Prólogo

182 12 2
                                    

Towa estaba parada bajo la lluvia congelada por todos los acontecimientos que habían pasado.

-Towa, lo que tienes en las manos no es...-pregunto la azabache mientras se arrastraba hacia su prima con las pocas fuerzas que le quedaban por esa ardua batalla.

La albina despertando de su trance, agarró la espada con todas sus fuerzas y liberando el pequeño filo de la vaina con los ojos cerrados le susurra a lo que queda de esta legendaria arma- Te lo suplico colmillo sagrado regresame a mi preciada Setsuna- de repente el poder demoniaco de la joven se manifestó y con ello la visión de múltiples demonios al rededor del cuerpo de la persona que tanto amo.

- Alenjense de ella - Cortando de un solo golpe a todos esos seres insignificantes del otro mundo. La cazarrecompensas asombrada vio como su amiga volvía a respirar - SetsunaSetsuna... ¡Towa lo hiciste! ella esta viva- agarrando la mano de su amiga revivida y con una sonrisa llena de esperanza la azabache dirigió su mirada en la peliplateada, pero ser sorprendió al ver una expresión fría y sin vida.

- Perdóname Moroha pero no es suficiente - Towa apuñala a su amiga e intenta absorber todo su poder demoníaco.

Con la poca fuerza que tenía observó a su querida prima y le dijo - To...wa... por... qué...- para después perder el conocimiento.

Con lágrimas en sus mejillas, intenta cortar en el aire de la misma manera que había asesinados a los sirvientes del inframundo, aun así su querida hermana no abría los ojos - ¿por qué Zero despertó y tu no?- seguía moviendo la espada a lo loco, entre más la revoloteaba la energía que poseía esa espada disminuía- ¿por qué Riku me traicionó?- su mente se llenaba de razones por la cual odiar a los demás y a ella misma - ¿por qué no fui lo suficientemente fuerte para matar a ese bastardo? - su cordura se desvaneció por completo - ¿POR QUÉ TE SOLTÉ LA MANO?- con un solo grito el viento cambió de dirección.

- ama bonita...- corriendo hacia ella se dirigía el sirviente fiel de Sesshomaru, - ¿qué pasó aquí? - luego se percato del colmillo roto que tenía en su mano, además de que la joven cazadora estaba tendida en el suelo- NO NO No no no... no... ama setsuna- buscando ayuda el demonio mira al viejo Totosai.

Con un suspiro el viejo dice - que tragedia... mi pobre creación destruida - la joven al escuchar esto se acerca al anciano y le apunta con el arma.- dime por qué ella no despierta... DIME- con furia interna su sed de sangre va aumentando y con ello sus ojos se tiñeron de ese rojo carmesí.

-¿Creiste que solamente por ser poderosa lograrías revivir a un muerto? - lo decía en forma retadora - no te das cuenta que te pasa, por culpa de tu afán al revivir a tu hermana y tu ambición de poder estas perdiendo tu humanidad-

De pronto la joven le empezo a palpitar todo el cuerpo, su cabellera volvio a crecer, la marca de luna torno a brillar y su sangre empezo a arder - ayuda por favor- suplicaba la niña de pelo plateado.

-Parece que su cambió no solo es emocional sino tambien físico- intento explicar el viejo, por otro lado Jacken estaba atónito, el no sabía que podía hacer.

- Señor...Jacken- inmediatamente de que Towa llamara al sirviente por su nombre sus huesos empezaron a romperse y gritos de agonía eran las únicas melodías que se escuchaban en el palacio destruido.

-Ama Towa- gritaba el sirviente verde con tanto dolor mientras veía como se rompía los huesos de la bebe que alguna vez cuido.

-por favor... Ahhhh... PRO... te... JA laaaasss- sin pensarlo el sirviente obedeció y protegió a las dos niñas debilitadas con un campo de energía que el hizo.

- ¡ Caray ! Es la primera vez que veo algo así... Un hanyo transformado- dice Totosai mientras contemplaba al perro blanco gigante.

-------------------------------------------------------

- ¿Donde estoy? ¿Qué me pasó? ¿Qué esta ropa? ¿Por qué estoy atada? - se preguntaba mientras cobraba la consciencia.

- Te lo voy a preguntar una vez ¿dónde esta mi esposa? - Decia una sombra que estaba cerca.

-Disculpa...¿quién?

- ¿Dónde esta Ahome?

El legado de las tres princesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora