UN JUEGO DEL DESTINO
DEL ODIO AL AMOR 💘CAPITULO 46
Sango llegó para tomarles el pulso, pues no creyó, que en el estado en que se encontraba el platinado, lo hubiera hecho, inmediatamente pusó la mano sobre el cuello de Kohaku.
Sango:
Lo siento, el joven está muerto.Se dispuso, a tomarle signos a la castaña y se dio cuenta que aún tenía pulso, aunque débil, aún estaba viva.
Sango:
Está viva pero muy débil, rápido, hay que llamar una ambulancia.El platinado llamo rápidamente una ambulancia, dándoles su ubicación y el estado de la castaña.
Inuyasha persiguió a Shishinki hasta el bosque, allí sería más difícil atraparlo, se escondía tras los árboles para no resultar herido. Shishinki lo había visto y empezó a dispararle sin darle tregua, el peliplata había recibido un disparo en el hombro, pero eso no lo detendría, ya sabía dónde estaba, así que sigilosamente se acercó a él, sin que se diera cuenta lo rodeo, antes de que pudiera dispararle, aquel hombre se dio vuelta propinándole un disparo en la pierna al peliplata, antes de caer disparó su arma, dándole terminó a esa persecución y acabando con la vida de Shishinki, el peliplata se quitó su riata, haciéndose así un torniquete en la pierna, para detener la pérdida de sangre, a paso lento y cómo pudo llegó de nuevo hasta la casa, dándose cuenta que subían a la castaña a una ambulancia.
Sango:
Inuyasha estás herido, ven siéntate, el chico está muerto.Hablo Inuyasha, dirigiéndose al platinado.
Inuyasha:
Ve con tu esposa, yo me encargo del resto.El platinado acento y subió a la ambulancia junto con Rin, iba a toda velocidad, los paramédicos hacían lo imposible por mantenerla con vida, pues estaba perdiendo mucha sangre, rápidamente llegaron al primer hospital, los paramédicos la ingresaron en el quirófano, los médicos la recibieron, impidiendo la entrada del platinado, pues no podía ir más allá.
Sesshomaru sacó su celular y marcó a su casa, pues debía decirle a sus suegros, lo que había sucedido.
Kaede:
Familia Taisho.Sesshomaru:
Nana, soy yo.Kaede:
Gracias a Dios estás bien, dime, cómo está la señora.Sesshomaru:
No lo sé nana, está muy mal, la están operando en este momento.Kaede:
Todo va a estar bien mi niño, ella es joven y muy fuerte.Sesshomaru:
Quiero creer en eso, nana dime, los padres de Rin están allí.Kaede:
Si, te comunico al señor.Kaede fue hacia el jardín y le dio el teléfono a Suikotsu.
Suikotsu:
Diga.Sesshomaru:
Estoy en el hospital, Rin está muy grave, en este momento la están operando.Suikotsu:
No... mi princesa no, en este momento salgo para allá y dime, Kohaku, cómo está.En ese momento, hubo un gran silencio.
Sesshomaru:
Lo siento mucho.Suikotsu soltó el teléfono y cayó de rodillas, lágrimas silenciosas caían por sus mejillas, como en un instante había cambiado todo, acababa de perder a su hijo, aunque tenía muchas diferencias con él, lo amaba, era su sangre, era su ser, era su hijo, en ese momento llegó Midoriko.
Midoriko:
Cariño, estás bien, qué te pasa ❓Midoriko, vio el rostro de su esposo cubierto de lágrimas, fue entonces cuando se dio cuenta, que algo había ocurrido.
Midoriko:
Dime qué pasó, no me ocultes nada.Suikotsu:
Rin está grave, la están operando.Midoriko:
Y Kohaku.Suikotsu no decía nada, pues tenía un nudo en la garganta, cómo decirle que su hijo, el más querido, había muerto.
Midoriko:
(Gritando)
Habla, no te quedes callado.Suikotsu:
(Con voz temblorosa)
Kohaku... Kohaku... lo siento mi amor.Midoriko:
(Gritando)
Noooooo, mi hijo no, mi bebé noooooo, dime qué es mentira, Kohakuuuu, no mi amor, tú no, porque me dejaste sola, Kohakuuuu.Suikotsu se sentía impotente, cómo se les había destrozado la vida, en un instante.
Suikotsu:
Ven querida, vamos al hospital a ver a Rin.Midoriko:
No quiero, llévame a mi casa, quiero estar sola.Suikotsu:
Pero Rin nos necesita.Midoriko:
(Llorando)
Y crees que eso me importa, déjame en casa y márchate.Se subieron al auto y se marcharon a casa, Suikotsu observaba a su esposa, como culparla si su dolor era inmenso, tal vez con el pasar del tiempo, vuelva a ser la mujer de antes, al llegar a su casa bajaron del auto y dejó a Midoriko en la mansión y él se marchó al hospital, la pelinegra entró a esa casa, a su casa, que antes le parecía tan hermosa, pero que ahora veía, como un constante recuerdo de su adorado hijo, tocaba cada cosa mientras caminaba, detallada cada lugar, como si no lo hubiera visto nunca y así paso a paso, llegó hasta la habitación del castaño, puso su mano en la puerta y antes de entrar cayó al suelo de rodillas, pues no tenía fuerzas para continuar, lloraba incesantemente, entró al cuarto del castaño, después de un largo rato de estar allí afuera, llorando, tuvo la sensación que al entrar allí él estaría, pero no fue así, su habitación olía a él por todo lado, su fragancia, tal cual como él lo había dejado, se recostó en su cama en el lado que a él le gustaba, lloro tanto hasta que la venció el sueño, allí, en la habitación del que fuera su amado hijo.
Las horas pasaban y el platinado se desesperaba más, él y Suikotsu caminaban de un lado a otro, nadie daba alguna información, el tiempo era eterno allí, en esa sala de espera, luego de aproximadamente 5 horas que parecieron una eternidad, salió el médico, por su cara se veía que no traía buenas noticias, el corazón de sesshomaru se oprimía, con cada paso que daba el médico.
Médico:
Familiares de la señora Taisho.Sesshomaru:
Yo soy su esposo, cómo está Rin.El platinado y Suikotsu, escuchaban atentos, lo que el médico les tenía que decir.
Médico:
La bala perforó órganos importantes, le hicimos una transfusión, pues había perdido mucha sangre, la operación fue muy delicada, entró en paro varias veces, logramos estabilizarla, pero...Sesshomaru:
(Angustiado)
Pero qué, doctor.Médico:
La paciente entró en coma.Sesshomaru:
(Llorando)
No doctor, ella no, salvela, haga algo...Continuará...
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UN JUEGO DEL DESTINO DEL ODIO AL AMOR
FanfictionSesshomaru Taisho, un empresario exitoso y bastante atractivo, el destino pondrá a prueba su amor.