Prologo: Y así, tengo una nueva vida.

302 54 39
                                    

Cinco o seis días, si eso.

Llevo casi una semana desde que tengo la conciencia de que estoy en otro mundo muy ajeno al mío.

Les pongo en contexto: me llamaba Diego; joven de dieciocho años que había muerto en un accidente automovilístico por que protegí empujando a un niño de morir por despistado en un terrible accidente de tránsito.

Cosa que me hizo reencarnar en Izuku Midoriya.

Menuda ironía de la vida, muero como un héroe y ahora reencarno en el cuerpo de un chico cuyo sueño es ser un héroe en una sociedad donde puedes ser uno.

Cosas del destino, supongo.

-Me hubiera gustado leer más de su manga, pero me aburrí y nunca supe cómo terminó. -Dije entre susurros, mientras soltaba un suspiro agotador.

Divago entre mis pensamientos mientras me fijo por la ventana abierta de mi salón, estoy en clase, pero me es indiferente puesto que ya va acabar, eso y que el profesor está hablando de otro tema ajeno al estudio el cual no me importa.

Estaba hablando de algo referente al futuro y que íbamos a hacer fuera de la secundaria.

Sinceramente y recalcó, no me importa.
No por qué sea ignorante, bueno, en parte lo soy. Pero la realidad es por otro tema.

[Los quirks]

Resulta que en este mundo el 80% de la población mundial posee una particularidad o don que los vuelve super humanos. Desde volar, tener alas, exhalar fuego, ser super fuerte, entre otros.

El punto es que los quirks fueron un avance en la evolución humana... Se podría decir.

-«Yo opino que es una estupidez.» -Dije en mis pensamientos, y era obvio, los quirks me parecían una mierda.

Aún así, fue un avance para la humanidad... Lamentablemente en la actualidad hay un 20% de gente en el mundo que no posee quirks y para mí puta mala suerte la persona en la que reencarne es justo un sin quirk o quirklees.

Un termino despectivo que se les da a los de mi "clase".


Pero que va, tampoco es la gran cosa sinceramente, o al menos eso fue lo que dije en un principio hasta que comprendí que los quirklees en esta sociedad actual son peor que mierda o basura.

Reciben un trato muy discriminatorio que fácilmente pueden orillar a uno al suicidio, lamentablemente, para los demás; yo no soy el caso, no me doblegare tan facil al menos no sin pelear y ver que tan lejos llego ¡Jodete mundo, no te la dejaré fácil!

En fin.

Las personas que tengo por compañeros empezaron a reírse escandalosamente tanto que me hizo darme cuenta que esas burlas iban dirigidas hacia mí.

¿Ahora que pendeja hice si no hice nada?

Noté como se burlaban de mi discapacidad por ser quirklees, entonces comprendí más o menos a donde iba todo esto.

―¡¡Deku!! ―Repentinamente bramo enojado un tipo mientras azotaba su mano contra mi pupitre a su vez que soltaba una explosión de la palma de su mano.

Y así fue como me volví Izuku Midoriya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora