CAPÍTULO 50

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Mientras la claridad poco a poco iba inundando el firmamento, Kim Seokjin se removía entre las sábanas, en su cuarto. Despertó hacía algunos minutos, aunque la pereza le impidió levantarse a desempeñar sus funciones.

Lo primero que tenía previsto, era una visita a su doncel favorito. Era imperante que comenzara a prepararlo lo más pronto posible para la boda que tendría lugar en la iglesia del palacio, la que uniría definitivamente la vida de Jimin con la de Jungkook y lo convertiría en el rey consorte de Kivara.

No podía evitar pensar que ese sería un destino desafortunado para alguien tan joven como su pequeño rubiecillo. Se vería obligado a madurar de golpe, a asumir responsabilidades de las que sólo se encargaba la familia real y tendría que contentar a todo un imperio.

–No sé cómo pudo arruinar su vida así –suspiró a la nada misma, remoloneando un poco más.

Dormitó durante unos minutos, temeroso de cerrar por completo los ojos y quedarse dormido.

Hasta que el delgado colchón de su cama se hundió del otro lado, revelando una presencia imprevista.

Tomó la daga que descansaba bajo su almohada y la empuñó con fuerza al girarse como un resorte, esperando tomar por sorpresa a quien sea que se hubiera metido en su habitación sin antes golpear.

–Veo que hiciste caso a mis sugerencias.

–Casi me matas del susto, Namjoon –dijo Seokjin, sujetándose el pecho con una mano y bajando la daga. –¿Qué estás haciendo aquí?

–Vine a hablar contigo –terminó de sentarse en el borde de la cama, con vistas a acercarse un poco más de lo debido al institutor.

–Seguro vienes a pedir más favores.

–Tengo algo que confesarte. Y es importante. No me permitiré ir a la guerra sin antes haber aligerado la carga de mis secretos.

El señorito Kim observó al paje sin comprender ni una sola de sus palabras.

–¿Vas a ir... a la guerra? –inquirió despacio, sintiéndose a un lado por no haberse enterado de algo tan serio. ¿Tan pronto combatirían contra Eider?

–Así es. Pelearemos contra Uriax, en el norte –informó Namjoon. –Han invadido las fronteras y no hay manera de detenerlos. Partiré hoy mismo al lado del rey rumbo al norte junto con una tropa de soldados de Armembrá. Necesitamos la mayor cantidad posible de guerreros para combatir porque esto parece que empeorará.

–¿Cómo que Uriax invadió Kivara? ¿Acaso no es Eider quién está en conflicto con nosotros?

–Pues parece que Uriax ha decidido aprovecharse de nuestra distracción con el reino de Eider y quieren añadir más tierras a sus dominios.

Siendo consciente de que Seokjin parecía estar a punto de entrar en pánico, Namjoon lo tomó por los hombros y lo acercó a su cuerpo para darle un férreo abrazo. Gracias a la proximidad, el paje notó la suavidad de su piel bajo la tela casi transparente del pijama; pudo sentir su perfume característico de cítricos con vainilla y se permitió disfrutar de algo que se había negado durante mucho tiempo: su amor por él.

–Jinnie –lo llamó con dulzura, apartándolo lo suficiente como para tomar sus mejillas con las manos. Pudo apreciar más de cerca los rasgos que le habían cautivado siendo jóvenes y creyó perderse en sus ojos curiosos. –Hay cosas que debes saber antes de que me vaya.

–Pues será mejor que empieces a hablar porque Jimin me necesitará en cualquier momento –gruñó el institutor con molestia, rompiendo el abrazo para arreglarse la ropa.

Kivara (Kookmin / Vmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora