Parte única.

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Megumi no entiende, no entiende o alcanza a comprender el sitio en el que está.

Es decir, el lugar donde se encuentra es un espacio abierto pintado de blanco o un simple espacio en blanco como si fuese el sitio donde Tengen se resguarda. Pero sabe, y tiene la sensación de que, no es igual.

Algo se lo dice.

Y es cuando escucha el sonido de unos pasos venir en su dirección que voltea, alertado por la persona frente a él, que confirma que donde se encuentra es un desconocido.

- ¿Quién eres? – inquiere, poniéndose a la defensiva, juntando sus manos con tal de invocar cualquiera de sus Shikigami en caso de que la persona frente a él, fuese peligrosa.

Aki mira las manos de aquel muchacho, recordándole vagamente cuando solía invocar al zorro. Una pequeña sonrisa aparece en sus labios, la cual quita al mirarlo a los ojos.

- Los poderes no funcionan aquí – y antes de que Fushiguro pueda responder o proferir palabra, Aki vuelve a hablar –. Y, ¿De verdad crees que puedo hacerte daño? – Lo mira burlón, sonriendo a medias –. No tengo manos y mucho menos brazos (idiota).

Megumi frunce el ceño, él no era ningún idiota. Pero tampoco es como que pueda confiarse de cualquiera y mucho menos, subestimar a las personas por su apariencia; ese sería un grave error.

Pero... Si lo que esa persona decía era verdad, sólo por un momento, podría bajar un poco la guardia.

- ¿...Sabes por qué estoy aquí?

- ¿...Me ves cara de saber?

Al parecer, debía resignarse a no tener respuestas. Suspiró, volteándose con la intención de irse de ahí porque sólo estaba perdiendo tiempo y él, tenía cosas que hacer que precisaban de su presencia.

Aki miró la espalda de Megumi quien comenzaba a alejarse, sintiendo nostalgia por una vida que alguna vez tuvo.

- Tú también tienes personas importantes, ¿No es así? – Los pasos de Megumi se detuvieron, haciendo sonreír por un momento a Hayakawa –... Yo también los tengo.

A Fushiguro no le importaba o no le incumbía pero, la curiosidad le picó y fue esa misma la que lo hizo voltear a verlo –. ¿...Y qué haces aquí, entonces?

Aki volvió a sonreír, con tristeza y añoranza en su mirada azulina.

- Muerto, sin poder hacer algo por ellos.

Las pupilas jade de Megumi se contrajeron y el sentimiento pesado de miedo se hizo presente. ¿...Él entonces ya estaba muerto?

- ¿Entonces yo...?

- No lo sé... Pero – caminó en la misma dirección que Fushiguro para pasarlo de largo, ahora convertido en un niño que le sonreía (o eso fue lo que vio Megumi cuando se giró a verlo) –, algún día te va a tocar... Y sería una pena que mueras tan joven.

- ¡ESPERA! ¿QUIÉN DEMONIOS SE SUPONE QUE ERES!

El niño, quien le había dado la espalda y se alejaba, volteó y volvió a sonreírle.

- Yo era Hayakawa Aki, y como tú, yo tenía personas que me importaban.

Ahora vete, susurró el viento invernal que arribó en el sitio a la vez que el piso –si es que realmente se trataba de eso– bajo sus pies lo engulló.

(Y Megumi ni Aki recordaría haberse encontrado alguna vez).

-Traumada Taisho

Al parecer a la autora le gustan los crossovers angustiosos...

Te tocará  [Megumi & Aki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora