Mi mejor casualidad (Alonso Villalpando)

CAPITULO 10: MEJOR QUE NUNCA

<Narra Alonso>

Besarla fue tan increíble, no sé por qué no lo había echo antes. Fue como si nada de lo que hable con su mama hubiera pasado. Pero ella había escuchado parte de la plática y mal interpreto las cosas. Le dije que yo no había aceptado nada a cambió y aunque me creyó aun quería saber la historia. Recordé que su mamá no quería que se enterara así que le conté las cosas a medias mientras salíamos de la academia.

Ros: dime que te dijo mi mamá ¿Por qué dices que está en un mal momento? Y también dime por qué quería pagarte.

Alonso: Tu mamá lo único que quiere es verte feliz y dice que cuando estás conmigo lo eres. Quería estar segura de que estuviera contigo y no se a lo mejor pensó que yo a ti no te quería o algo. Pero le dije que estaba equivocada, que si estaría contigo pero sin recibir nada a cambió.

Ros: OK, pero aun no me dices todo ¿Cómo sabes que está pasando un mal momento, que más te dijo?

Alonso: Nada, ella lloraba mientras me decía todo eso y pues eso me hace pensar que no está bien.

Ros: y tú, ¿Por qué cuando saliste estabas llorando y porque la urgencia de abrazarme?

Alonso: Tu mamá me dijo algunas cosas que me llegaron, mira creo que eso debería contártelo después tu mamá. Ahorita solo quiero pensar en que vamos a ir a esa plaza, te comprare un helado te abrazare todo el tiempo, te daré muchos besos –besándola en la mejilla- y luego te llevare a tu casa ¿Vale?

Ros: ¿Cómo decirte que no? Pero oye. Yo regrese al salón porque deje mi bolsa ahí y en la bolsa está mi dinero y mi celular.

Alonso: Yo creo que tu mamá vera la bolsa y se la llevara y pues por el dinero y el celular no te preocupes, no vas a necesitar llamar a nadie ni pagar nada ¿o sí?

Ros: OK. Deje a los chicos en esa esquina y velos ahí siguen. Y eso que nos tardamos.

Íbamos caminando abrazados y no dejaba de verla, era raro tenía una sonrisa en su cara pero en sus ojos se notaba la preocupación.

Alonso: Se hubieran adelantado chicos.

Jos: Estábamos esperando a la tocaya con r.

Will: Te dije que se iba a quedar ayudándole a Alonso después de todo que ya nos fuéramos.

Alan: ¿Por qué ambos tienen los ojos llorosos?

Ros: Si chicos se hubieran ido adelantando y ya los alcanzábamos.

Freddy: Dijiste que solo irías por tu bolsa rápido. Y mi primo les acaba de hacer una pregunta.

Alonso: Cosas, luego les cuento.

Alan: Oigan ya es costumbre en estas últimas semanas preguntar esto cada que los veo juntos… ¿Ya son novios?

Y si, Alan siempre nos hacia esa pregunta y generalmente yo o Ros le contestábamos que no que solo éramos amigos. Pero esta ocasión no sabía si responderle que si o esperar a que ella contestara eso, pero solo nos volteamos a ver y sonreímos.

Ros: Ya chicos vamos a la plaza.

Alan: Eso fue un sí.

Ros: Fue un “Te vas a quedar con la duda”… porque creo que ni yo sé –susurrándole al oído-

Alan: Ay mi cuñadita siempre tan graciosita.

Era como la chica perfecta, me entendía muy bien, era divertida, tierna, terca, fuerte, se llevaba bien con todos y cuando recordaba lo que me había dicho su mamá menos podía creerlo. Dimos vueltas a la plaza y nos sentamos en una mesa a comer helado haciendo bromas y diciendo tonterías como siempre. Cuando acabamos seguimos caminando, íbamos agarrados de la mano y los chicos nos veían raro. Ellos se fueron adelantando y nos dejaron atrás.