Blair.Al día siguiente de la fiesta nos encontramos todos desayunando en el comedor y con todos me refiero a Amos, Amadeo, Monique, Nikolay, Alicia, Dylan y yo. Para serles honesta me está costando ver a Amos a los ojos, solo estoy esperando a que llegue el periódico que nos muestre a mi y a Amos en la portada con una excelente foto de nosotros dos en medio del beso que nos dimos ayer y no solo yo siento esa incomodidad toda la familia esta en silencio.
—Entonces —habla Amadeo mientras me mira— ¿Mi hijo y tu tienen algo?
Me quedo helada, no se que responderle es decir Amos y yo no tenemos nada y lo de ayer solo fue un error un error que no debió haber pasado yo me deje llevar por mis emociones y eso es algo que no puedo volver a permitir. Además no puedo esperar que Amos entienda todo lo que me paso sin juzgarme.
—No señor, su hijo y yo no tenemos nada lo que sucedió anoche fue un error y me disculpo con usted y su familia por eso. —Respondo decidida y puedo ver el semblante decepcionado de Amos y la cara de sorpresa por parte de Amadeo—. Y si me disculpan debo ir a revisar unos pendientes a mi habitación.
—¿No vas a usar tu oficina? — pregunta Amadeo aun mas desconcertado—. Ya hay alguien esperándote ahí.
Mi seriedad se disipa un poco cuando hace mención de lo que me espera en mi oficina y le sonrío a mi jefe mientras me levanto de la mesa, Amos no deja de verme como si estuviera loca y no se si es por lo que dije respecto a nuestro beso o porque no sabia que tengo una oficina aquí en la que es su casa o peor aun cree que lo que me espera en mi oficina es un hombre o algo así. Camino hacia mi oficina y siento unos pasos detrás de mi que asumo son de Amos pero se detienen al cabo de unos metros.
Al llegar a mi oficina la puerta esta abierta, no me sorprende pues no cree con llave la ultima vez que estuve aquí, en esta casa siempre me e sentido muy segura. Termino de entrar y no pasan ni diez segundos cuando lo que me está esperando se abalanza sobre mi y comienza a lamerme.
—¡Alek abajo! —Me obedece inmediatamente y se sienta en el suelo
Alek es un tigre de bengala blanco de casi dos metros y medio y una heterocromia bastante parecida a la mía por eso lo compre.
—Así que es tuyo —hablan a mi espalda y reconozco la voz que lo hace.
—Si es mío.
—Con razón —dice Amos irónico y lo miro mal—. Se pasea por esta casa como si el fuera el dueño y asusta a cualquier empleado que quiera entrar a tu oficina.
—Es bastante protector —le respondo y para mi suerte Alek se mueve hasta los pies de Amos y se tira boca arriba para que lo acaricie—. Aunque creo que le agradas.
—Igual que a su dueña, aunque ella diga que solo soy un error —Me mira a los ojos mientras lo dice.
—Amos ahora no por favor —Respondo algo cansada, bastante tengo con que mi mente me diga que lo conozco de algún lado, que si, me gusta desde hace tres días que lo vi en ese bar y lo único que ha echo desde entonces es gustarme aún mas al comportarse como un caballero y hacerme reír cada que puede.
—Dímelo de frente Blair, dime que el beso de ayer fue un error y dímelo mirándome a los ojos, solo así podré creerte. De otro modo no lo haré —habla mucho mas serio pero yo no tengo cabeza para lidiar con mis sentimientos ahora y entonces lo ultimo que faltaba para cerrar esta mañana de mierda ocurre.
Escucho el agua chocar contra las ventanas y eso no me hace nada, sin embargo en cuanto el primer relámpago ilumina el cielo me hago pequeña olvidando el insignificante detalle de que Amos está ahí viéndome hacer el ridículo por una tormenta como una niña de seis años.
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Disaster
RomanceBlair Ivanova una abogada con secretos grandes, secretos que ocasionarían desastres de ser conocidos conocidos por alguien más que ella. Blair lleva años planeando una venganza hacia las personas que la hicieron cargar esos secretos. Amos Smirnov, u...