Mi cuerpo estaba experimentando un trance tan esporádico que ni siquiera las drogas me habían hecho sentir algo así. Parecía que todo estaba concurriendo en cámara lenta, estaba totalmente estupefacta, no pude moverme hasta que Axl golpeó nuevamente a Eddie y me ayudó a despabilarme.
-¡Axl! -grité casi sin aire- ¡Ya déjalo! ¡Déjalo!
A pesar de que elevara la voz lo más alto que me diera la garganta, Axl no me escuchaba, golpeaba incansablemente el rostro de Eddie, y cuando éste trataba de sacárselo de encima, el pelirrojo empezaría a golpear su estómago aún más fuerte. Lo que estaba viendo, era la parte más oscura y despiadada de Rose, algo que nunca había visto, ni habría imaginado. En sus brazos podía ver sus venas marcarse notoriamente, su rostro estaba rojo de ira y sus ojos enfocados en la cara llena de sangre de mi amigo. Parecía un león hambriento, una bestia disfrutando destrozar a su presa.
La gente en el bar, debido a mis gritos y el estruendo de los golpes, se acercó para ver qué estaba pasando. Nadie hacía nada para separarlos y los de seguridad no podían pasar gracias al amontonamiento de las personas. Yo seguía gritando, rogándole a Axl que lo soltara, ya que si seguía golpeándolo lo mataría. Le gritaba con todas mis fuerzas, pero no era suficiente, el rostro de mi amigo estaba demasiado lastimado, tenía que hacer algo; Eddie era muy importante para mí, Axl era la persona que amaba y lo que estaba sucediendo era una pesadilla.
Logré salir del trance en el cual estaba atascada e intenté empujar a Axl para quitarlo de encima de Eddie. No sé de dónde había sacado tanta fuerza, pero logré correrlo bastantes centímetros como para darle tiempo a mi amigo a que pudiese levantarse del suelo. Axl seguía encendido, ni siquiera le importó que yo tratase de frenar la pelea e insistía con acercarse a Eddie, pero yo estaba parada delante de él, tratando de sostenerlo con mis débiles brazos. Él no reaccionaba ante mí, yo gritaba y trataba de llamar su atención, la gente del bar trataba de cubrir a Eddie de sus puños, pero éste estaba tan concentrado en matar a mi amigo, que sacaba fuerzas de dónde no las tenía.
-¡Axl, por favor mírame! -gritaba mientras agarraba su rostro con mis manos- ¡Axl, soy yo! ¡Por favor, no lo hagas!
Rose no me escuchaba, había mucho bullicio y él sólo estaba concentrado en aniquilar a Eddie.
Yo era lo principal que interfería en su camino para llegar a Eddie. Estaba delante de él y con mis manos en su pecho, hacía el pobre intento de impedir que avanzara. Pero en cuanto se dió cuenta de que si me quitaba de ahí podría pasar, supongo que sin pensarlo, me agarró del brazo y me tiró hacia un costado. Yo caí al suelo, con el brazo bastante adolorido y cuando me vió en el piso, se frenó y me miró con los ojos muy abiertos. Parecía como si ese demonio que lo estaba poseyendo se habría ido y habría dejado a un Axl débil e inocente ahí parado, arrepentido y sin saber qué mierda hacer.
Me miraba casi sin pestañear, sus temblorosas manos estaban manchadas con la sangre de Eddie.
-Axl -dije mirándolo.
La gente en el bar había bajado la voz y la música ya no estaba sonando, sólo se escuchaban unos escasos murmullos de algunos.
Axl levantó la vista para mirar hacia el lugar y cayó en la cuenta del show que acababa de brindar. Se exaltó cuando vió a toda la gente mirándolo y a Eddie herido y asustado de él. Bajó la vista para ver sus manos manchadas de sangre, las cuales aún temblaban. Su expresión de desconcierto me provocaba empatía y lástima de alguna forma. Verlo ahí parado, sin saber que hacer, sin saber a dónde ir, hacía que mi corazón se ablandara, pero no borraba lo que acaba de hacer.
Me levanté con ayuda de unos jóvenes y me acerqué a él, el cuál me miraba con mucho miedo y tratando de adivinar qué haría. Lo tomé de la mano y lo tiré de ella para que avanzara, éste empezó a caminar con un paso dudoso pero yo insistía tirando más fuerte. Lo llevé hacía el sótano sin decir una sola palabra en el camino y al llegar cerré la puerta con cerrojo. Axl se sentó en el piso, apoyando su espalda contra la pared del lugar. Yo me acerqué lentamente y él no me observaba, había colocado su cabeza entre sus rodillas y sus brazos rodeándolas. No podía ver ninguna porción de su rostro ya que el cabello le tapaba todo. Así que me senté a su lado y lo dejé que se tomara el tiempo que necesitara.
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When I Look Into Your Eyes [Axl Rose]
Fiksi PenggemarSunset Boulevard, Los Ángeles, California, 1985. Todo inadaptado terminaba ahí en ese momento, incluyéndome. El destino me llevó ahí y me dió al fin, lo que en años no había tenido; paz. Pero nunca imaginé toparme con alguien como él, nunca pensé qu...