LV.

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5 Meses después...

Este día supe el sexo del bebé, Sebastián ahora mi esposo,  me estaba esperando afuera, no quiero saber el sexo del bebé,
él quiere que sea una sorpresa, pero respeto su decisión.

Yo  estoy realmente feliz, mi hijo está sano y también mi hija. No  sé cómo tomará Sebastián la noticia de que estoy esperando  gemelos.

Salgo del hospital, ahí está Sebastián esperando cerca del  auto, cuando salgo inmediatamente sale a mi encuentro, me
da un beso y me toma de la mano. Pero lo noto un poco  frustrado.

—¿Pasa algo? Dímelo, no te preocupes por nada, si es una  mala noticia lo resolveremos juntos —le digo.

—No se trata de eso, la curiosidad me está matando, tengo  sentimientos encontrados en este momento —me dice.

—Te haré una pregunta y quiero sinceridad de tu parte, y no  quiero que mientas —le advierto.

—Puedes decirme lo que sea, te juro que responderé con toda  sinceridad —me dice.

—¿Quieres que sea niño o niña? —Le pregunto y él me  responde inmediatamente.

—Quiero una niña, imaginas una pequeña Amalia, inteligente y  hermosa, pero también quiero un pequeño Sebastián —me  dice.

—¿Quieres saber el sexo del bebé? —Le pregunto, pero él me  observa indeciso.

—Si quiero, dímelo de una vez antes de que cambie de opinión  —me dice.

—Está bien te lo diré, tendremos una niña —le digo y Sebastián  se arrodilla y besa mi vientre.

—Soy el hombre más feliz del mundo, tendremos una pequeña  —me dice.

—Tengo otra sorpresa, pero para mí también abra un pequeño Sebastián —le digo y Sebastián se queda totalmente
asombrado.

—¿Qué dices Amalia? ¡Entonces son dos!

—Sí, son gemelos, niño y niña, tendremos la familia completa  muy pronto —le digo.

Sebastián llora de felicidad, subimos al auto.

Durante todo el camino Sebastián me dice lo emocionado que  está, quiere que los pequeños corran por la casa. Sebastián  me regalo una casa el día de nuestra boda.

En ese entonces no fue una gran boda lujosa, le pedí a  Sebastián algo sencillo, ese día no podía estar mucho de pie
por lo hinchados que estaban, pero aun así fue el mejor día de  mi vida. Una historia que le contaré a mis hijos cuando tengan  la mayoría de edad.

Llegamos a casa, más bien es una hermosa mansión, pero antes de entrar quiero visitar a Evelyn ella se mudó al lado,  tenía sus ahorros y se compró la mansión de al lado para  estar de mí.

Sebastián se ofreció a pagar la mansión de  Evelyn, pero ella no quiso, y la entiendo, porque sé que ella es  una mujer fuerte e independiente, no necesita ayuda de nadie.

Escuche hace unos días que Nadia, la que creía que era mi  madre, aún la considero así, ahora tengo una buena relación  con ella, me dijo que Evelyn estaba saliendo con Mario, los vio
besándose en una discoteca. Evelyn le estaba dando terapia a  Mario, pero últimamente se ven demasiado cerca, quiero  preguntarle directamente a ella.

Camino hasta llegar a la puerta de su casa. Estoy a punto de tocar la puerta, pero está abierta, por un momento pienso lo  peor, corro para buscar a Evelyn, sé que soy una tonta no debería correr ni mucho menos preocuparme en mi estado, pero no encuentro a Evelyn por ningún lado.

Hasta que llego a su habitación, abro la puerta sin avisar y lo que veo me deja en shock. Evelyn esta dormida y desnuda con Mario, los dos están profundamente dormidos, cierro la puerta con cuidado para no hacer ruido, no quiero despertarlos.

Salgo de la mansión de Evelyn, esto me dejó un poco impactada, no quiero que Mario lastime a Evelyn sé que el
cambio y ahora era un chico bueno, y parte de la familia.

Entro a la casa y me siento en el comedor de la cocina, Sebastián está ahí comiendo.

—Mi hermosa esposa, ¿tienes hambre?
—Me pregunta Sebastián.

—No tengo hambre, acabo de ver a Evelyn en la cama con Mario.

Sebastián se ríe a carcajadas.
—Que buena terapia le está dando mi mejor amiga —dice  mientras se continúa riendo.

—No te rías, esto me preocupa mucho, ella podría salir  lastimada, eso es lo único que me preocupa —le digo.

—No te preocupes, ellos son adultos, además nunca había visto tan feliz a Mario, tampoco a Evelyn, ellos podrían estar  enamorados, déjalos ser —me dice Sebastián.

Sé que él tiene razón, ellos son adultos. Dejo ese tema de lado y me siento en las piernas de Sebastián, él me abraza y besa mi frente, esto es mi sueño cumplido. Esperar a nuestros bebés con el hombre que amo.

Nunca pensé en curarme de mi bloqueo emocional, pero ahora me doy cuenta de que el amor lo supera todo, nosotros somos una clara muestra de eso.

***Omg este es el capítulo final 4/4, pero no se preocupen les subiré el epílogo en unos minutos ♥️***

TAN SOLO UNA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora