Entre la multitud

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Era de mañana, yo estaba en un sueño increíble donde era una gran abogada, estaba por resolver una caso donde un hombre había golpeado y maltratado a su esposa por más de 2 años, ¡estaba por cerrar el caso y meter al tipo en la cárcel por 60 años!, hasta que sonó mi alarma... bendita alarma...

Son las 5:00 de la mañana, ustedes dirán ¿por qué tan temprano?, pues prácticamente vivo en la ciudad de Nueva York, así es, la gran ciudad, y mi universidad no está tan cerca que digamos.

Vivo con mi mamá y mi tía, en un apartamento que entre las tres pagamos, el apartamento es de mi tía, ¿por qué mi mamá y yo vivimos con ella?, pues es una historia que aún no estoy lista para contar... El apartamento no está lleno de lujos, pero al menos tiene el espacio suficiente para caber las tres, tenemos todo lo que necesitamos. Yo aún no entro a la universidad, recién salí de la prepa, así que estoy en los exámenes de admisión, y eso me está volviendo loca. Cuando salí de la prepa me decidí a buscar un empleo y ayudar con los gastos de la casa, pues mi mamá y yo no nos íbamos a ir a invadir el apartamento de mi tía sin aportar algo. Mamá me dijo que no era necesario que yo trabaje, que con lo que ganaba ella era suficiente para ayudar en la casa, pero a mi no me gusta quedarme sentada con los brazos cruzados viendo como los demás hacen algo y yo no, eso no es lo mío. Trabajo en una cafetería como mesera a unas 4 cuadras de mi casa, mi turno es en la tarde, así que me regreso a mi casa a mitad de la noche, y eso a mi mamá no le agrada...

-¡Gabriela! ¡Apresúrate o llegarás tarde al examen!... ¡De nuevo! -grita mi mamá desde la cocina

Esa mujer a veces me saca de quicio, pero es mi madre, que puedo hacer...

-¡Ya voy mamá! -grite mientras me ponía el tenis que me faltaba

Yo no soy una chica que cuida su estilo, ni siquiera sé combinar la ropa, todo mi día está ocupado como para ir a un salón de belleza y arreglarme, aparte de que mi mamá me ha enseñado que quien te quiere, te quiere con todos y tus defectos... a veces pienso que no encontrare a alguien con quien pasar el resto de mi vida...

-¡Tu tía ya terminó el desayuno! ¡Te va a dejar si no vienes! -grita de nuevo mi queridísima madre

Ay señora...

-¡Ya voy!... ¡mamá! ¡¿No ha visto mi mochila?! ¡No recuerdo donde la dejé! -grite mientras desacomodaba toda mi habitación en busca de esa bendita mochila ¡Dios si me estás viendo, ilumíname o elimíname!

-¡Está en la sala! ¡Ven a comer YA! -grita mi mamá con un poco de enojo

A mamá le molesta que no recuerde en donde deje mis cosas, como toda mamá normal, y pues si, hay que entender, ellas se la viven trabajando ya sea en un trabajo fuera de casa o en mantener la casa limpia y alimentar a su familia cuando llegue a la casa. Mi mamá trabaja en una empresa, donde se la pasa todo el día, pero lo bueno es que tiene a su hermana con ella, o sea mi tía, que también trabaja donde mismo, ambas salen y regresan juntas a casa. Mi tía me hace el favor de acercarme a la central de autobuses, donde tomo uno que me deja cerca de la universidad, pero este sale muy temprano y es el único que toma la ruta que está cerca de la universidad.

-Valla, hasta que vienes, siéntate y desayuna, tu tía y yo ya estamos listas, solo desayunas y nos vamos -dice mi mamá poniéndome un plato en las manos y un vaso de leche

Nunca entiendo como le hacen las señoras para estar listas tan rápido, nos despertamos a la misma hora, yo tardo 30 minutos en la ducha y para cuando salgo, ellas ya andan en la cocina bañadas y cambiadas desayunando, quisiera ser señora para tener esos poderes... mejor no