CASTILLO IMPERIAL (DOS SEMANAS DESPUES)
Su rostro era un reflejo de dolor y cansancio, últimamente se sentía cada vez más decaída, a veces hasta adolorida, siempre había sido alguien sana y fuerte, casi nunca se enfermaba y cuando le llegaba a suceder, al día siguiente ya se encontraba como si nada, pero últimamente, había veces que en las noches no podía descansar, su cuerpo temblaba y colapsaba de tanto dolor, no sabia que era lo que le pasaba, nunca antes se había sentido así, pero al día siguiente tenía que recomponerse por el bien de su clan, aunque seguía con aquel agudo dolor recorriendo sus sistema.
Una tarde había regresado junto a su grupo de elite, después de expulsar algunos demonios de los limites donde se encuentra escondido el imperio, no podían permitir que descubrieran el lugar, ni bien había cruzado la entrada principal de la muralla, cuando un soldado le aviso a su General que algo grave estaba sucediendo con el príncipe, sin pensarlo dos veces clavo espuelas sobre Tzar para dirigirse rápidamente hacia el palacio.
Al llegar a la habitación de su hermano unos gritos de dolor se escuchaban desde adentro – ¿Qué es lo que está sucediendo? - Pregunto alterada al entrar a la habitación.
Curandero1: Mi princesa, El príncipe ha sido envenenado.
Lunala: ¿Envenenado? ¿Pero cómo, con qué?
Curandero1: Con opio.
Lunala: ¿Como, como es posible? ¿Estas sugiriendo que alguien lo enveneno?
Curandero2: No es un sugerencia, es un afirmación – Lunala quedo en shock por aquella afirmación, hasta que alguien la saco de sus pensamientos.
Eskol: Duele, duele mucho – Se retorcía del dolor, Lunala rápidamente se acercó hacia él.
Lunala: Hagan algo – Exigió a los curanderos.
Curandero1: Ya no podemos hacer nada, el veneno ha inundado todo su cuerpo.
Eskol: Her-Hermana.
Lunala: Aquí estoy, Shhh, tranquilo, no te esfuerces.
Eskol: Por, porfa, porfa- vor acaba con esto, no, no puedo más, no puedo más "HAAA" – Gritaba de dolor sobre el colchón – De pronto empezó a divagar - Héctor – Nombro Eskol mirando al vacío – Mi amor ¿Has venido por mí? – Levantando la mano para tratar de alcanzarlo.
Lunala: Hermano - Menciono preocupada.
Emylce: Mi niño – Decía su nana desconsolada al otro lado de la cama.
Eskol: Lunala, mi pequeña hermana – Volteando a verla con ternura - No dejes que nadie dirija tu vida, es tuya solamente, no le debes nada a nadie, siempre odie nuestra vida, nuestra malditas costumbres, si hubiera hecho caso a mis sentimientos, mi Héctor seguiría conmigo.
Lunala: Hermano, no te sobre esfuerces - Trataba de reconfortar tomándolo de la mano.
Eskol: Ya no puedo más, me siento cansado.
Lunala: No por favor, tu no, no me dejes – Pidió llorando desconsoladamente, poco le importo que la miraran.
Eskol: No te miraba llorar desde que eras una bebe - Sonriendo delicadamente - Eso es bueno... No te sientas mal, yo me iré en paz, me voy feliz al saber que poder estar con mi Héctor.
Lunala: Hermano perdóname.
Lunala: Yo no tengo nada que perdonarte, perdóname tu a mí, eres mi hermana y te amo.
Lunala: ... (Lloraba desconsoladamente)
Eskol: Hermana acércate por favor – Ella obedeció la petición de su moribundo hermano, él le había depositado un beso en la mejilla, algo que sorprendió a la peliblanca quedándose por un buen rato en esa posición, hasta que de pronto Eskol dejo de respirar.
ESTÁS LEYENDO
TU FRIO CORAZON (TOMO UNO)
Fiksi PenggemarEsta historia se remonta desde de la primera guerra santa, en un mundo ancestral donde los mundos humano y espiritual todavía no se habían separado, existían 5 clanes: el Clan de la Diosas, el Clan de los Demonios, El Clan de las Hadas, el clan de l...