El Final

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Los Tumulos Funerarios eran un caos.

El aire y la tierra inundados de alaridos desgarradores y sangre. Los cuerpos sin vida de los Wen eran pateados y pisoteados.

En medio de todo el caos, Wei Ying no podía hacer nada por ellos, más que sentir irá e impotencia. A penas cuidando de si mismo de los cultivadores.

El agotamiento por destruir el amuleto del Tigre Estigio aún persistía, apenas había tenido tiempo para reaccionar al asedio, y aún quedaba la otra mitad por destruir.

Se sentía mareado mientras pensaba que hacer, y todo parecío congelarse cuando Wei WuXian vio de reojo a un puñado de cultivadores dirigirse hacia el oeste de la montaña, más allá en dirección a un árbol seco.

Su corazón se detuvo un latido.

Allá oculto a A-Yuan.

No, no por favor.

Con el corazón en la garganta, toco unas pocas notas y con ellas al menos doscientos cadáveres atacaron bajo su orden sin compasión.

Sin embargo, en medio de su ataque, algo fallo, sus órdenes no llegaban a los cadáveres sino que rebotaron en sí mismo de forma tan dolorosa que le costó respirar, tambaleándose y con la mirada cansada vio a los troncos ser incendiados.

Para empeorar, los cadáveres estaban retrocediendo, tal vez otro intento... No, al ver el fuego propagarse en un débil parpadeo, supo que era tarde.

Con el corazón nuevamente roto, las lágrimas rodaron por sus mejillas. 

A-Yuan... Perdoname, Xian-gege no es tan fuerte como tu creías.

Si alguien merecía una muerte tan horrible, eran el y su camino torcido.

Decidio que ya era hora. Encontraste a tan devastadora situación, Wei Ying comenzaba a calmarse.

Por primera vez en mucho tiempo, no sintió la urgencia de revertir el daño, por primera vez en años, no sintió la angustiosa sensación del tiempo irse entre sus dedos.

Ya no habia motivo para ello.

¿Por quién? ¿Para qué?

Aún entre el dolor, al ver a la orda de cadáveres acercarse tan salvajemente a él, sintió alivio.

Perdió el control hace mucho, si tan solo quedara alguien que esperara por él, quizás estaría asustado, en ese momento morir era una bendición.

Ya no seria necesario preocuparse, ya no debía angustiarse por noches y días para encontrar una solución que no existía.

Ya no le quedaba nadie por quien pelear y ningún hogar al cual volver.

Su corazón latío con calma.

Sonrió. No había motivo para temer.  Esto estaba bien, era lo correcto, es lo que debía ocurrir. Se lo merecía.

ChenQing cayó de su mano con un sonido sordo, y sus músculos se relajaron un segundo antes de la primera mordida y el primer alarido de dolor.

Pero este dolor valdría la pena. Para si mismo, y para todos los demás.

— ¡Buenas noticias! ¡Wei WuXian esta muerto!

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⏰ Última actualización: Jan 06, 2022 ⏰

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