✞ Invitación

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En la mañana me desperté con tranquilidad

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En la mañana me desperté con tranquilidad. Había dormido bien y no sentía cansancio como otras veces.

Aunque, aún seguía pensado en lo de la noche anterior. Aquella extraña sensación de que alguien me vigilaba y me me había tocado.

Sacudí la cabeza tratando de alejar esos malos pensamientos. Bajé las escaleras dispuesta a preparar el desayuno para que Max fuera a trabajar. El día anterior probablemente no había ido al trabajo por hacer el cambio de papel tapiz.

Elizabeth: buenos días...-me sorprendió el ver a Max haciendo panqueques- que estas...?

Max: buenos días, solecito! Estoy preparando tus panqueques favoritos! -se acercó un poco y me dió un beso en la frente, algo fácil ya que era más alto que yo- ve a la mesa, ya casi están listos.

Asentí con una sonrisa y me fui a la mesa. Me quedé pensativa ya que esa actitud no era común en él. Normalmente se hubiera levantado de mal humor y mediante gritos me hubiera pedido el desayuno.

Pareciera que estábamos hace 10 años atrás. Cuando apenas desperté de aquel sueño. Cuando conocí a Max. Me trataba como a una princesa. Pero con el tiempo, era más serio, aburrido, y más cascarrabias.

Algo debió haberle pasado...

No me molestaba en absoluto, claro que no. Pero podía llegar a ser algo abrumadora esa actitud suya tan repentina.

Me encogí de hombros al no encontrar una explicación y esperé unos minutos más.

Luego, vi a Max salir de la cocina con el plato de panqueques. Un vaso de leche fresca y un recipiente con varias frutas cortadas en pequeñas porciones, entre ellas, estaba banana, fresas, guayaba y piña.

Mis ojos brillaron y en seguida comencé a comer.

Había olvidado lo bien que le quedaban los panqueques a ese hombre.

Él solo se sentó en la silla frente a mi y me miró comer con una sonrisa. Parecía disfrutar mis expresiones gustosas por la comida.

Al terminar ni siquiera me permitió levantarme. Tomó todo y lo llevó al fregadero.

En tan solo dos minutos terminó y secándose las manos con un trapo, me preguntó qué tal estaba, pero claro, él ya sabía la respuesta.

Elizabeth: estuvo increíble! Me encantó de verdad.

Max: jaja, me alegra mucho que disfrutes de mi comida, Lizzie. Pero ya verás lo que prepararé para el almuerzo.

Elizabeth: oh, es que...saldré un rato y no sé a qué horas regrese.

Max: jaja, no digas tonterías, como una niña de 12 va a salir fuera así? Ve a tu habitación y juega con tus muñecas, dibuja, has lo que quieras, pero no saldrás.

∘∘∘✾POR SIEMPRE Y PARA SIEMPRE CON LOS MIKAELSON✾∘∘∘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora