45. Agobio

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Jungkook deja escapar un suspiro pesado luego de revisar su celular. Le agobia no saber qué responderle a Taehyung y la idea de que, aunque no se sintiese preparado para ello, tendría que verlo al día siguiente en Uranio. Bloquea el móvil nuevamente y lo guarda en el bolsillo.

– ¿Todavía piensas seguir actuando como un completo mocoso inmaduro? –pregunta Eunwoo, recostándose en uno de los muebles del lugar–. ¿No sería más fácil si ambos se sientan a conversar?

El pelinegro le lanza una mirada de advertencia–. No es tan fácil.

– Oye, te voy a decir esto como amigo – Eunwoo se incorpora y posa sus codos sobre sus muslos–. No sé qué es lo que exactamente está pasando entre tú y Taehyung, pero este plan de ir y venir no es bueno para ninguno de los dos. No debería ser tan complicado si ambos saben qué es lo que sienten.

Vuelve a sacar el celular y lo mira con inquietud. ¿Realmente valía la pena hacerse tanto daño? ¿Sabía cómo se sentía Taehyung? ¿Le querría el castaño tanto como Jungkook lo hacía con él? Tal vez simplemente no estaban hechos el uno para el otro y solo estaban intentando forzar algo que nunca podría ser.

– ¡Qué bueno que los encuentro aquí! –Chanyeol ingresa a la habitación con una carpeta en manos–. Tengo algo que conversar contigo, Jungkook. Acompáñame a la sala de reuniones, por favor.

Jungkook asiente y va tras él. Al ingresar, el aire frío de la sala le escarapela la piel, pero oculta la reacción y toma asiento al lado de Chanyeol. Lo escucha atentamente, sin interrumpirlo, mientras este le informa sobre algunos detalles artísticos, jurídicos y administrativos de la producción de su primer álbum.

–¿Tienes alguna duda? –pregunta.

El pelinegro niega con la cabeza. Un breve silencio se instala entre ellos hasta que Chanyeol retoma su discurso.

– Hay un último tema del que debemos hablar y es sobre Uranio. Sé que es difícil y complicado lo que te vamos a pedir, pero es algo necesario ahora que te lanzarás como artista y tendrás un horario de actividades –el pelirrojo hace un pequeño stop y continúa–. Necesitamos que dejes tu trabajo en Uranio, ya que en adelante los contratos y actividades que tengas serán manejados por la disquera, y, claro, también es de nuestro interés que dispongas de tiempo para concentrarte en la universidad.

–Entiendo. Conversaré con Hoseok hoy por la noche.

Chanyeol sonríe con alivio y se pone de pie, seguido por Jungkook.

– No te preocupes por eso, muchacho –dice, mientras le da un apretón en el hombro–. Yo me encargaré de conversar con él.

– De todos modos, me gustaría hablarlo con Hoseok directamente, ¿habría algún problema si me comunico con él?

– Por supuesto que no –responde Chanyeol, despidiéndose de él, enarbolando un poco la mano.

Probablemente, era lo mejor. Dejar Uranio y continuar con su vida sin complicaciones. Tal vez era una señal más de que era el momento de aceptar que aquello que tanto anhelaba tener con Taehyung simplemente no se podía dar.

El chico de la bufanda lila (taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora