Poder verte acá,
Momento anhelado de alcanzar.
Junto a Ti soplan los vientos,
Y tu aliento me es vital
Dios nos cría, el viento nos amontona,
Mi viejo amigo leal.
-...Y entonces me llaman de la pista y voy. Recién había aterrizado "Profe" Rafael con "El Godo" Básquez. ¡y los dos se quitaban la culpa! El A4 por no corregirse y el piloto por maniobrar mal. Después de indagarlos me entero de que, volando en rasante, un ala del "Profe" cortó la línea de alta que abastece esa y otras localidades. Al parecer la luz no volvería como se fue- Relató el Mayor a Leónidas en su primer visita, ya a mediados del 77.
-No quiero imaginar el castigo que les cayó. Aquí también la excelencia es un valor. Todos son comprometidos y talentosos. Pero lamentablemente estoy terriblemente solo- Luego añadió- También sufrí un percance. El piloto con que volé ese día ejecutó una picada y se dejó estar. Subió de milagro justo antes de que por salvarnos me delate-
-Menos mal que no pasó nada-
-Dígamelo a mí- Marcos asintió – Tengo una noticia para Usted. Escuchando a un controlador aéreo hablar con un oficial sin alejarse del micrófono ni cortar la transmisión me enteré que, para el 79 sino antes, voy a estar volviendo a la séptima-
-¿En serio?-
-Eso espero-
-Voy a averiguar y, en lo posible, agilizar esos trámites- Prometió pinchado por una preocupación fuerte y urgente. Meditó durante apenas un segundo la situación de su reactor intentando comprenderla. Aunque el avión no se mostrase, al menos de forma que Marcos pudiera comprender, afectado por su soledad, quería saber si realmente era así e intentar echarle un cable en lo que pudiera. Sabía que la vida no era justa muchas veces, pero si muchas veces podía comportarse como una política- Todabía me sorprende la decisión que tomó viniéndose sabiendo que quedaría solo. ¿Cómo llevó esta situación?- Preguntó en un intento rudimentario de imitar a su señora al menos de forma conductual. Quería tratar de inducir el vínculo que ella era capaz de formar con quienes le regalaban su confianza.
-Me siento nada- Declaró Leónidas luego de algunos segundos largos en que las ideas apelmazadas y comprimidas que había formulado sin poder compartir durante tanto tiempo se alineaban para buscar el ser desordenadas, conectadas, potenciadas, convertidas- Sé que todo el mundo trabaja bien porque jamás, hasta ahora, hubo fallos. Pero es... como decir.... Incómodo, urgente saber que los mecánicos ponen a punto sistemas y yo realmente estoy adivinando qué dicen, hacen, quiénes y cuántos son. No conozco casi sus nombres, muchas veces vienen desconocidos que no sé qué hacen y se van, firman cosas, después no vuelven nunca más y la verdad me veo amenazado entre tanto impertinente-
-¿Amenazado?- Se animó a preguntar el oficial siendo eso lo primero que pudo procesar de todo aquello. Entendió con impotencia que su camarada realmente necesitaba la palabra pues llevaba meses enteros sin dirigirse a nadie.
-Si. Son desconocidos, no sé nada de ellos. A quién obedecen, cuál es su función, su nombre al menos. No conozco nada de mi piloto más que su apellido, Di Marco. Y a veces vuelo con algunos otros que realmente no les sé ni el apellido. No puedo confiar en camaradas tan extraños para mí. Ser primer testigo de sus errores y no poder corregirlos, convivir tantas horas y al mismo tiempo no conocerlos, más saber que no puedo revelar el secreto son desalentadores matices-
{por suerte no me pasó. Pero puedo... simular vestigios de lo que fue-
Aprendí a interpretar gestos, movimientos y parámetros de conducta para medianamente comprender lo que sucede en el momento pero si soy honesto estoy necesitando con urgencia al resto de la séptima. Volar acompañado sabiendo que mi camarada está en mi situación también y buscar una alternativa en conjunto a literalmente todo, A los mecánicos educadísimos que mostraron el valor que tiene ser saludado , despedido, informado y respetado. Extrañaba a Mariel y Usted. Creía que el trato suyo de alguna forma me agregaba otro valor—
Me encantaría poder decirle que el secreto caducó, que salude por VHF a los controladores aéreos a la mitad de una práctica de vuelo y sea honesto, como debería ser. Pero entienda, por favor, que es imposible ahora. Sabe que si lo descubren...- Fue interrumpido.
-Ya lo sé, Allende- Confirmó sereno- No quisiera pensar en eso ahora, por favor no me lo recuerde. Sumar otra emergencia al estado de alerta que manejo es todo lo que deseo evitar ahora- Casi suplicó deseando algo que posiblemente no debería conocer, la paz- Mayor, ¿Le podría pedir algo?- Consultó de pronto.
{Dígame, Leónidas- Accedió el militar entendiendo lo que le pedía el caza y deseando dejarlo tranquilo al menos unos minutos más.
-¿Podría escribir exactamente lo que yo le diga?- Marcos quedó extrañado con ese pedido peculiar que para nada esperaba. Perplejo e intentando adivinar de qué se trataría aquello sacó una fuente y carpeta del portafolios.
- Adelante- Dijo sentándose frente a una mesa de trabajo casi de espaldas al reactor para escribir con más comodidad, sin prever que la importancia y alcance del dictado le obligaría girar la silla y ponerse la carpeta en la falda para seguir escribiendo así, pudiendo mirar directamente al que le profería una solemnidad joven, indecisa y frágil, pero fuertísima e inesperada.
Con los meses y necesidades de la Fuerza Aérea, otras máquinas quedaron repartidas por Argentina en oportunidades diversas. de cualquier modo "Viveza criolla" tenían, y les sirvió para apañarse en un desempeño convencional. Hasta que llegó 1982 con la Campaña de Malvinas y el material fue desplegado al sur del país
La BAM San Julián representó para los 20 un espacio de reencuentro. Aunque todos esperaban mejores circunstancias, nadie lo comentó, no era el lugar ni el momento. Ante lo inevitable, entre lo posible, lo imprevisto y las limitaciones, estaban Ellos y tantos argentinos cuyos destinos marcó el deber.
Allende llegó con un grupo de pilotos, todos con auriculares. Comentó a medias algo sobre el accionar de los aviadores que salvaguardaría la identidad de las máquinas. Frente a aquello, "El Profe" Rafael interrumpió desafiante, mas no insolente- Con todo respeto, ya basta de escondernos, Allende. No entrenamos durante años para andar escapando como lauchas de alguien que, sobre creer que los ingleses no vendrían, ni siquiera está acá. Es absurdo. Usted, Mariel y los de la séptima nos recibieron cuando nos modificaron y abandonaron a la buena de Dios, como se dice. Ahora nos toca. No nos limite ahora- Aunque Marcos quiso reprenderlo, no tuvo palabras. Porque el A4B llevaba razón. Sólo hizo formar a los pilotos y eligió las correctas palabras ateniéndose a las consecuencias.
-Tiene razón. Pero antes de autorizarlos a combatir, les pregunto... Ante el pueblo de la Nación, ante vuestro superior, y ante Dios: Nuestro Señor. ¿Jurad a la Patria, seguir constantemente su bandera, y defenderla, hasta perder la vida?-Interpeló a todos. O más bien todos se vieron afectados por la pregunta.
-¡Si, juro!- Se escuchó de parte de toda inteligencia presente en ese lugar, y en ese momento. Porque así como nunca fue tan fácil perder la vida, nunca hubo tantas oportunidades de hacer cosas extraordinarias.
A partir del 1 de mayo, las órdenes fragmentarias llovieron. Compilar cada misión merecería su propio archivo. Sin embargo es posible en la ocasión resumir algunas de Ellas, las principales, extraídas del complejísimo y renombrado libro :Combustible y sangre. Del corresponsal de guerra, periodista, escritor y politólogo Andrés Fratti.
ESTÁS LEYENDO
crónicas ficticias
خيال علميTengo muchísimas cosas para contarte pero seguramente no me creas. Todo empezó el día que pensé por primera vez. Primero supe que era, después supe que estaba, Y todavía quiero saber quién soy