Templanza (Trafalgar Law x Tú)

Capítulo 2: Piratas Corazón

-Túmbate.

Law inspeccionó mi cuerpo y no pude evitar sonrojarme.

-Si te dolía, deberías haberlo dicho antes. Esto pinta muy feo.

-Bueno, no dolía tanto -mentí. Me tocó en la zona izquierda de la tripa y dejé escapar un chillido-.

-¿Que no qué? -dijo un Law victorioso y se me escapó una risa. Quizás no era tan desagradable como pensaba-. Lyna, ¿eres una D? -me sorprendió esa pregunta, pero me había salvado la vida, así que debía confiar en él-.

-Sí, ¿por qué? ¿Sabes el significado de la D?

-Yo también lo soy -le miré sorprendida-. En cierto sitio, se dice que los que tienen la D son los enemigos naturales de los dioses.

-¿Cómo lo sabes?

-Un viejo amigo me lo contó -pude notar como sus ojos se entristecían-.

-¿Trafalgar D. Law? Suena algo raro.

-Trafalgar D. Water Law. Ese es mi nombre completo -y creo que por primera vez nos miramos a los ojos. Eran verdadermente bonitos-.

-Es un nombre bonito -me arrepentí al instante de decir eso. Realmente no le conocía de nada-.

-Bueno, empecemos -dicho esto me acomodé en la camilla. Estaba tumbada en el mismo lugar de antes. Empezó por mis heridas más leves y las curó fácilmente. Luego inspeccionó mi abdomen. Quitó suavemente la gasa que se encontraba sobre mi herida y resoplé. - ¿Estás bien? - yo solo asentí y cerré los ojos para evitar ver el destrozo que me haría.

-Ya está -¿qué? ¿cómo? Miré a mi abdomen y estaba vendado de nuevo, se veía muy limpio y me dolía mucho menos.

-¿Cómo? Eres usuario de una fruta, ¿verdad?

-Ope Ope No Mi -me puse a pensar ya que me sonaba haberla escuchado antes-. Bueno, ya estás curada, iré a ver a Mugiwara-ya.

-Espera -no sé cómo iba a decirle esto, pero tenía que hacerlo-. Va a sonar raro porque no nos conocemos de nada, pero ¿a qué isla os dirigís?

-¿Por qué quieres saberlo?

-Bueno, quizás queremos ir a la misma isla y me podrías llevar, ya que aquí no conozco a nadie más salvo a ti -Law me miró fijamente-. Claro que sino, no pasa nada. Quizás Hancock me preste un barco.

-¿A qué isla te diriges? -vaya, me pilló de sorpresa. No tenía ni la más remota idea de qué isla decir, si ni siquiera sabía dónde nos encontrábamos-. Nos dirigimos al Nuevo Mundo. Puedes venir con nosotros.

-Conque al Nuevo Mundo... Me parece bien. Os acompañaré entonces.

Salimos del quirófano y estaban todos en la isla, o sea que nos habían dejado a solas en el submarino. Law había dicho que tenía que revisar las heridas de Luffy, por lo que supuse que iríamos allí.

-¡Capitán! ¡Lyna! Al fin acabasteis -era ese oso subiendo al submarino-. Lyna -se aproximó a mi-, creo que no nos hemos presentado como es debido. Yo soy Bepo. Ellos son Penguin -señaló a un chico bajo con una gorra que literalmente ponía penguin- y shachi -este otro llevaba una gorra azulada-.

-Ah, encantada. Ya sabéis mi nombre, soy Lyna -sonreí-.

-Eres muy guapa -dijo ese tal Penguin-.

-Nos dirigiremos al Nuevo Mundo. Ella nos acompañará -iba a responder pero Law nos cortó-.

-Entonces, ¿eres nuestra nakama? -esta vez era shachi el que hablaba-.

-Viene con nosotros hasta que encuentre a sus otros nakama. Seremos su transporte -esas palabras me habían desilusionado. Creía que había encontrado gente con la que poder estar-.