Aprendiendo a Amar - [Chifuyu x Oc]

Primer amor

La vida no es como un manga Shōjo, se repetía Chifuyu Matsuno tirado en su cama.

En los mangas la historia de amor de los protagonistas se va forjando de poco. Primero una charla amistosa, una caminata después de la escuela, la primera cita en el lugar más predecible para tomar sus manos por accidente; que luego de dos o tres tomos más terminaría en la declaración. Y talvez, en un casto y puro beso de amor.

Así funcionaba en las páginas y así esperaba que funcionará para él, obviando el paso de tomarse de la mano, porque claro eso ya lo había hecho demasiado- aunque JAMÁS lo admitirá frente a Baji.

Chifuyu se saltó en unos minutos las jugadas de medio año. Y ahora se preguntaba que tan grande era la resistencia de los protagonistas para no comerse la boca.

Porque, aunque se arrepentía de varias cosas en su vida. Está no era una de ellas. Fue correspondido después de todo. Tenía que disculparse, estaba consciente de ello. Pero necesitaba un plan, uno que no podía idear con Baji riéndose en su cara.

-Nunca pensé que irías con todo-dijo dando "palmaditas" en su espalda. -Te veía mas como un conquistador lento. Pero no. Le clavaste tremendo beso.

-Tu haces lo mismo-replicó tratando de aligerar la carga.

-Sí, pero yo voy directo al punto porque no busco una relación seria. -posó su mano en su mentón girando su cabeza hacia un lado.

Baji tenía un buen punto. Hay que aclarar que Matsuno a sus 17 años no era un ser puro que esperaba por el amor de su vida. Había besado a varias chicas durante fiestas que organizaban algunos miembros de Toman. El rubio bailaba muy bien, y cuando lo hacía junto a Baji las chicas no podían evitar acercarse -quien no desearía bailar entre esos dos.

Los besos no significaban algo especial, solo los recibía por el momento y la cercanía. No jugaba con las mujeres para nada. No mintió al decir que no ha tenido pareja. No se había enamorado y esa era la razón por la cual rechazaba amablemente a sus pretendientes. Lea era la primera chica que traía a casa. Es así que, su audacia para besarla fue más por instinto que por otra cosa. Y bueno, el segundo beso lo necesitaba para calmar su corazón y por supuesto sus hormonas de adolescente.

-¿Entonces qué vas hacer?-preguntó el pelinegro.

-Ir a buscarla, disculparme y pedirle una cita.-sentenció levantándose en busca de ropa limpia.

-Y yo creo que esta bien-miró lo fatal que lucía físicamente.-Pero no es mejor que tu primera cita sea cuando te veas presentable, digo sin tantas vendas en la cara.

-No puedo esperar una semana para volver a hablarle-suspiró.

-No dije que no le hablaras, dije que en tu cita debes lucir bien. No digo que no lo hagas ahora, porque aún con esos golpes podrías enamorar a cualquiera.

-No, no Mitsuya-aclaró a su amigo y este asintió.

Ambos se acostaron en medio de la habitación mirando al techo.

-Vas enserio con Lea-chan, ¿cierto?.

-No estaría así si no.

-Entonces solo tienes que ser sincero y pedirle que sea tu novia. -dijo como si fuera la cosa más obvia del mundo.-Casi pasas a mayores y ¿ahora te preocupa declararte?

Chifuyu lo pensó por un momento. Era cierto. Y aún si era rechazado tenía que hacerlo. Lea era la primera persona que le provocaba sentimientos distintos, era más que atracción. Se estaba enamorando de ella.

-Cajas de burbuja.-soltó de la nada.

-Eh?

-Las chicas aman las sorpresas de amor Baji-san-rió tirándole un manga a Baji.