De la gloria al infierno

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Múnich, 1940

«Te quiero mucho, Kyle»

Aquellas palabras resonaron graves en mi cabeza y se grabaron con fuego en mi memoria, así como la sensación de abandono que sentía. Lloré como nunca antes lo hice, desahogando todo el dolor que venía cargando desde hacía tanto tiempo, finalmente pude sentirme libre y no precisamente porque por fin saliera de mi casa, sino por haberme confesado ante mi mejor amigo. Incluso me permití sentirme protegido entre sus brazos sin ninguna culpa o remordimiento sabiendo que estaba bien porque la desesperación con la que se aferraba a mi espalda me decía que él estaba tan arrepentido como yo de no haber hablado y que quizá, si nada de esto hubiese pasado, seguramente Stan estaría dispuesto a pasar el resto de su vida conmigo, aún si fuera como amigo.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir la fría piel de su mejilla contra mis labios y creo que lo que más llamó mi atención fue el hecho de que no se molestara por aquel abuso de confianza mío, al contrario, pareció aceptarlo complacido y realmente deseé con toda mi alma que para él aquel beso hubiese significado lo mismo que para mí, me gusta pensar que así es, debido a aquellas palabras que me dedicó después...

«Kyle, te necesito en mi vida...»

Abrí los ojos en ese instante y miré a mi alrededor desorientado, todavía faltaban algunas horas para que amaneciera, pero como siempre que soñaba con aquel recuerdo, me era imposible volver a conciliar el sueño. Gruñí fastidiado y giré a mi derecha encontrándome con la cara de mi hermano profundamente dormido, tenía un hilo de saliva cayendo de su boca y aquello no pudo sino resultarme verdaderamente asqueroso. Me estiré perezoso, no deseaba levantarme ese día, ni al siguiente o el que le seguía... después de todo, mi monótona vida encerrado en mi habitación había pasado a ser una monótona vida encerrado en el sótano escondido debajo de una bodega de una fábrica textil. Me levanté aburrido de la cama y me dirigí hacia el baño para asearme un poco, pues si bien no podíamos darnos el lujo de utilizar mucho de los servicios como agua, luz o gas para no levantar sospechas, tampoco significaba que iba a andar por ahí tan sucio como un vagabundo.

Supongo que no podía quejarme por la vida que tenía, es decir, no estaba obligado a vivir dentro de un gueto o, peor aún, en un campo de concentración donde mis días estaban contados.

Aunque si lo analizaba con detenimiento, tampoco era que lo que tenía en ese lugar pudiese llamarse vida, simplemente era no estar muerto. Vivíamos en un espacio pequeño de apenas cien metros cuadrados en el que habitaba mi familia junto con los Black. Habían adaptado tres recámaras, una para mis padres, otra para los de Tolkien y la última para nosotros, incluso compartía la cama con mi hermano menor, lo cual significaba todavía menos espacio que antes y eso era lo que más me abrumaba. Al menos cuando estaba enclaustrado en mi casa tenía una habitación para mí solo, en cambio en la bodega, no importaba el lugar al que me moviera, siempre había alguien cerca.

Y no es que yo fuera asocial o algo por el estilo, el caso es que llega un punto en la vida en que necesitamos tiempo para nosotros mismos y en ese lugar era difícil obtenerlo. Por eso solía sentarme a leer y escribir en el cuarto en el que se encontraba la puerta secreta que conectaba nuestro escondite con la bodega de aquella fábrica. Teníamos prohibido estar allí, pero para alguien como yo acostumbrado a estar solo con sus pensamientos y reflexiones, era una especie de zona de paz, pues me negaba a llamarlo 'refugio' debido a que ese nombre ya lo tenía aquel agujero en la corteza del gran árbol detrás de la iglesia franciscana que se encontraba en el pueblo que me vi obligado a abandonar para salvar mi vida.

Sí, puede que esto me haga lucir tan sentimental como lo era el chico con el que compartía aquel lugar, pero en ese momento que solo me quedaban mis recuerdos, supongo que valoraba más lo que viví en el tiempo en que era feliz y no lo sabía.

Siempre a tu lado... 💖Style💖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora