Desde que Aether conoció a Xiao no podía dejar su fascinación por el adeptus, desde el primer cabello verde azulado hasta la forma de caminar que tenía, casi como si flotara en el aire, su presencia tranquila pero amenazante, era una fascinación que más de una vez creyó que lo llevaría a la ruina y puede que ya lo hiciera, no de las formas en cómo estaba acostumbrado, era otro tipo de ruina, una que no podía expresar con palabras, pero si sentir.
Quizás debió imaginarlo, cuando aquella diosa desconocida lo separo de su hermana, su adorada Lumine en una Teyvat probablemente mucho más distinta que la actual, despertar luego de 500 y no tener tu poder, realmente lo shockeo en su momento, y aún más al verse solo, sin poder encontrar a su otra mitad o lo único que conocía en aquel mundo en el cual estaba atrapado. Ciertamente no pensó lo que significaba su viaje desde que encontró a Paimon, mucho menos cuando se la pasaba todos los días corriendo entre Mondstadt y Liyue, realizando encargos y demás, intentando encontrar entre los pobladores nuevamente señales de su hermana, luego de aquella vez en la que se encontraron, aun si fueron unos momentos, fue suficiente para devolverle la esperanza y también para relajarlo.
Al contrario que él, Lumine no había perdido sus poderes, aunque ciertamente no se parecía mucho a la Lumine de hace 500 años con la que viajaba entre mundos, ni siquiera él podía negar que había cambiado, pero seguía siendo su adorada hermana, su melliza.
De todos modos, fue luego de ese encuentro que Aether se encontró a su mismo mirando mucho más al adeptus, a los arcontes, a todos los que había conocido, muchas veces podía escucharles decir que dejara de mirarles o que dejara de mirar a la nada, incluso el sereno Albedo se lo solía mencionar algunas veces, pero por algún motivo mientras algunos (como Kaeya) le coqueteaban, otros se ponían rojos, incomodos o nerviosos, había una sola excepción y aquello solo alimentaba la curiosidad propia de Aether, como si fuera un niño pequeño buscando un dulce.
Solía buscar muchas excusas, solamente para poder ver a aquel adeptus de ojos ámbar, tan destellantes que le recordaban al mismo sol cuanto más le miraba, y con ello solían llegar reprimendas de Zhongli que intentaba explicarle cómo funcionaba su poder geo de manera correcta, ¿o era Albedo?
— Aether, ¿me estas escuchando? —la serena voz ajena lo hizo volver al mundo actual, encontrándose con un par de ojos, casi siendo el contraste de los que imaginaba y sin embargo el recuerdo tácito seguía allí, esos hermosos ojos turquesas que le miraban en un vació, pocas veces es que podía ver aquella mirada en el rubio cambiar.
— La verdad, tu voz me llevo a lo profundo de mis pensamientos, Albedo.
— En pocas palabras, no me estabas escuchando, bueno puedo volver a repetirte todo el procedimiento que llevaremos a cabo para esta nueva prueba, primeramente...
Realmente no sabía cómo termino en Espinadragon, vagamente recordaba haber dicho que se entretendría vagando en las ruinas con Paimon en el lugar donde antiguamente se alzaba un imponente castillo, aunque casi muere de frio en el proceso, los ladrones eran comunes, los magos del abismo aún más, y pelear mientras te congelas de frio no es muy buena idea (menos si tienes una vision anemo en tu poder), al final estaba casi muriéndome congelado peleando contra un Guardián de las Ruinas cuando Albedo llego, el rubio literalmente se tardó la mitad de tiempo que él en rematar al Guardián, probablemente porque él no estaba muriendo de frio, quizás por alguna poción o tendría que ver con la suave estela roja perteneciente a un cuarzo carmesí.
Lo escucho refunfuñar algo sobre "descuidado" y "estúpido" mientras lo llevaba a la fuente de calor más cercana, una buena forma de decir que ahora le debía una y se había preocupado por él, excelente forma de expresarse que con él tiempo se le hacía propia de Albedo. Luego de eso sus recuerdos están mezclados, sabe que entro en calor en la ciudad sepultada por uno de esos seelies de fuego que aún no había llevado a su lugar de descanso, quizás si tomaría los consejos del alquimista y se compraría ropa adecuada para este clima infernal, lo siguiente que recuerda es Albedo diciendo que le haría una prueba física para probar que había cambiado en esas semanas que no se vieron y si sus habilidades geo habían mostrado una mejoría.
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Adeptus [Xiao x Aether]
FanfictionAdeptus, palabra proveniente del latín que significa adquirido en su más cercano acierto, pero me gustaría refutar eso diciendo que adeptus es en realidad adaptarse. 冬 El dragón que cazo el viento, pt.1 冬 29/06/21 冬 One-shot. 冬 Parejas: Xiao x Athe...