casi todo lo que me rodeaba. ¿Qué le había pasado a mi seguridad en mi mismo? ¿A mi valentía? ¿A mi poca, y sensual, inteligencia? Esas eran mis grandes dudas...
Seguí hamacándome por un largo rato mientras pensaba en todo eso. De hecho se me había vuelto costumbre pensar en lo que nos estaba pasando y ya casi no le prestaba atención porque no había una razón lógica para explicarlo. En eso estaba cuando escucho unas voces femeninas acercándose.
-Vaya rápido señorita- dijo una mujer a la que no llegaba a ver por los árboles y arbustos de la plaza.
-¡Si Miss Rogers!- escuché a una niña pequeña decir y segundos después la vi aparecer corriendo hacia las hamacas.
Llevaba un vestidito que se veía bastante caro como para llevarlo a una plaza a jugar. Era más bajita que yo, su piel era clarita, casi blanca podría decir, sus ojos color miel y su cabello del mismo color que tenía algunas ondulaciones y le llegaba a los hombros. Lo primero que se me cruzó por la cabeza fue que se parecía a Ricitos de Oro. Estaba tan perdido mirándole la ropa que no noté su cambio de expresión de contenta a triste mientras se quedaba quieta donde estaba.
-Si no va a subirse a ningún juego hay que irnos señorita- le recordó una mujer que aparecía a su lado y debía tener unos setenta y pico de años y se veía muy poco amigable-. Su padre se enojará si no volvemos temprano y encima no jugó nada.
La niña miró las hamacas completamente desanimada y ahí comprendí que le pasaba: todas las hamacas estaban ocupadas. Pensé en darle la mía pero yo estaba desde hacía menos de 15 minutos, ¡que se la dieran los demás que estaban desde antes!
-Esta bien Miss Rogers, volvamos...- dijo ella extendiéndole la mano a la señora.
"Pobre niña... No pudo jugar nada" pensé y el remordimiento me empezó a atacar. No podía dejar que se fuera sin disfrutar un poco primero.
-¡E-Espera!- exclamé bajándome de la hamaca. Tanto ella como la mujer, a la que llamaba Miss Rogers, se dieron la vuelta a mirarme y sentí como mis mejillas se tornaban rojas-. P-Puedes usar la hamaca en la que estaba, yo esperaré a que se desocupe otra...
La pequeña me miró unos segundos sin creerse lo que le decía, luego miró a la señora y sonrío de oreja a oreja. Pensé que correría directo a la hamaca como haría cualquiera pero en vez de eso se me acercó y me abrazó.
-Muchísimas gracias- me susurró y besó mi mejilla antes de subirse a la hamaca.
Me quedé un ratito quieto en donde estaba, completamente rojo, y cuando reaccioné estaba sonriendo como tonto. Noté que alguien me miraba y al voltear vi a la señora mirándome como si fuera una cucaracha. Si las miradas mataran la de ella me hacía polvito.
Preferí ir cerca de donde estaba la niña a esperar que se desocupara un lugar y pasó cerca de 7 minutos hasta que quedó libre la hamaca de al lado a la de ella.
-Hola, me llamo Samuel- me animé a decirle luego de un rato.
-Un placer conocerte Samuel- me dijo muy educada para tener 3 o 4 años-. Mi nombre es Guadalupe, pero mis padres me dicen Guadi.
-Lindo nombre- sonreí.
-El tuyo también es lindo Samuel- me devolvió el gesto.
-Dime Samu, es más corto y me gusta más así- le dije para que no tuviera que estar diciendo todo mi nombre-. ¿Eres de aquí?
-No- negó ella-. Nací en Londres, Inglaterra.
-Wow- fue lo único que pude decir-. ¿Y por qué estás en Los Ángeles? Londres es muy bonito...
-Lo se, mis padres vinieron por temas del trabajo cuando yo tenía tan solo meses- me dedicó una tierna sonrisa.
-Ya veo... ¿Y te gusta la ciudad?
-Sip, es realmente hermosa y muy grande- le brillaron los ojos un poco.
-¿A qué jardín vas?- pregunté con curiosidad.
-No voy a ningún jardín, me enseñan en casa las criadas- contestó como si fuera lo más normal del mundo.
-¿Qué?- eso me había desconcertado, y mucho- Entonces, ¿dónde haces amigos?- decidí ignorar la parte de que tiene criadas.
-En realidad no tengo amigos...- dijo algo decaída mientras seguía hamacándose.
-Oh, pues entonces yo seré tu amigo- dije sin pensarlo.
Ella paró la hamaca de repente y se paró frente a mi, haciéndome parar también para no chocarla.
-¿De verdad serias mi amigo?- me preguntó completamente seria.
-¡C-Claro!- tartamudeé-. P-Pero si no quieres no, y-yo solo...
No pude terminar de hablar porque ella se me había tirado encima y me había abrazado como hacía un rato pero durante más tiempo, así que le devolví el gesto.
-Gracias gracias ¡gracias!- murmuró ella separándose de a poco-. Nunca creí llegar a tener un amigo...
-¿Por qué no...?- esta vez la que me interrumpió fue la señora con la que había venido Guadi.
-Señorita, ya es hora de irnos- dijo con una vos inexpresiva pero mirándome fijamente.
-Esta bien, ¿pero mañana puedo volver?- preguntó tímidamente.
-Eso se lo preguntará a su padre, ahora andando- le agarró la mano y empezó a llevársela.
-¡Nos vemos mañana Samu!- me saludó ella con su mano libre y se marchó de la plaza.
-Chau...- logré murmurar algo triste y enojado por la forma en que esa mujer trataba a Guadi.
Suspiré y logré escuchar a lo lejos a Luzu y Lana llamándonos para almorzar. Les pediría de volver mañana e invitaría a Guadi a pasar la tarde en casa. Sonreí ante la idea de que conociera a los chicos y tuviera verdaderos amigos. Así me dirigí a donde estaban todos, feliz de haber hecho una nueva amiga y de paso que ella haya conseguido un amigo.

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Tercera parte y última por hoy!! Mañana o pasado subiré los que faltan, no se, tengo que escribirlos :v Voten, comenten y disfruten!! Besitos :3 <3