Capítulo 50

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Nhoa miraba la noche desde aquella pequeña ventana de su cuarto, nunca había estado alejada de su mamá.

Trataba de dormirse y no podía, lágrimas inmensas de desesperación dejaban huella por su rostro.

—Mamá— susurraba su nombre en la oscuridad, esperando a que Romina Decanini apareciera y la consolara. Pero conforme pasaban los segundos esa esperanza desaparecía.

Hasta que escucho que alguien abría la puerta de su cuarto, Nhoa se llevó las cobijas para cubrirse toda.

—¿Ainhoa? — la llamaban, la niña suspiro, solo era ese hechicero —¿Estás bien? Pude sentir tu magia algo inestable— en parte, era verdad, pero era ese instinto paterno que no lo dejaba dormir o preocuparse por su hija. Zaid se acercó al borde de la cama —confía en mi, no te haré daño, mini muñequita— le retiro las sábanas, observando a su hija bañada en lágrimas.

—No estoy bien — admitió Nhoa con un suspiro derrotado— extraño mucho a mi mamá—se le quebró la voz y comenzó a llorar. La niña recibió sorprendida un abrazo de aquel hombre, el cual no dudó en aceptar.

—Voy a hacer todo lo posible para que estes junto a tu mamá de nuevo, mini muñequita— le aseguraba tratando de calmarla, necesito que confíes en mí.—

—De acuerdo — susurro Nhoa, no tenía más opciones. En eso sintió como sus alas volvieron a salir de su espalda, Zaid sonrió— lo siento, aún no controlo cuando salen—comenzando a flotar por la habitación, Zaid estaba encantado viendo a su niña ángel, su hija.

—Eso tarda tiempo— recordó a su muñequita cuando batallo con sus alas — debes aprender a canalizar tus emociones fuertes, trata de respirar profundo.—

—Eso dice mi mamá y no puedo — alzando la ceja — me desespero muy rápido —

—Toma tiempo, Nhoa. No es a la primera — La Niña se acomodó a su lado, prestándole atención.

—De acuerdo, pero la paciencia no va conmigo, soy de las que actúan rápido conforme la situación lo presenta— definitivamente era hija de Zaid Weisz.

—Me acuerdo que tú madre y tía Lily, siempre me venía reprochando eso —con nostalgia, vio a Nhoa dormir a su lado.

A la mañana siguiente.

—¿Oye porque me dices mini muñequita?— preguntaba Nhoa agarrando un poco de comida y sentándose enfrente de él -Creí que en este mundo medieval en que vives, no existían ese tipo apodos, hasta pareces del siglo XXI.—Zaid veía como su hija no revolvía su desayuno, primero acababa con una porción de arroz, luego la de carne y así sucesivamente, así come Romina.

—Yo no soy de aquí, me trajeron como tú hace 10 años — suspiro— pero aquí el tiempo pasa volando — le explico y le acaricio la mejilla — te digo mini muñequita porque eres casi idéntica a una persona que quiero mucho, la cual llamo muñequita, claro con algunas excepciones— le guiño el ojo.

—Llevas una vida aquí — con asombro y preocupación— mejor dicho como mi vida —Nhoa no noto como bajo la cabeza Zaid con pesar —espero no estar tanto tiempo aquí.—

—Hare lo necesario para que salgas cuanto antes — Zaid le dejo su pedazo de pastel de chocolate — lo agarré para ti— con una sonrisa.

—Gracias, mi favorito. Nada mejor que dos pedazos de pastel, ¿tendremos que esperar a que el rey se levante?— preguntaba La Niña de mejor humor.

—Sí, nuestro trabajo es seguirlo por todos lados y si necesita nuestra ayuda, le damos magia —

—Que aburrido—

—Y que lo digas— entrecerrando los ojos.

En la tarde, ya que el rey se levanto y comenzó a hacer su día normal, en la sala principal de su castillo, todo parecía igual, los campesinos rogando por algo de magia para sus cosechas, el rey dando el mismo discurso que no hay mucha magia y entregándoles lo mínimo.

—Pero si nos tienen a nosotros— susurro Nhoa y Zaid se encogió de los hombros, ¿Cómo le explicaba a una niña de 10 años lo que es la codicia y el egoísmo?

—Luego te explico esto—

En eso llegó la fiel sirvienta del rey, Joanna por fin había traído lo que tanto anhelo su amo.

—Aquí está la mujer con la esencia de Raskien, mi amo — mostrando una Romina herida por una navaja en su abdomen, ahorita se estaba dando cuenta de las verdaderas intenciones de Joanna, todo este tiempo nunca quiso matarla.

Pero ella al estar vulnerable por la búsqueda de su hija, la logró atrapar.

—Mis hechiceros encárguense — ambos fueron a donde estaba Romina.

—Mamá— Nhoa, quien fue sostenida rápidamente por Zaid.

—Romina — dijo Zaid viendo a su amada después de 10 años.

—Zaid— susurró Romina y miró a su hija — Mi niña— llorando le acarició la mejilla— pensé que nunca te volvería a ver, estaba tan desesperaba, pero me alegra que estuvieras en muy buenas manos — mirando como Zaid empezaba a cerrarle la herida con su magia, táctica que había estado perfeccionando.

—Mamá estarás bien, Zaid te curará— dijo La Niña .

—Necesita descansar mi rey— le explico Zaid al monarca, estaba muy cansada por esa herida en el abdomen, ya no ponía en peligro su vida, pero la debilitaba.

—Como lo sospeche Rakien, está adherido a la mujer — el rey se acercó y la miró con otros ojos — es demasiado interesante, llévala a una de las habitaciones para que descanse — susurro viendo cómo Zaid y Nhoa trataban de controlar sus emociones — tengo planes para ella — con una sonrisa.

Cuando abrí los ojos, me topé con la mirada del hombre que amo, seguía teniendo la misma intensidad que tanto me encantaba.

—Zaid— no sabía si estaba soñando o que, pero no quería estar lejos de él, suspiré al sentir sus manos acariciar mi rostro. Observe a mi hija dormida en un sillón muy antiguo con toda la magia de Zaid cubriéndola, protegiéndola.

—Hola mi muñequita, al fin despertaste— cerré los ojos para sentir como besaba mi mejilla—estuve muy preocupado por t— lo interrumpo con un beso en los labios. Beso que ya necesitaba.

—Hola mi amor — entre el beso, estaba tan feliz que lágrimas comenzaron a brotar, eran de felicidad.— estamos por fin, los tres juntos.

Déjame volar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora