S A F E || Segunda Temporada || H.S

T2:E16: Sorpresa, Confusión Y Desamor

-Es mi novia.

Las palabras se clavan dentro de mi pecho como balas. De pronto, todo mi cielo azul se había tornado negro y obscuro. Mi mente, aún trataba de analizar lo que había escuchado.

Solo intento ser fuerte y no caer de rodillas y llorar como una niña, igual como le he hecho los últimos siete años. ¿Acaso mi puta vida era solo sufrir?.

Trato que mi nudo en la garganta no se convierta en lágrimas, así que solo intento hacer lo correcto, alejo mi mano de la suya y mantengo la mirada cabizbaja, mientras parpadeo repetidas veces tratando que mis lágrimas no salgan.

-Que bien -le digo.

Sin embargo sé que ya notó en mi mirada todo lo que estaba sintiendo en estos momentos.

-Cuéntame. ¿Qué ha sido de ti estos últimos años? -pregunta mientras finge una sonrisa.

-Pues. Creo que nada interesante. Llegué aquí hace siete años. Mi madre me ayudó a pagar mi carrera universitaria. Soy Oncóloga infantil-Sonrío.

-¿De verdad? -veo como Harry me observa con tanta atención y entusiasmo. Haciéndome sentir importante.

-Sí -respondo con una leve risa-Contigo pude casi sentir lo que era el cáncer... -lo observo fijamente, sus ojos parecían querer estallar en llanto, pero no lo hacen-Cuando creí que habías muerto... Prometí que el cáncer no iba cobrar una vida más, en especial en niños -suspiro mientras desvío la mirada hacia la luminosa luna que se escondía en el mar.

-Eso es Increíble, Sydney -dice.

-Ahora solo me dedico a mi trabajo, a mis niños y... Recordarte -lo observo-Nunca pude olvidarte, Harry.

Los ojos de Harry no se despegan de los míos, parecieran estar diciendo miles de cosas a través de ellos, como transmitiendo todo aquello que no podía decirme.

-Lamento no haberte buscado. Solo... Creí que te habías ido para siempre -finalmente una lagrima brota de sus ojos-No hubo una sola ocasión en la que no le pidiera a Dios, que te volviese encontrar. En el fondo sabía que pasaría, que volveríamos estar así, frente a frente.

Su cuerpo se aproxima más a mí, siento su respiraciónas cerca, su vista ahora se desvía hasta mis labios. Solo podía sentir a mi alma y espíritu anhelandolo otra vez cerca de mi, tocarlo y nunca soltarlo. Pero en el fondo, sabía que esto era un error, y era demasiado tarde. No me doy cuenta cuando su frente ya está conectada a la mía, con sólo un movimiento más, sus labios ya estarían tocando los míos, pero me detengo.

-No puedo-le digo.

-Dime por qué.

-Solo... No puedo, lo siento -susurro mientras sujetamos mutuamente nuestras mejillas.

-Lo entiendo -responde.

Dentro de mi estaba gritándole que no se alejara, que me besara y que no se detenga, que otra vez pueda volver a llamarme suya, y solo suya.

-Estás con alguien más, ¿cierto? -me pregunta, sin embargo. No tengo la valentía para mirarlo a los ojos ahora mismo.

-Sí. -me limito a responder.

La vista de Harry, rápidamente se posa en otro lado, simplemente puedo notar como su mandíbula se aprieta con fuerza-¿Es tu novio? -pregunta sin mirarme.

No lo digas, no lo digas, no lo digas. Repetía en mi cabeza una y otra vez, sin embargo, hablo-Es mi esposo.

Él. Me mira. Siento como un hilo se ata en mi corazón cuando veo su expresión, de sorpresa, confusión y desamor. Sé que lo había lastimado, sé que le dolió escucharme. Es entonces cuando mi corazón termina de romperse, y si era que algo quedaba vivo en él, ver a Harry llorar, lo había destrozado por completo.

-Es tarde. Dejame acompañarte a casa -dice levantándose mientras limpia todas las lágrimas que se habían desplomado sobre su rostro.

-Harry -me mira-sé que no lo esperabas -hablo mientras mi voz se corta lentamente-Pero yo sí creí que te habías ido para siempre.

-Solo espero que sepas una cosa, Sydney -el chico de ojos claros se acerca hasta mi-Nadie en este puto mundo, te va amar como yo lo hago.

Siento miles de cosas revoloteando en mi estómago, escucharlo decir esas palabras, había sido una bomba de sentimientos dentro de mi.

-Éramos solo unos niños -susurro-Ahora somos mundos muy distintos. Y así deberíamos quedarnos.

¿Qué carajos haces?. Mi mente me cuestionaba.

-No quiero volver a perderte. No otra vez. -Harry sostiene mi mano.

Quería llorar, quería gritar, quería decirle que me dijera otra vez que me ama, quería estar con él en todos los aspectos. Pero ya era demasiado tarde, para ámbos.

-Lo siento. -hablo sin pensar.

Era como si otra Sydney estuviera dentro de mi, apoderándose de las palabras que decía, ésta no era yo.

Entonces. Me voy.