Horario de visita

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Mientras me dirigía al campamento de refugiados iba preguntándome cuál sería el plan de Guinevere y porque me escogió a mi para el mismo.

Llegue al campo de refugiados, todas sus carpas estaban algo sucias ya, debido a que ha habido ventiscas que han levantado bastante tierra. Todos los Leolin se encontraban jugando y riendo, algunos hasta le gastaban bromas a mis hermanos lo que me hacía bastante gracia.

Aveces las horas aquí eran bastante lentas, algunas veces me aburría e iba a un lago que se encontraba a algunos km del campamento, practicaba mi esgrima y el control sobre mis dagas para mejorar mis tácticas de pelea.

No quería que mis hermanos me vieran ya que desde que inicie en el esgrima tuve que hacerlo a escondidas, ya que en algunas ocasiones donde se me descubría era severamente castigado.

Recuerdo

Padre: ¡Gusion!, ¡tu hermana me ha dicho que has estado con jugando con espadas! ¡¿Es eso cierto?! -preguntó furioso-

Gusion: Papa y-

Padre: ¡RESPONDE!

Estaba aterrado, la voz se me había ido y yo sabía que no me creería si le dijera que no.

Gusion:...Es cierto... -dije con una volumen bajo pero entendible-

Padre: Gusion... tus manos, ponlas encima de la mesa

Gusion: Yo n-

Padre: !A-ho-ra!

Sin mas palabras puse mis manos en la mesa de modo que mis palmas quedaron arriba. Mi papá agarro una bara y la asoto contra mis manos repetidas veces hasta sacarme algunas lagrimas y gotas de sangre.

Gusion: (llanto)

Padre: Ahora dame las cuchillas...

Le di mis dagas a mi padre, después de que se las diera el se apartó de mi y se fue junto con ellas. Cuando él salió de la recámara inmediatamente brotó un río de lágrimas sobre mis ojos.

Mis manos se encontraban ensangrentadas y mis mejillas estaban mojadas con lágrimas. Mi hermano me vio e inmediatamente me llevó a su habitación, saco un par de trapos y los remojo en agua para así lavar mis heridas.

Aamon: Gusion... debes detenerte ahora, papá nos ha ordenado que te vigiláramos las 24 horas del día para evitar que practiques la esgrima o alguna otra cosa que tenga que ver con armas.

Gusion: No puedo... -dije entre sollozos- no quiero...

Mi hermano me vendo las manos y me dijo:

Aamon: Si en realidad deseas practicar la esgrima... yo te ayudaré -dijo mientras sacaba de su manga las dagas y mi espada que papá me había arrebatado-

Gusion: ¿Como es que?

Aamon: Shhhh, es un secreto

Lo abrace mientras le agradecía todo lo que hacía por mi, fue gracias a el que yo obtuviera el poder que tengo ahora.

Fin del recuerdo

Pasaron tres días desde que dejé a Nana en la academia y tenía que hacer una visita a Guinevere para ayudarla con un asunto

Soldado de Moniyan: ¡Tenemos que movernos!¡La princesa les brindará refugio, comida y agua!

Ya era hora de que nos marcháramos, los soldados subían a los Leolin a sus carretas para que fueran transportados al palacio de Moniyan donde estarían a salvo de cualquier ataque demonio.

Mago 1: ¿Vas a venir Gusion? -preguntó mientras subía a la carreta-

Gusion: Tengo unos asuntos pendientes, los veré en la mansión

La carreta de los magos partio rumbo hacia la mansión de los paxley mientras yo me quedé para dirigirme hacia la academia donde me encontraría con Guinevere.

Al llegar a la academia se me permitió entrar gracias al acceso que me había conferido la Profesora Eudora. Recorrí los pasillos poco transitados ya que aún era muy temprano para por fin llegar a la habitación donde se encontraba Nana y Guinevere, golpeé la puerta y  en menos de 2 segundos esta se había abierto para qué después fuera arrastrado hacia dentro.

Guinevere: Silencio... Nana sigue durmiendo -dijo susurrando- ven, ayúdame con la ventana

Me dirigí hacia ella para ayudarla a abrir la ventana preguntándome que es lo que quería hacer

Gusion: ¿Para que es que me necesitas?

Guinevere: Necesito que tu me ayudes a salir de la academia, Nana me contó que ustedes evitaron toda la seguridad y quiero que tu me ayudes a evitarla también

Gusion: ¿Solo es eso?

Guinevere acento la cabeza y cruzo los brazos queriendo reflejar que lo que me pidió era más una orden y no una petición

Gusion: De acuerdo -lance unas de mis daga lo más lejos posible de las muros de la academia y cargue a la chica entre mis brazos- De acuerdo, sujétate

Guinevere: ¿Oye que estas...—antes de que pudiera terminar la frase empece a transcurrir todo el recorrido por donde había pasado mi daga a una velocidad excepcional para por fin llegar a donde está se encontraba- ¿Que acaba de pasar? ¡¿Como llegamos aquí?! -exclamó muy confundida-

Gusion: Estamos afuera de la academia-le dije mientras recogía la daga que había utilizado-

Guinevere: ¿Pero como? ¿Así de simple?

Gusion: ¿Esperabas algo más?

Guinevere se quedó callada por unos segundos para después dar un grito de alegría junto con un salto de emoción, se tiró al suelo y comenzó a abrazar el pasto

Gusion: Ammmmn ¿estas bien?, estas comenzando a asustarme

Guinevere: ¡GRACIAAAS! -Guinevere saltó sobre mi dándome un fuerte abrazo por lo que segundos  después yo también la abrase-

Gusion: ¿De nada?... ¿Porque me agradeces?
-Guinevere se apartó de mí y se sentó en un tronco que estaba cerca-

Guinevere: Es que... hace tanto no me siento tan libre...-dijo mientras unas lágrimas salían de sus ojos- Durante muchos años estuve encerrada en el castillo de mis padres y después en la academia... nunca tuve la oportunidad de visitar otros lugares o salir de vez en cuando... es por eso que estoy tan agradecida contigo por que por primera vez, ¡Me siento libre!-Exclamo con alegría-

Escuchar la historia de Guinevere hizo que me compadeciera de ella. En realidad me gustó mucho escucharla reír y verla tan feliz.

Gusion: Quiero mostrarte algo...-extendí mi mano hacia Guinevere esperando que ella me dé una repuesta- ¿Confías en mi?

Guinevere: Si...-Tomo mi mano-

Continuará

Entre los pétalos y las espadas (Gusion x Guinevere)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora