Seré el mejor del Mundo.

El comienzo.

Ahora mismo, la sociedad se rige por un solo sistema, una sociedad súper humana donde existen ciertas habilidades especiales llamadas Quirks/kosei/particularidad, como quieran llamarle, el origen de estos poderes son desconocidos, su primera aparición fue de un bebé recién nacido en china que brillaba en una luz, pero solo el 70% de la humanidad tiene la dicha de recibir esos poderes, y el 30% nacen sin ellos, eso los hace un lado de la sociedad superhumana, hay algunos que logran conllevar esto, pero hay otros que sus sueños son aplastados solo por no tener esa habilidad tan especial.

Izuku Midoriya, tras ir a una visita con el Doctor, se dio cuenta de esa dura realidad, nació sin ese poder.

"— Mamá... Es posible... que alguien como yo... ¿sea un héroe?"

"— Lo siento, Izuku, lo siento..."

Sinceramente, esas no eran las palabras que él quería escuchar en ese momento, a pesar de un niño, y de estar hundido en sus propias lagrimas siendo abrazado y consolado por su madre, se hizo un juramento a él mismo en su cabeza.

"—Yo no me rendiré."

Pero, tenía que afrontar los diversos problemas que se le presentarían.

—¡Ya, basta! ¡¿No ven que lo están lastimando?!

"— ¿Eh? Que importa, ¿Que puedes hacer un sin Quirk como tú?

Dijo el bravucón, siendo apoyado por otros dos. Esto terminó con un golpeado Izuku en el suelo.

— Debo volver a casa...

Este era el día a día del peliverde, era un marginado de la sociedad, un chico que nunca tendría lugar entre los demás, el débil, pero se supone, que los héroes protegen al débil, ¿no?

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Ahí estaba, un niño con 13 años, estaba sentado en un parque viendo esa revista de héroes que tanto le gustaba ver.

— Estos héroes tienen poderes increíbles.

Comentó con entusiasmo aquel peliverde, pero tras decir eso, los pensamientos negativos lo atacaron, tenían poderes increíbles para ser héroes, pero este, ¿Que tenía? Nada. Cambiando su expresión, meditó un poco, el niño recibió las discriminación de la sociedad por todo el mundo, y cuando eran todos, eran todos, todo el mundo le decía que no llegaría nada, un inútil, incluso algunas ocasiones héroes le dijeron lo mismo, esto lo llevó a otra perspectiva de los héroes, pero aún así, no le importó. Tras esos pensamientos se paró de ahí y se marchó.

— ¡!

El peliverde mientras caminaba cabizbajo fue agarrado por un hombre con máscara y de negro entero, tapándole la boca a este, claramente trato de forcejear, pero la fuerza del hombre era mayor.

— Ya te tengo.

Fue lo último que escucho el peliverde antes de perder el conocimiento, al parecer el hombre lo noqueó.

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Poco a poco, fue abriendo los ojos, estaba tirado en el suelo, veía borroso.

— ¿Donde... estoy?

— Oh, despertaste.

Izuku le miró, era un señor mayor, pero lo que más le llamó la atención era que estaba amarrado.

— Eh, s-señor, ¿Q-quien es usted?

Trató de moverse, pero se dio cuenta que también estaba amarrado.

— Oh, ten cuidado. Y bueno, no estoy muy seguro, pero seguramente seamos llevado a una subasta.

— ¿¡Que?! ¡¿Subasta!?