Reencarnaciones y mellizos

Segunda semana

La segunda semana, además, se añadieron muchos mimos de Harry a Hulderic. No solo chocolates, golosinas, frutas, snacks con semillas, entre comidas. Y es necesario equiparar amor con comida porque estamos hablando desde los ojos de Ronald Weasley.

Él notó cómo la primera semana habían ocurrido cambios: Harry insistiendo en que Hulderic comiera más, pasando todo el día con él...

Pero a partir de la segunda semana, había momentos en que Hulderic parecía estar mal. Que un slytherin parezca estar mal era algo que decir, suponía él, pues cuando no se andaban con máscaras solían ser incómodos con el cariño y los sentimientos. O así pensaba él, a raíz de rumores y prejuicios. 

Cuando Hulderic tenía ojos brillosos o andaba más cabizbajo de lo normal, o cierto aura... Harry lo abrazaba, le revolvía el pelo. ¡Merlín! Cuando su mellizo llegó tarde a una clase encontrándose en ese estado, él hasta se las ingenió para tramar cómo fallar con el hechizo y armar un revuelo de papeles voladores por toda la clase, con tal de animarlo. Y a Ronald Weasley no lo engañaba; él lo había visto especialmente concentrado pensando con una cara extraña y después sonreír con la misma sonrisa de sus hermanos gemelos antes de hacer una travesura, y se había excusado con la misma sonrisa que ellos después de hacerla. 

Pero de todos modos Ron no dijo nada, porque había logrado alegrarlo y no era tan hijo de puta para arruinarle una carita feliz así a nadie... Bueno, no a un doncel o una chica, a menos que fuera de su familia. No después de Hermione.

Generalmente no se determinaban los géneros a sus edades. No obstante, Molly, una vez, en una de las charlas sobre el tema le había explicado, a raíz de dudas y temores suyos cuando lo habló, le dijo cómo funcionaba y que "pero no siempre es así", siendo él mismo y siendo Hulderic unos de los casos en los que esa determinación funcionaba distinto, así como había funcionado distinto para él mismo. "Porque las personas nacen siendo de un género, no se hacen de un género, pero tardan en descubrirlo, y lo descubren en distintos tiempos cada una". Así habían habían dicho miti miti su madre y su padre, y él pensó que tenían razón. Y su padre le había dicho que nunca había que hacer llorar a nadie, pero en especial no hacer llorar a la persona que te gusta, a las chicas y a los donceles. 

Y agradeció esos consejos y hacerles caso cuando se develó el misterio de la razón de que estuviera así el mellizo doncel. Salió por el profeta; era un artículo descubriendo que Lily y James Potter fueron denunciados por Albus Dumbledore, Severus Prince, Sirius Black y Madam Pompfrey. Ella era la enfermera del colegio y quien detectó después de un desmayo una serie de irregularidades de las que informó de inmediato al segundo, que a su vez notificó cuanto antes al primero y, por medio de su pareja que es el padrino de Hulderic, también a Black. Por protección a la privacidad del menor (y por posiblemente un chantaje múltiple por parte de los tres hombres, con varios galeones de por medio de cada uno, pero eso no era sabido), no se dieron mayores detalles, pero se supo que el menor fue enviado a una psicóloga que era una estafa, por un lado. Por otro, que sus padres lo habían querido criar como una maquina homicida de Voldemort y mortífagos (en palabras de Ron); en su opinión, fallaron miserablemente, porque, con todo lo que debió pasar, Huledric, pese a ser una serpiente, era buena gente. No sabía si podía decir eso del resto de las serpientes (excepto Harry, y SOLO TAL VEZ Draco), pero sabía cómo era marginado. Además, era una ternura, o eso decían hasta la gente gryffindor más anti-slytherin.

Siguiendo con el matrimonio Potter; lo habían mantenido encerrado en su casa hasta su carta de Hogwarts por temor y seguridad respecto a los magos oscuros... O al mundo exterior en general, pensaba absurdamente Ron, resoplando. Encima, resulta que cuando descubrieron que era doncel, su cambio trató bruscamente; manipulación emocional, fomentar obsesión con la silueta por parte de la mujer...

Ahora, en la segunda semana, se rumoreaba que empleados del ministerio lo visitaban o citaban para hablar con él  a diario.

Debido a lo protector de Harry con él, Ron nunca pudo disculparse. Por lo menos, hasta que tuvo lugar una escena particular. Hulderic estaba en el baño, extrañamente solo. Cuando se fijó detenidamente, estuvo llorando. Estaba encorvado, sobre la bacha, con la cabeza cabizbaja, sollozando, evidentemente esforzándose por callarse.

Ronald lo abrazó por atrás y le dijo. "¿Sabes? Creo que fui uno más de los que fue y es patán contigo. Por eso me disculpo. Si puedo ser útil o necesitás alguien más con quien hablar, acá estoy."

Y no supo si fue el momento justo, las palabras justas o que justo el otro necesitaría alguien fuera de su entorno con quien hablar sin preocuparle tanto o algo así, pero tuvieron una charla fuera del baño, ambos sentados en el piso, que duró horas. Ron no sabía si serían amigos, pero le alegró poder hacer sentir mejor al otro.