Capítulo 14: Disposable Heroes.

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"Querido Príncipe Dave de Inglaterra:

Solicito por favor, que vengas tú y James a ayudarme, por favor, no puedo liderar sola estas tropas, por alguna extraña razón, los estúpidos daneses han logrado derrivar a al menos un 70% de nuestros soldados. Es una situación de emergencia, vengan y ayúdenme a buscar una solución o algún movimiento clave para vencer la guerra, vamos perdiendo, hombre, no es cómo imaginé que sería todo.

Por cierto, te amo.

Atte: La princesa Doro de Alemania". 

James, frunciendo el ceño, arrugó la carta y la arrojó lejos.

- ¿Qué decía? -consultó su hermano Dave.

- Tu princesita Doro quiere que vayas y la ayudes, yo me quedaré aquí. Tal vez vaya a ver a Jason o no sé.

- ¿Doro necesita mi ayuda? -se alarmó, abriendo los ojos muy grandes.

- Sí, algo de planificar movimientos porque van perdiendo, joder, qué desperdicio ha sido esta guerra, nuestras tropas no han logrado atacar ni robarse nada, somos un asco como super potencia.

- ¿Te quedarás aquí, entonces? -asintió- ¿No piensas en ayudar también? -negó- ¿Algún motivo en especial? -encogió los hombros, el pelirrojo suspiró- Oh, James, no puedes tener por siempre esa actitud tan hija de puta, nada bueno va a resultar si eres tan pesimista.

- Simplemente no quiero contribuir a esa guerra, yo no tengo nada que ver, tú haz involucrado a nuestro Reino por tu propia cuenta, yo ya no soy más parte de allí. No sé qué hacer ahora, aprovecharme de que tal vez te mueras allí, hacerme el Rey o darme un buen descanso, como lo estoy haciendo ahora, no estoy seguro del todo en realidad, "hermanito".

Dave, molesto, suspiró de nuevo.

- Vale, sea lo que sea que estés tramando, espero que estés bien y que nos volvamos a ver después de la guerra, que nos mantengamos unidos como familia -se acercó a él, le dio un abrazo al cual no  pudo ser correspondido-. Recuerda que siempre estarás en mi corazón, hermanito.

- Ok.

Dave en el momento en que partió, no podía negar que le dolió la frialdad y el orgullo del quién antes con tanto cariño llamaba su hermano de sangre.

Por otra parte, el rubio no sentía remordimiento de nada. Huyó del escondite que ambos tenían, no sin antes conseguir un escudo y un arco con flechas. Lo ideal sería que para cometer sus intenciones, debería robarse un caballo o algún medio de transporte, no le importo eso en lo más mínimo, se las ingeniaría para efectuar su plan. Tardó un par de horas, una vez colado en el ejército de Alemania/Inglaterra, comenzó a disparar flechas a todo aquel que estuviera allí. Estando oculto entre los arbustos y varios escombros esparcidos por el lugar templado. Sabía que su hermano le había engañado con la guerra y sólo tenía que hacer venganza, hacerlos perder. Actuar solo y por su propia cuenta era arriesgado, pero al menos, moriría con el orgullo de ser el más valiente de todos.

...

- ¿Estás seguro que quieres reintegrarte a nosotros? -preguntó Lars, sosteniendo la mano de Kirk, ambos mirándose fijo a los ojos.

- Sí, estoy seguro -contestó, sonriendo enamorado-. En semana y media ya me he recuperado, no te preocupes, Lars, no me pasará nada malo.

- Sabes que tengo muchísimo miedo, desde que te hirieron, he estado con miedo todo este tiempo, he ideado todas los planes más macabros y han resultado de puta madre, en una semana, hemos pasado de perdedores a, posiblemente, futuros ganadores. De tú y yo ser sólo amigos, a más que eso... -le dio un corto beso en los labios.

Imperio Metal (Metallica, KLARS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora