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Me gustaría decir que me levante con el sonido de los pájaros pero estaría mintiendo, me he levantando por un incesante ruido que sonaba a mi alrededor.
Froto mis ojos con mis manos y cuando las aparto veo a un bicho peludo volando frente a mi, pego un salto para atrás y observándolo mejor me he podido dar cuenta de que no era un bicho sino una especie de animal.
-¿Qué es lo que eres?
Acerco mi mano hacia su cabeza peluda y acaricio esta con cuidado por si me llegaba a hacer algo.
"Deberás descubrirlo por ti misma."
Miro al animal delante de mi con miedo, acababa de escuchar su voz en mi mente, dios si esto es una broma por preferir a Lucifer, no tiene gracia.
"Solo te diré que me llamo Balderik y que vas a tener que aguantarme."
Suelto un suspiro levantándome de la cama y caminando hacia el armario para prepararme para las lecciones de hoy.
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Camino por los pasillos buscando el despacho de la señorita Dowling con Balderik a mi lado, las personas que lo han visto lo han mirado con caras extrañas al no saber que era esa bola de pelo volando por el instituto.
Llego a la puerta de su despacho y escucho como la directora y Beatrix se encuentran hablando, me quedo apartada para que no noten mi presencia y no interrumpirlas, bueno para que no se den cuenta de que las estoy espiando.
Beatrix sale del despacho mirándome un poco mal, a lo que yo le he respondido con una sonrisa haciendo que la pelirroja se fuese aun más cabreada que antes. Cuando noto que Beatrix ya no esta cerca comienzo a hablar con la señorita Dowling.
-Señorita Dowling estoy aquí por si usted sabría decirme que es esto.
Le doy un pequeño empujón a Balderik para ponerlo justo frente a la directora, esta lo mira con una ceja alzada para luego dirigir sus ojos para mi. Noto como su mirada cambia y como se muestran varios sentimientos en estos: alegría, miedo, sorpresa...
-Si no recuerdo mal él es un protector de una de las manadas más fuertes que existió en este bosque. Son guardias y consejeros del alfa, antes eran leyendas, suposiciones, nunca se había certificado de su existencia y tampoco se sabía con certeza si la manada media luna era real, tu manada Katherina.
