¿Con quién debería ir?

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Una nueva noche sin poder dormir, el insomnio se ha hecho una amigo muy cercana a mi, ¡pero qué puedo decir! mi tormentosa mente no deja de pensar en ningún momento.

Desearía poder callar todos los demonios que llevo dentro, pero lo único que consigo es auto destruirme a mí mismo.

¡Oh! dulce noche que me acompañas, envuélveme en tu oscuridad, permíteme embriagarme con tu dulce manto para ya no poder ver ni para poder oír.

Esta noche me repito nuevamente, ¿Porque mi dulce amada no me ha llevado consigo?

Esa esa dama que viste de negro, que están delgada hasta los huesos, que su tacto es más frío que un hielo y se ha vuelto la musa de mi mayor deseo.

Dulce musa, aquella que añoro qué me lleve hasta lo más profundo de un sueño, donde no encuentre luz.

¡Oh la luz!, hermosa y gratificante, pero peligrosa porque podrias quemarte; mi miedo persiste al acercarme a ella y aun asi permiti que entrara a mi vida, ¿quizás por puro egoísmo o por hambre de cariño? pero la acepte, acepte esa luz enmarcada en cabellos blancos, ojos heterocromaticos con una dulce sonrisa y en ese momento pensé:

¡Oh mi dulce musa! te estoy siendo infiel, porque me estoy apegando a vivir, teniendo sueños, teniendo esperanza; pero a pesar de haber obtenido eso siempre te pienso a la distancia. Fantaseó estar en tus brazos pero hay algo, esa dulce sonrisa que a veces se vuelve una mueca, un disgusto, un enojo cada vez que te volteó a ver y la verdad ¡no me gusta!.

Así que apartare mi mirada de ti y seguire a esa bella luz, al cual deseo no contaminar ya que es un bello ángel y yo soy un demonio atrapado en la piel de humano.

¡Que irnoia! mi habilidad queda perfecta a lo que soy y por eso trató de ocultar con la vendas que me rodea el nefasto ser que soy.
Me causa repulsión el que esta piel no logre cubrir ni ocultar el demonio que soy.

Aun recuerdo cuando cada día me llenabas de afecto, amor y dulzura y con gusto lo tomaba y lo degustaba, volviéndome cada vez más glotón por ese sentimiento y ¿qué te daba yo a cambio? Preocupaciones tristeza y noches de desveló cuando a veces me perdia por días y no volvía y luego al aparecer más cicatrices me acompañaban.

Increiblemente tú las curabas con paciencia y ternura, pero luego se volvio repetitivo y monótono y en mi cruel ignorancia llegué a pensar que me habíaz aceptado, ¡más ciego no podria estar! porque, lo que tú estabas haciendo era esperar, que esta situación cambiará por el amor que me dabas.

¡Créeme mi luz! Es lo que más deseaba, pero por más que trataba seguía cayendo en ese pozo oscuro de la noche, siéndote infiel ahora a ti con mi musa.

Yo decidí darte todo, mis pocas energías mis pocas sonrisas, mis pocas ganas de vivir; pero no fue suficiente y no te culpo, alguien como tú merece mucho más.

Muchas veces te pedí perdón; pero no era lo que tú buscabas, no era lo que querías escuchar. En mi defensa mi mente estaba llena de ruido, no podía pensar en más que un lo siento.

Al paso del tiempo tu sonrisa poco a poco fue desapareciendo e inevitablemente pasar tiempo conmigo ya no era lo mismo; a veces era como si fuéramos dos extraños con silencios comodos y otras veces no muy cómodos.

Siempre trataste de hablar pero yo siempre fui un cobarde al no enfrentarte, pero si hablaba mis pensamientos sólo te heririan más por eso mis labios se sellaban o simplemente te evadia a pesar de tu ceño fruncido me indicaba que no era lo que querías, pero, no tenía el valor y... creo que nunca lo tendré.

Tal vez me veo como alguien seguro y fuerte, pero si somos francos sólo tú tu vistes que era como un niño, el cual se había perdido en una inmensa ciudad sin saber cómo volver a casa.

¡Oh cariño mío! ¿ya te has cansado?

Ya no hay afectó de tu lado Sólo hay sonrisas, unas muy apagadas.
Sólo hay Buenos días y a veces no hay un buenas noches.

Recaigo otra vez al dulce velo de la noche para que apacigüe a mis demonios y así ocultar las cicatrices.
Bella noche acobijame en el silencio y así volver a pensar en mi musa.

¡Oh mi musa! ¿eres la única que ama esta parte podrida e inhumana de mí?

Y ahora, cariño mío, mi dulce angel, te estoy siendo infiel. Desel que los brazos de la muerte me lleven con tanto fervor.

Tú no te mereces esto, he terminado contaminandote con lo podrido que estoy.

Y ahora que le suplico a mi musa que me lleve ¡se burla de mí! y todo porque me enamoré de una luz, esa luz plateada con ojos del atardecer simplemente hermosa y bella bajo la luz del sol o de la luna.

Pero si veo más a detalle, esa bella luz se ha ido apagando. ¿Quizás soy un agujero negro y me he tragado todo de ti? Asi cómo lo hacen los verdaderos agujeros negros con las estrellas que titilan fuertemente en el cielo.

¡Oh musa mía! perdóname por desviarme de tu hermosa belleza, fui un tonto y lastimé en el camini a un ser que estaba protegido por tu hermana la vida.

¡Oh Musa mía! no me alejes más de ti. Perdóname, llévame contigo a ese paraiso lleno de obscuridad y discúlpame con ese bello ángel por haber existido.













No se si alguien leera esto pero tenía que sacarlo, suelo redactar pequeñas historias o poemas pero soy muy insegura para publicar

Porque este si vio la luz? Aún no lo se, pero me he encariñado de esta serie y de esta ship y dije ¿por que no?

Si llegaste hasta aquí ¡gracias!

Si encuentras algún error, perdóname  lo corregire y si tienes algún comentario lo apreciare.

¿Con Quién Deberia Ir?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora