#25

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La chica llevaba sus auriculares puestos mientras limpiaba aninadamente la casa. Los chicos habían salido a hacer unas cosas y ella se había quedado sola. Una mano la tomó por la muñeca metiéndola en una de las habitaciones y haciéndola caer sobre la cama de Harry. Rápidamente un cuerpo se posicionó sobre el de ella y unos labios atraparon los suyos. Dos grandes manos recorrían su cuerpo y los ojos de ella comenzaban a llenarse de lágrimas.
-No sabes cuánto llevo esperando esto.- dijo la voz ronca de Harry.
A ella se le heló la sangre al instante e intentó zafarse del agarre pero no podía. Pesadas lágrimas rodaban por sus mejillas. Harry se apartó y la miró unos segundos. Todo el deseo que había en sus ojos había desaparecido para ser remplazado por una mirada cargada de dolor y arrepentimiento.
-Diana, yo...- susurró.
La chica se puso de pie y salió corriendo de ahí dejando la música sonando a través de los auriculares en el suelo de la habitación de aquel al que había llamado amigo.
Llegó al parque y lloró como jamás lo había hecho. Estaba asustada, nunca creyó que Harry fuera a hacer eso. Quizás el mundo no era lo que ella creía.
Cuando volvió, pasó directamente a encerrarse en su habitación dejando a todos confundidos.
-Mi amor, abrí por favor.- suplicó Louis otra vez.
Ella no respondía. Llevaban horas así. Nadie entendía nada. Harry no estaba, preso de la rabia, había salido a algun bar.

La puerta del cuarto de ella se abrió cuando ya era entrada la noche. Zayn la rodeó rápidamente con sus brazos. La había escuchado llorar. La había escuchado y, aunque no supiera el motivo, él sabía que su hermanita lo necesitaba.
Por más que le preguntaron qué pasaba, ella no soltó una sola palabra. Se recostó entre los brazos de Zayn y su hermano se durmió rápidamente. Al oír la puerta de entrada abrirse, corrió a la habitación de Louis. Los pasos pesados se aproximaban por la escalera y pesadas lágrimas rodaban por sus mejillas. Entró en la habitación de su novio y lo encontró sin poder dormir, tirado en su cama. Se tiró rápidamente en la cama con él y lo abrazó con fuerza.
-¿Diana?- preguntó él confundido.- Mi amor. ¿Qué pasa?
-Harry intentó abusar de mi hoy.- sollozó ella con un hilo de voz.
El chico se tensó por completo y quiso levantarse de la cama pero otro sollozo lo hizo detenerse.
-No, por favor, no me dejes sola.- sonaba aterrada.
Volvió a su lado rápidamente y comenzó a acariciarle el rostro con ambas manos suavemente. Ella temblaba, nunca la había visto tan asustada. Tampoco la había visto llorar tan desesperadamente.
-Tranquila, mi amor,- susurró él.- vas a ahogarte. Tenes que tranquilizarte.
-No quiero estar acá,- susurró ella con terror.- no si él está en la casa.
-Entonces nos vamos,- dijo él.- nos vamos ahora. ¿Si? Pero tenes que tranquilizarte.
Ella asintió levemente y él se levantó, vistiéndose y tendiéndole una de sus camisas a ella y uno de los pantalones que eran de ella pero estaban en su placard. Ella se cambió rápidamente y él tuvo que ayudarla con los botones de la camisa ya que el temblor de sus manos, le impedía hacerlo. Salieron de la casa y ella no podía dejar de mirar a todos lados nerviosa.
Por más que lo intentaba, no lograba tranquilizarse. La sensación de las manos de Harry recorriendo su cuerpo estaba atormentandola, la hacía sentir tan sucia. Abrazó sus piernas en un intento por tranquilizarse y Louis tuvo que detener el auto.
-Basta, Diana,- dijo él.- estás lastimándote.- ella retiró las manos dejando sus uñas marcadas en la piel de sus brazos.- Mi amor, mirame. ¿Podes tranquilizarte?
-Siento sus manos...- sollozó ella.- Siento sus manos, yo creía en él y ahora siento sus manos en mi piel.
Louis se estremeció al escuchar esas palabras y la rabia se apoderó de él. Hizo que ella se sentara en sus piernas y la abrazó intentando calmarla, intentando calmarse.
-Besame,- pidió ella.- por favor.
Louis la miró unos instantes y sintió su dolor. Le dolía saber que alguien más la había tocado, que la había traicionado, que la había besado. Entonces juntó sus labios a los de ella en un beso casi desesperado que los dejó a ambos sin aliento y ella comenzó a tranquilizarse.
-Siento que te engañé.- susurró ella.
-Vos no hiciste nada. Te amo. Sos mi vida, te amo y voy a matarlo. Pero ahora no, no voy a dejarte sola.

La hermana de Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora