Capítulo 54: Algo que proteger

2.9K 134 225
                                    

Aclaración:

Iba a conectarlo con el capítulo 15 de HNY pero he decidido darle un final diferente. Quiero mi FINAL FELIZ Así que en este Fic Rin y Sesshomaru van a criar a sus hijas, Kirinmaru permanecerá dormido años. Cuando despierte pues a lo mejor hay alguna batalla pero eso no importa, al final ellas van a crecer con sus padres y Rin nunca va terminar en el árbol y tampoco el Inu-Kag va ir a la perla negra. Mi Fic va terminar con todos felices disfrutando de su vida en familia. Las gemelas van a conocer a Moroha y jugarán con los hijos del Miro-San. Cualquier enemigo que quiera hacerles algo se va enfrentar a toda la familia 😤👊 o sea si van a luchar con Kirinmaru pero ya cuando sean grandes y pues Zero no va poder amenazar a Sesshomaru con la vida de Rin NUNCA.

De esa forma podré incluir a los personajes de HNY y hacer alguna otra parte de mi Fic cuando el anime acabe. Uno donde plasme la vida de todos después de las batallas. 😉 así mis planes no los tengo que cambiar.

Comencemos…

Los meses seguían transcurriendo, el embarazo de Rin se notaba más ahora a sus tempranos seis meses. Sesshomaru no se alejaba de ella. Jaken también se la pasaba con ellos. Rin había terminado por fin una de las mantas, la hizo de color azul cielo y la siguiente que estaba tejiendo era de color lila. Pasaba muchos sus días en el jardín concentrada en eso. Aunque Sesshomaru le insistía en que no caminara tanto o se esforzara en levantarse del futon ella se negaba.

Rin: Es bueno estar activa, no me hace daño tomar un poco de sol. – Le explicaba a su esposo que estaba sentado a un lado de ella en el jardín.

Sesshomaru: Por lo menos deja que te cargue cuando quieras ir algún lugar, no necesitas esforzarte. – No estaba de acuerdo en que ella se moviera tanto.

Rin: De verdad estoy bien, pero si llego a sentirme, aunque sea un poco cansada, se lo hare saber ¿Si? – Para animarlo lo abrazó, él seguía con su cara malhumorada.

Sesshomaru: Estaré al tanto de todo. – Respondió finalmente relajando más su expresión.

Jaken: Oye, Rin. ¿No te cansas de tejer? Quizá la doñita tenga razón y mejor acepta una de las que ella dice. – Otro que también no dejaba que Rin hiciera ningún esfuerzo.

Rin: Aprecio mucho el gesto y realmente las voy aceptar cuando nazcan las bebés, pero quiero que las primeras mantas con las que sean cubiertas cuando lleguen a este mundo sean hechas por mi… Lo hace mas especial. – Sonreía con una calidez radiante.

Jaken: Bueno, pero si sigues siendo igual de necia, podrás convertirte en madre y aun así seguirás siendo obstinada. – Empezó con sus letanías.

Sesshomaru: Jaken… - Dijo su nombre sin mirarlo, era su advertencia para que la dejara de molestar.

Rin: No puedo evitarlo. – Soltó una carcajada como las de antaño.

En eso llega Asagiri con Hina. Traían el almuerzo de Rin. Últimamente lo tomaba ahí en los jardines. Era una imagen recurrente en el palacio. Irasue también iba seguido a estar con ella y cuando no lo hacia los miraba desde algún lugar cercano. Justo como ahora que desde un balcón los observaba.

Irasue: “Cuanto más los veo, más me convenzo en que la profecía se refiere a ellos, si es así y sus hijas realmente lo logran, llegaran muy lejos… Creo que ya es tiempo de contarle.” – Pensando con la mirada fija en esa hermosa familia.

Para la tarde de ese mismo día Rin estaba teniendo una siesta, la fatiga del embarazo la hacia caer rendida en el sueño. Sesshomaru siempre estaba pendiente de ella y con cuidado la cargaba para llevarla a su recamara y así pudiera descansar mejor. En los pasillos caminaba el daiyokai con Rin en brazos y su fiel sirviente siguiéndolos.

El poder de la confianza: Sesshomaru y Rin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora