INFIERNO CELESTIAL

P R Ó L O G O.

Sus ojos me miran de manera descarada y por una extraña razón algo dentro de mi me obliga a sostenerle la mirada. Su voz ronca repite dentro de mi aquella propuesta que hace unos días me hizo.

- ¿Aún sigues pensándolo? Deja de cuestionarte a ti misma y deja a tu cuerpo obtener lo que desea- El gris de su mirada me tienta y la tensión aumenta, estoy tan perdida que no me he dado cuenta lo mucho que se acercó a mí. Cierro los ojos deleitándome con su delicioso aroma.

-Ya te dije que no Jones- el susurro sale de mis labios.

- Diosa, mírame- me sujeta del cuello y conecta su mirada a la mía. Intento escapar de su agarre, pero me lo impide tomándome con fuerza con su mano libre la cintura. Levanto mi mirada sintiéndome acorralada.

-Bésame- Termino mandando todo al carajo cuando hago lo que me pide, tomo sus labios con fuerza y total seguridad. Sus manos empiezan a tocarme, acaricia mi cuello y luego toma mi cintura. Siento unos pasos a mi alrededor, pero no me detengo, sé que es Él, ha estado observándonos desde que entré a la habitación, sentí su presencia detrás de mi cuerpo y dejé que me tocará a su antojo, ambos lo hacían.

Los recosté sobre el sofá y me desnudé lentamente frente a ellos, dándoles el espectáculo que se merecen, cuando me acerqué él no espero más y me besó. Mi mente se desconectó de mi cuerpo dejé de pensar en todo concentrándome en lo que pasaba en este momento. Lo besé con ese deseo que sentí desde la primera vez que lo vi. Lo sentí detenerse y y cuando iba a reclamarle habló, su voz gruesa y profunda sonó en mi oído:

-Besas como un ángel, Diosa- sonreí ante aquello, porque con ellos lo último que yo llegaba a ser era un ángel, sin embargo, él se empeñaba en llamarme así.

Lo miré directamente a los ojos y respondí:

-También soy capaz de hacerlo como un demonio...

P R Ó X I M A M E N T E...