Capítulo 3

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Albedo

Los chicos me estaban esperando en una cafetería de la universidad. Lumine venía muchas veces con nosotros así que lo primero que teníamos que decirles era que estábamos saliendo. No sabía cómo se lo iban a tomar, probablemente fuese algo raro ya que nosotros dos nunca hablábamos pero seguro que podría inventarme algo sobre la marcha.

—Oye, oye, ¿qué tal si esperamos un poco? Ya sabes, tan rápido...

Lumine se había puesto completamente roja, me preguntaba si estaría enferma.

—¿Estás bien?

—S..sí... Es que... Nunca he tenido novio así que todo esto es nuevo para mí... ¿Hace falta que nos cojamos de la mano?

Le solté la mano rápidamente, no quería incomodarla pero necesitaba hacer cosas como esa para saber qué era estar en una relación. No entendía por qué cogernos de la mano era algo que la hacía sentir así pero yo no era quién para juzgarla, al fin y al cabo me estaba ayudando.

—¿Qué vas a decirle a nuestros amigos?

—Aún no lo he pensado...

—¿¡Acaso ibas a improvisar!?

—Sí.

La chica se colocó delante de mí impidiendo que siguiese caminando.

—De eso nada, vamos a practicar.

—Está bien... 

—Nos van a preguntar cómo hemos empezado a salir, ¿qué vas a decirles?

—Que estaba enamorado de ti en secreto y que al fin me atreví a pedirte salir.

—¿Y por qué iba yo a acceder salir contigo?

—¿Porque soy guapo?

—¡Esa no es una buena...! Bueno, podría valer. ¿Cuánto decimos que llevamos saliendo?

—Podemos decir que me confesé hace un tiempo y tú te lo estabas pensando hasta ahora.

—¿Y vas a decirle a todo el mundo que estamos saliendo nada más pedírmelo?

—Claro, ¿por qué no iba a presumir a mi novia?

Noté como la cara de Lumine se volvía un poco más roja, ¿habría hecho algo malo? ¿O acaso se estaba sonrojando como las protagonistas de mis mangas? No, era imposible, yo solo ponía aquello cuando la chica estaba enamorada del chico.

—Vamos, cuanto antes acabemos mejor, esta es una situación muy embarazosa.

Tomó mi mano y empezó a estirar llevándome hasta la cafetería. Allí nos estaban esperando Mona, Lisa, Jean y Kaeya. Yo solía ir con ellos todos los días a diferencia de Lumine, que venía de vez en cuando, sin embargo, era muy querida por todos.

Al estar frente a ellos un extraño nerviosismo empezó a recorrer mi estómago hasta llegar a mi pecho. Seguía cogido de la mano de Lumine y nuestros amigos nos miraban de arriba a abajo, sorprendidos.

—¿Hola? —preguntó Kaeya al ver nuestras manos unidas—. ¿Qué está ocurriendo?

—Estamos saliendo —respondió Lumine, y menos mal, porque se me había cortado el habla.

Todos se quedaron en silencio durante unos segundos hasta que la risa de Lisa lo cortó.

—¿Cómo... Cómo ha ocurrido esto? Ni siquiera os he visto hablar nunca.

—Albedo se confesó hace tiempo, estaba pensándolo.

Mona se levantó y pareció susurrarle algo a Lumine en el oído.

—Tranquila, no me está obligando, me gusta —escuché como le devolvía el diálogo lo más bajo que podía.

Mona era demasiado astuta.

—Bueno, dicho esto, tengo que irme. ¡Nos vemos!

La mano de Lumine había estado temblando toda la charla. Se soltó y se dirigió hacia su grupo de amigas, con el que solía ir más a menudo. Tomé aire y me senté en la mesa, esperando que ignorasen lo que acababa de ocurrir.

—¿Albedo? ¿No tienes algo que contarnos?

—Sobre qué. —No me atrevía a mirar a Kaeya a la cara.

—Sobre tu nueva novia, ¿desde cuando te gusta Lumine?

—Desde... Hace tiempo, es guapa e inteligente, y siempre que viene es animada. Me confesé sin esperanzas de que me aceptase y... Ahora somos novios, estoy muy feliz.

Era un diálogo de un manga que había leído, esperaba haber podido poner la entonación correcta. Miré a Kaeya, el cual me miraba un poco decepcionado.

—Albedo es siempre tan serio... Incluso cuando habla de la chica que le gusta... —suspiró Jean.

—Hazle daño a Lumine y eres hombre muerto. Es una de mis mejores amigas. —Mona pasaba su dedo por su cuello de manera amenazante.

—No está entre mis planes hacerle daño, tranquila. Me gusta.

—Esto hay que celebrarlo. —Mona juntó sus manos—. Hagamos una pequeña fiesta en mi casa, ¿vale?

Suspiré. ¿Tan raro era que tuviese una novia?

—Sí, es muy raro. —Kaeya me había leído la mente—. No quiero parecer duro pero... Un chico tan poco cuidadoso... No pensábamos que ninguna mujer querría salir contigo.

—Pero Lumine me quiere porque soy atractivo.

Todos se quedaron parados durante un momento y se echaron a reír. Fruncí mi ceño y noté como me ardía la cara. Cuando Lumine me había dicho esa excusa no había sonado tan mal.

—Bueno, al menos tiene razón. —Kaeya seguía riéndose.

Solo era una relación falsa, así que no me importaba que se riesen. Más o menos...









hey;; ¿qué tal todo?

Voy a retomar esta historia ya que ya he terminado el otro fanfic que estaba escribiendo, así que a partir de ahora, se actualizará esta historia. Dentro de poco publicaré otro fanfic poniendo PRÓXIMAMENTE, mientras escribo este, tal y como hice con este en su momento mientras escribía El chico del Starbucks.

Espero que os guste 

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⏰ Última actualización: Nov 13, 2021 ⏰

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El dibujante de Shojo ♡	AlbeLumi ♡ Genshin ImpactDonde viven las historias. Descúbrelo ahora