Reencarnaciones y mellizos

Hermione

En Halloween ocurrió eso que logró que los hermanos se empezaran a conocer y se unieran, dialogando sus diferencias. 

Tuvo una discusión con Ronald Weasley, uno de los amigos de otras casas de Harry Potter y alguien que la tenía de punto. Ese día la había atacado con que muchas cosas podrían ser mejor para ella si no fuera amiga de Hulderic. Al instante, saltó en defensa suya, de Hulderic, y de su amistad. Pero cuando Ron se la regresó con su "falta de amistades", pues para con ella todos le consideraban parte de esos compañeros cercanos afectivamente fuera de lo escolar también pero ninguno íntimo. Unas frases más, y Hermione no pudo evitar largarse a llorar. Si lo hubiera pensado, se habría percatado que lo último fue envidia y que Ron tampoco era popular exactamente, pero le había dado en uno de sus puntos débiles y no razonó. Siempre la habían molestado con eso; ya no era verdad, era más sociable, y ahora también sabía que no serlo no era malo, pero le iba a llevar más tiempo superarlo.

Faltó a su promesa de cenar con su amigo de Slytherin, olvidando todo en su llanto. Pero él no, y cuando no lo cumplió ni la encontró sospechó. Su amiga nunca le falló esos meses, y de todas maneras no hubiera sido tan grave si por lo menos hubiera aparecido. Se dijo que estaba siendo paranoico, pero cuando en medio de la cena Quirrell apareció gritando: "¡TROLL EN LAS MAZMORRAS!"...

Corrió hacia la mesa de Gryffindor y preguntó a varias primer año hasta que una le respondió: "Oímos que peleó con Ron y fue a llorar al baño", con una gran indiferencia. Otra a su lado rió.

Observó el rostro de las chicas hasta que recordó sus nombres. Parvati Patil la que habló, la otra Lavender Brown. No las olvidaría.

Asintió. "Gracias", murmuró. Iría a buscarla

.

Harry, al igual que el resto de los slytherin, no se movió de la mesa, por ordenes de su jefe de casa. Estaba bastante intranquilo; no pudo comer más. Cuando vio a su... hermano, deslizarse y mezclarse con los gryffindor, no pudo evitar seguirlo. Estaba preocupado. No sabía si por la posibilidad que perdieran puntos, o por Hulderic.

Había aceptado que era su mellizo, después de dos meses más de sesiones con la psicóloga los fines de semana. La mañana del pasado sábado había sido dado de alta. 

Había estado determinado a hablar con él. Pero no había podido. Primero no tenía el valor, y cuando dio el primer paso y de disculpó... Se preguntaba si el otro por lo menos lo había registrado. Finalmente, el día anterior se había dispuesto a hablar con él, y fue detenido por Granger. 

Se había acercado por las espaldas y a un par de pasos de él, una mano lo tomó del brazo y lo llevó a una esquina. Era la chica.

Dijo: "Tenemos que hablar, mano a mano, primero", había dicho.

Esa tarde se habían reunido. Le había hecho todo un cuestionario, que lo molestó mucho. ¿Por qué tenía que dar explicaciones? 

Y ella al final solo se excusó con que: "tenía que comprobar que no le harías más daño".

Harry exclamó: "¡¿A qué te refieres?! Además; es mi hermano, no tuyo. No deberías entrometerte".

Sus ojos se llenaron de lágrimas y comenzó a arrepentirse. Pero ella era una leona. Por ende, pese a las lágrimas arremolinándose en sus ojos, no se quedó callada:

"Pero soy su amiga, y he estado más tiempo junto a él que vos desde septiembre. Tu hermano es un jodido doncel, imbécil. Los nacidos muggle no lo entienden y lo toman por débil. Los sangre pura, si no están tirándole piropos incómodos siendo él un ¡niño! (si bien el tonto no suele captarlo e incluso me negó tal posibilidad cuando me lo explicó), también lo joden a lo pesado porque por ser un niño no puede ser persona, e identificarse, definir su identidad, parece, como si... Agh, sabés qué, me largo. Estoy cansada de... No importa. Solo... solo quería confirmarlo..."

No supo qué responder y ante su silencio, probablemente su cara de pasmado también, se retiró. 

Ahora descubría que, ni bien ella entró a su sala común, la chica se topó con el tonto de su querido amigo pelirrojo y tenido una segunda discusión. Debían arreglar ambos la situación en que la habían metido. 

No esperó a oír la respuesta de su hermano para las leonas antes de, buscar a Ron y llevarlo a desviarse del camino. Estaban por doblar cuando una mano lo jala para atrás desde el hombro, con fuerza. Era Draco.

"¡¿Están locos?! ¿Qué piensan hacer!", murmuró gritando alterado.

Le explicaron. 

"Me sumo", dijo. Antes que pudieran responder, los agarró a ambos de las manos y los hizo correr mucho. "No sé por qué tu hermano demoró tanto en moverse pero estaba por venir acá. Puedo sentir su energía. Vamos. Vayamos por este atajo", y los llevó a tomar un desvío que desconocía y, considerando que tenía la misma cara de desconcertado cuando lo giró a ver, Ron tampoco. A saber dónde supo de dichoso desvío.